Tras el éxito de las dos primeras tandas de episodios de 'Paquita Salas', Javier Calvo y Javier Ambrossi han confeccionado una tercera temporada para Netflix. Seis capítulos en los que la representante de famosos, interpretada por Brays Efe, consigue cambiar ágilmente de registro para pasar del humor más delirante al drama más amargo.
Los Javis pretenden conseguir una vuelta a los orígenes de 'Paquita Salas'. Sin embargo, aunque las nuevas entregas no defraudan, solo albergan retazos de la primera temporada que consiguió enamorar a los espectadores. Además, un sinfín de rostros conocidos en forma de cameos opacan, en ocasiones, los relatos principales.
Excelente reparto con Brays Efe a la cabeza
'Paquita Salas' es una serie que gira en torno a la vida del personaje de Brays Efe: una representante venida a menos que vivió la era de oro del show business, pero que fue oxidándose con el paso de los años. En esta temporada, el actor consigue que Paquita explore nuevos registros sin dejar de hacer reír. Es un ser ficcional magnético, que ha sabido generar una atmósfera única de la que se nutren el resto de personajes y contenidos derivados.
No se pueden pasar por alto los otros dos pilares de esta tercera temporada. Belén Cuesta, que interpreta a Magüi, adquiere una mayor envergadura y consigue, dramáticamente hablando, emanciparse de Paquita Salas para destacar en un plano principal con un episodio en el que es protagonista. Yolanda Ramos, como Noemí Argüelles, también acapara sus momentos de gloria con delirantes giros cómicos.
También merece reconocimiento Lidia San José que, a pesar de su excelente labor, queda relegada por inercia a un segundo plano. Lo mismo sucede con Clara (Claudia Traisac) y Belinda Washington. Por otro lado, Terelu Campos encarna a la despiadada Bárbara Valiente, jefa del showroom B-Fashion. Si bien está correcta en su papel de némesis de Paquita, su interpretación queda cercenada por la fuerza del resto de los personajes.
Crítica a los medios y a las redes sociales
La mayor virtud de la serie de Los Javis es su capacidad para conectar con los jóvenes pertenecientes, sociológicamente hablando, a los millenials y a la generación Z. Lo hace a través del tratamiento de temas como las redes sociales, los fenómenos virales o el acoso mediático.
Estos asuntos se integran perfectamente en una trama en la que Paquita Salas, sin conocimientos ni habilidades digitales, tiene que dejarse asesorar e ir aprendiendo cómo estas nuevas herramientas se convertirán en la base de 'Nuevo PS', su recién creada agencia que hereda su nombre del extinto 'PS Management'.
Para dar un guantazo sin mano a los haters y a los medios que se nutren de la polémica se recurre a dos tramas. La primera es un boicot a un proyecto en el que Lidia San José, ha de interpretar a un hombre trans. Los Javis aprovechan la oportunidad para denunciar la situación de las actrices transexuales, habitualmente marginadas en el mundo cinematográfico. Con esta situación, Paquita se da cuenta del poder de las redes sociales y Noemí Argüelles (Yolanda Ramos) se une a su equipo en calidad de community manager.
La segunda, es un vídeo viral de contenido erótico protagonizado por Belinda Washington, una de las protagonistas de esta temporada que también se da vida a sí misma. Las integrantes de 'Nuevo PS' sufren el escarnio de los tuiteros y de la prensa, que buitrean el acontecimiento sin piedad. Una filtración que supone un mazazo para la agencia, que, finalmente, consigue rentabilizar la polémica.
Una serie con vocación de photocall
Los cameos son una de las señas de identidad de 'Paquita Salas'. Sin embargo, en esta temporada 3, Los Javis se han excedido en la cantidad. Si bien es cierto que la aparición e implicación en la trama de actores y actrices internacionales como Josh Hutcherson (Los juegos del hambre) o Úrsula Coberó puede resultar interesante, hay infinidad de apariciones que sobran.
Cayetana Guillén Cuervo, Pelayo Díaz, Agatha Ruiz de la Prada, Pepino Marino y Crawford, Benja de la Rosa, Percebes y Grelos... son algunos de los numerosos famosos que aparecen en la ficción. A estos hay que sumarles a Miki, Marilia, Famous, Marta y Manu Guix, provenientes de 'Operación Triunfo'. Todos ellos pertenecientes al círculo de los creadores que, en un intento de nutrir su narración con pequeñas apariciones de sus amistades, distraen al espectador e, incluso, eclipsan los conflictos principales.
No puede quedar sin mencionar la aparición de algunos periodistas dedicados a la crítica audiovisual en el photocall de una de las fiestas que aparece en los capítulos. Un hecho que, de cara al público, puede interpretarse como una astuta maniobra para ganarse el favor de la prensa especializada a cambio de unos segundos de gloria.
Entretenimiento asegurado y potencial por explotar
Si eres un espectador asiduo de series de Netflix, la tercera temporada de 'Paquita Salas' conseguirá hacerte pasar un buen rato y arrancarte más de una carcajada. Supone un salto cualitativo con respecto a la anterior y recupera parte de la esencia de sus inicios, a pesar de verse perjudicada por el exceso de celebrities.
De lo que no hay duda es de que la serie ha creado un universo que aún puede expandirse mucho más y que contiene estrellas capaces de deslumbrar con luz propia, sin tener que recurrir a personajes ajenos a su narrativa.
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