Cultura

Papá Noel derrotará a los Reyes Magos y ya es tan español como ellos

Los cristianos aprovecharon la celebración de otras festividades paganas para fechar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre

Solo hay una cosa más pesada que los fanáticos entusiastas de las Navidades, aquellos que se tiran medio mes sermoneando sobre las maldades del consumismo y los orígenes religiosos de estos días. Para cada festividad hay un Grinch que aprovecha para explayarse en su desacuerdo con las cosas con las que disfruta el 99% de la población. Últimamente están en retroceso, pero hace unos años existía un perfil militante, generalmente alineado con la izquierda, que cada año te dejaba bien claro su malestar con frases como “Feliz consumismo y prósperas deudas nuevas”. Ahora los partidarios del “Feliz solsticio de invierno” son un meme que queda forzado hasta en un monólogo de humor, pero que cada año sorprenden con felicitaciones despidiendo el otoño y con cursos de navidades alternativas. 

Ahora la derecha parece estar más activa en esto de las guerras culturales y en la reivindicación de las “fiestas tradicionales españolas”, ya saben, aquellas que conmemoran un acontecimiento en la actual Palestina y cuyo símbolo estrella, el belén, proviene de Italia. Pero inexorablemente van cediendo, primero fue la aceptación generalizada del árbol, y, afortunadamente para el disfrute de los más pequeños, la entrega de regalos en Navidad se impone lentamente frente a la tardanza de los Magos de Oriente. Este año la vuelta al cole será el 8 de enero, pregúntenle a cualquier niño si prefiere disfrutar de su regalo día y medio o dos semanas. 

El identitarismo de algunos llega a extremos de negar el origen cristiano de ¡San Nicolás! Con la excusa de la procedencia yanqui de la festividad, muchos emprenden una cruzada argumental a favor de las “tradiciones propias”. ¿Cuántos inviernos nos debe traer regalos el pobre Santa para que le demos un DNI? Para la generación millennial en adelante, Papá Noel es tan español como Melchor, Gaspar y Baltasar.

Estos partidarios de las tradiciones no dejan pasar un día festivo, el último fue Halloween. ¿Quién no preferiría los rezos del viernes santo de mis padres en los que se cerraban los billares y solo se escuchaba música religiosa a los de sus nietos en los que se recauda una buena bolsa de chucherías y todo el mundo se disfraza de su personaje preferido? 

¿Jesús nació el día 25 de diciembre?

En el caso del nacimiento de Jesús, los cristianos aprovecharon la celebración del Sol Invicto, principal deidad del panteón romano en el siglo IV. Esta asimilación de Cristo como dios Sol la encontramos en representaciones del siglo III, pero la primera mención escrita hay que buscarla en el año 336. La aceptación y adopción final del cristianismo como religión oficial del imperio terminó por imponer el culto a Cristo.
Antonio Piñero, catedrático de Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid, especializado en lengua y literatura del cristianismo primitivo, señala que es poco probable que Jesús naciera en época invernal porque el Evangelio de Lucas (2:8) indica que cuando nació Jesús los pastores guardaban sus rebaños al raso, algo improbable en diciembre. "Dioniso el Exiguo aceptó como fecha de nacimiento de Jesús el 25 de diciembre fiándose de una tradición ya consolidada en su época. El monje ignoraba quizás que tal fecha había sido establecida artificialmente por la Iglesia tan solo un par de siglos antes, de modo que el nacimiento de Cristo se superpusiera a la fiesta del Sol invicto. Asi se obligabaa las gentes recién convertidas del paganismo a olvidarse del dios pagano y a celebrar en ese día el nacimiento de Jesús", indica el historiador en su obra Ciudadano Jesús.

Otro de los motivos para evitar cualquier fanatismo en torno a las “tradiciones propias” es echar un vistazo a la propia historia y evolución de los elementos más conocidos. Si nos limitáramos a los primeros escritos cristianos deberíamos decantarnos por el naticio en una fecha primaveral y desmontar medio Belén, reyes magos incluidos, puesto que la Biblia no especifica ni el número, ni el origen. El evangelio de Mateo nos ofrece la única descripción de los que ahora conocemos como Reyes Magos:

“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,  diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. (...) “Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.  Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”.

El texto, escrito unos cincuenta años después del nacimiento de Cristo, no cita ni el número de magos, ni sus nombres, y no menciona nada respecto a su edad o apariencia física. Tan solo que vienen de Oriente guiados por una estrella y que entregan tres presentes: oro, incienso y mirra.

La Biblia no cita ni el número de magos, ni sus nombres, y no menciona nada respecto a su edad o apariencia física

El sincretismo de las festividades

Pese al purismo ideológico de muchos, las festividades se caracterizaran por un sincretismo y una adaptación que las convierten en un elemento robusto y casi invencible ante cualquier ideología de turno. Las distintas religiones, tradiciones y modas se van acoplando una sobre otra adaptándose al momento y lugar y creando préstamos culturales que enriquecen la fiesta.

Un consejo para todos estos Grinch, si el festejo en cuestión trae días libres y es divertido va a triunfar y se va a imponer a otras tradiciones. Por supuesto que la influencia y el marketing del Imperio estadounidense actúan como una bola de demolición, pero en general, la gente adopta las costumbres y prácticas que le parecen mejor. Por eso seguimos jugando al fútbol, un partido de béisbol nos parece una lata incomprensible y consideramos la Super Bowl un evento musical por mucho que nos hayamos criado con películas protagonizadas por quarterbacks y animadoras. 

En la práctica, para la mayor parte de la población, las Navidades son una festividad familiar laica, aunque durante un mes, Jesús, José y María presidan el salón. La Sagrada Familia está tan desacralizada como Papá Noel. Y si analizáramos la procedencia última de cada uno de los detalles de estos días, nos sorprendería el origen pagano de la mayoría de ellos. Celebren o no la Navidad, pero dejen de dar la murga a su compañero de mesa sobre el pasaporte de Papá Noel o el malvado consumismo al que nos empuja su llegada.

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