Cada día que abrimos nuestras redes sociales nos encontramos con un nuevo desastre en el sector de la música en directo: las aglomeraciones del primer día del Primavera Sound, el maltrato a los fans de Marc Anthony o la cancelación a última hora del Fan Fan Fest. Por eso hay que admirar, más allá de afinidades estéticas, que el festival madrileño Paraíso opte por decrecer para mimar la experiencia hasta quedarse en 8.500 asistentes al día. Comandado por José Morán, fundador del pionero Festival Internacional de Benicássim, Paraíso se celebra en la Universidad Complutenese de Madrid el próximo fin de semana: viernes 24 y sábado 25. Se le suelen definir como el hermano pequeño del Sónar, pero su resistencia ante la masificación les consolida como una cita con carácter propio
En las entrevistas promocionales, Morán explica con claridad las aspiraciones de Paraíso. Por ejemplo, en esta de Beat Burger de hace un par de años: “Es un festival muy cómodo, por su localización muy próxima al centro de Madrid, y por la facilidad de movilidad dentro del recinto, que es en su totalidad al aire libre. Además prestamos mucha atención a los detalles y vamos más allá de la música con instalaciones artísticas, un área gastronómica donde los menús se elaboran con productos orgánicos y de proximidad, un área gaming con vídeojuegos vintage y realidad virtual, aparte de múltiples áreas de descanso. Además, la sostenibilidad es un eje sobre el que se articula todo el festival. Creo que es muy importante poner el foco de atención en todo el contenido, el futuro es experiencial y cada detalle debe contribuir en una mayor y mejor experiencia para los asistentes”, señala Morán.
¿Qué artistas cabe destacar en su cartel? Esto siempre es opinable, pero en Vozpópuli apostamos por el cierre del sábado con el discjockey británico Ben UFO, experto en hacer música experimental capaz de seducir a cualquier oyente. Así lo explicaba hace ocho años a la revista digital Crack: “Hace poco leí un texto con lo que me identifiqué bastante: alguien defendía que la música más interesante es la que se las apaña para hacer que colapsen las distinciones entre lo accesible y lo sofisticado, lo populista y lo vanguardista, la música que convierte estas jerarquías en irrelevantes”, explicaba. Un pensamiento natural en alguien que creció al calor de la cultura rave (vertiente jungle y drum & bass) y siempre sigue de cerca ritmos negros como el dubstep, el house, el garaje, el grime y el hip-hop. Su aportación es manejarlos con máximo rigor y elegancia.
Paraíso electrónico
Otro nombre destacable es Flaca, que ofrecerá una sesión de DJ rebosante de perreo y ritmos urbanos. Integrante del combativo colectivo Chica, esta Argentina de 24 años emigrada a Madrid, se ha ganado a los fiesteros de la capital por sus buenas vibraciones. “Algo que es fundamental, y es algo que yo también intento aplicar en mi trabajo todo el tiempo, es la noción de colectividad. Hay que dar la mano a los que vienen por detrás o a tus propios colegas, sabes. Para mí es fundamental generar colectivo, ayudar, es de lógica hermano. Cuanto más crezca esto, mejor para todos. Yo no tengo esa noción de que me van a quitar el sitio, no. Yo tengo mi sitio y la persona que venga por detrás tendrá el suyo porque somos diferentes”, explica.
Paraíso va ampliando su abanico estético y conformando carteles cada vez más frescos para quien quiera bailar sin límites pero sin los agobios
Otra artista femenina que ha despertado expectación es la británica Shygirl, colaboradora del inclasificable Arca y propensa a mezclar elementos muy diversos (dubstep, EDM, pop de discoteca) en sus piezas inspiradas en el desenfreno sexual y la ruptura de convenciones sociales. ¿Más apariciones destacables? El gallego Baiuca y su incorporación del folclore gallego al planeta electrónico. También la sesión conjunta de Pional y John Talabot, dos productores claves de la escena electrónica española reciente, ambos con prestigio internacional. Cualquier cosa puede esperarse de nombres clásicos sobrados de recursos como Roman Flugel, Ivan Smagghe y Seth Troxler. Dentro de sus coordenadas de festival boutique, Paraíso va ampliando su abanico estético y conformando carteles cada vez más frescos para quien quiera bailar sin límites pero sin los agobios de la mayoría de los macrofestivales. En este enlace pueden conseguirse las entradas.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación