Los días, como las cerillas, van encendiéndose y apagándose. Las palabras que usamos para definir el mundo que está afuera ya no son las mismas, otros significados se añaden. Por ese motivo, en Vozpópuli hemos pedido a los escritores -justo porque trabajan con ellas- nuevas definiciones. Manuel Vilas comenzó con la alegría, le siguieron Sergio del Molino con balcón y Marta Sanz con cicatriz. Corresponde a Carlos Zanón atender a nuestra petición: la nueva definición de la palabra casa.
Zanón es uno de los autores más destacados de la novela negra española actual, con títulos como Tarde, mal y nunca, Yo fui Johnny Thunders o Marley estaba muerto. Está considerado como uno de los autores más prometedores del género ya que su estilo literario es comparado con el autor Jim Thompson. En 2015 fue galardonado con el Premio Hammet en el marco de la Semana negra de Gijón, por su novela Yo fui Johnny Thunders, una de las novelas más hermosas sobre la melancolía contemporánea.
Más que al noir, lo humano es el territorio de Zanón. Hace literatura repartiendo puñetazos de belleza. SU Johny Thunders es, a pesar de su simpleza, es un retrato hondo de quien ya no siente ni siquiera deseo. Su Sandino, el taxista que da vueltas por toda Barcelona, porque nunca quiere volver a casa. La soledad es su territorio. Abogado y poeta, conoce por partida doble la precisión de una palabra en cualquier veredicto.
El año pasado publicó Problemas de identidad (Planeta), un experimento literario que consistía en recuperar la voz de Pepe Carvalho, el comisario creado por Manuel Vázquez Montalbán. Entre otros libros, Zanón ha publicado también el volumen de relatos No llames a casa (RBA). Es justo esa la palabra que hemos pedido que defina, a partir del mundo que nos tocará vivir de ahora en adelante.
CASA
"Creo que será una palabra que definirá refugio, protección y solidaridad, pero también cárcel, prisión e imposibilidad de salir. El mundo de la ciudad se ha convertido en un montón de cárceles. No es que tú estés encerrado y el resto libre, sino que todos están encerrados. Cada casa es una especie de madriguera en la que te sientes protegido, pero de la que no puedes salir".
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