Un intelectual de izquierdas, revolucionario, comunista, contestón y... atracador. Pierre Goldman se convirtió en un rostro notablemente conocido en la sociedad francesa de los años 70. No fue gracias a sus obras ni a su activismo, sino que protagonizó uno de los juicios más mediáticos y controvertidos del siglo XX, un largo proceso del que muchos han escrito y hablado y, del que ahora, se estrena la excelente película 'El caso Goldman' en Filmin.
Pocos pueden negar que, cada vez más plataformas, y uno podría atreverse a decir que cada vez con mayor asiduidad, incluyen en sus catálogos mensuales series o filmes del género 'true crime', sobre tramas judiciales y los casos más mediáticos.
En medio de esta incesante publicación de contenidos, el debate está instalado: ¿los espectadores se están adhiriendo al morbo y el sensacionalismo copa la ficción? O, ¿es realmente interesante conocer qué hay detrás de dichos casos y cómo fueron sus procesos judiciales?
Ganador del César a mejor actor
En este caso concreto, 'El caso Goldman', dirigida por Cédric Kahn ('El creyente', 'Makinf Of') y protagonizada por Arieh Worthalter -ganador del César a mejor actor por esta película-, sumerge al espectador en un juicio del que no había actas ni imágenes de vídeo, ya que en Francia está prohibido grabar dentro de los tribunales. Sí hay multitud de declaraciones, noticias, libros, testimonios y las propias memorias del protagonista. Todo ello, sumado a la creatividad de Kahn, dio lugar a una obra maestra.
En el filme de Kahn, son tan protagonistas como el acusado el acoso de los flashes, los abucheos, las chanzas y los gritos y aplausos de un séquito de fans en pleno juicio.
Como si de un documental se tratase, a través de una cámara instalada en el interior de un tribunal, el espectador se siente parte de los asistentes. Asimismo, el tratamiento de la imagen permite disfrutar de una cinta que parece estar grabada en el momento en el que ocurrieron los hechos.
El cineasta consigue retratar la personalidad e intención del protagonista, altivo y arrogante a la par que natural y espontáneo, pero también logra desvelar una ingente cantidad de testimonios racistas, lucha de ideologías políticas y prejuicios que evidenciaba por aquel entonces a la sociedad francesa. Todo ello, manteniendo la duda constante en el espectador sobre si realmente fue inocente o cometió los asesinatos.
La historia real de 'El caso Goldman'
El filme está basado en un caso real ocurrido a mediados de los años 70 en el país vecino. El mencionado Pierre Goldam era considerado un intelectual de izquierdas, revolucionario que ingresó en las juventudes comunistas francesas, que ocupó un cargo en el servicio de orden de la Unión de Estudiantes Comunistas del país y que pasó un año en la guerrilla venezolana de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional.
Goldman nació a finales de la Segunda Guerra Mundial (1944) en el seno de una familia de judíos polacos que escaparon de los nazis y se refugiaron en Francia, participando activamente en la Resistencia Francesa en Lyon. Entre otras cosas, se ocuparon de transportar armas en la cuna de su hijo para los Francotiradores y Partisanos.
El galo regresó a Francia en septiembre de 1969, donde cometió tres atracos a mano armada en París: en una farmacia, en una tienda de alta costura y a un agente de los subsidios estatales. Sin embargo, alguien le acusó de un robo de otra farmacia que terminó con dos asesinatos.
El atraco se produjo el 19 de diciembre de 1969 en el distrito XIX de París, a las 20.00 horas de la tarde en un establecimiento cercano a la Plaza de la Bastilla. El atracador asesinó a dos farmacéuticas, Simone Delaunay y Jeanne Aubert, e hirió de gravedad de un disparo a un cliente y agente de policía, Gérard Quinet, que no estaba de servicio.
Hay una cita que puede resumirlo todo: "Se trata del voyeurismo enfermizo de la justicia".
Este mismo policía identificó, mediante una fotografía y una posterior rueda de reconocimiento, a Pierre Goldman como autor del crimen.
El 8 de abril de 1970 Goldman fue detenido, acusado de tres robos a mano armada y un cuarto con doble asesinato. El francés admitió los tres primeros, pero negó de forma tajante que se tratase del autor de la muerte de esas dos personas.
No obstante, sus intentos de demostrar que era inocente del crimen fueron en vano y, tras comparecer en el Tribunal Penal de la capital, en diciembre de 1974 fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua por todos los delitos, incluidos los de asesinato.
Goldman apeló y logró que se celebrase un segundo proceso dos años después que conmocionó al país. El protagonista logró la atención de toda la sociedad y en la sala se vislumbraron los rostros de grandes intelectuales como Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Roland Barthes, Yves Montand y Michel Foucault.
El delincuente rechazó una defensa al uso, también testigos que pudieran excuparlo. Quería demostrar que estaba plenamente seguro de que él no había asesinado a nadie. Fue un espectáculo, como queda fielmente demostrado en la cinta de Kahn. Un show al que se están viendo expuestos numerosos casos -cada vez más- y que siembran en los ciudadanos dudas sobre los límites del ser humano, la moralidad y la ética, a veces inexistentes, que provocan el cuestionamiento sobre si verdaderamente la sentencia de un jurado popular tan expuesto puede ser justa e imparcial.
El segundo proceso limitó la condena a 12 años de prisión por los tres atracos, le absolvió de los de asesinato y le dejó en libertad. Sin embargo, tras su absolución, no sabía que solo le quedarían tres años de vida.
En 1979, con 35 años, Goldman fue asesinado. Aunque las causas no están del todo claras a día de hoy, el caso señaló que tres hombres dispararon al activista en una plaza del distrito XIII de París. Posteriormente, lo reivindicó la organización Honor a la Policía, también un exmercenario de ideología extremista.
Otra de las teorías señalaba a policías de extrema derecha, servicios secretos franceses e, incluso,de la mafia marsellesa bajo las órdenes de los GAL, pues se decía que Goldman podía entregaba armas a la banda terrorista ETA. Pero, todo ello, sin haberse confirmado ni comprobado a día de hoy.
Goldman fue enterrado en el cementerio Pére Lachaise, al que acudieron entre 12.000 y 15.000 personas, entre las que se encontraron, entre otros, Sartre y Beauvoir.
Los juicios y el cine
Esta cinta -que se estrenó en Francia en septiembre de 2023 pero se pudo ver en los cines de España el pasado mes de marzo- guarda similitudes con otra magistral película francesa muy reciente, 'Anatomía de una caída', de Justine Triet y que se llevó el premio Oscar a mejor guion original en la última edición.
Mientras 'Anatomía de una caída' se adentra en una relación de pareja y la profundida del ser individual, 'El caso Goldman' es un reflejo de la sociedad, no solo de los años 70, sino de la más actual.
En el filme de Kahn, son tan protagonistas como el acusado el acoso de los flashes, los abucheos, las chanzas, los insultos y los gritos y aplausos de un séquito de fans en pleno juicio. Hay una cita que puede resumirlo todo: "Se trata del voyeurismo enfermizo de la justicia".
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación