Que algo ocurre en la política española salta a la vista, aunque en esta ocasión el asunto va más de literatura que de transfuguismo. Movidos por una pulsión creativa, algunos se están pasando a la novela. En medio del empujón editorial que ha pegado Mariano Rajoy al convertirse en best seller con sus memorias, otros dos personajes vinculados a su partido, Fernando Benzo y Esteban González Pons, han decidido dar el paso, pero no al ensayo, sino a la ficción. El primero porque retoma su vocación y el otro porque incursiona en ella.
Los trasvases de la literatura a la política fueron cosa común en un tiempo. Desde aquel Mario Vargas Llosa en su carrera por la presidencia de Perú, hasta Álvaro Pombo o Fernando Savater, quienes demostraron de forma intermitente cómo un escritor puede pasar a la política. De las generaciones más recientes, lo han hecho también César Antonio Molina o Marta Rivera de la Cruz, que desde hace cinco años se dedica exclusivamente a sus tareas políticas: primero como diputada de Ciudadanos y ahora como concejal de Cultura de la Comunidad de Madrid.
El salto de la literatura a la política suele ser más común de lo que parece, pero el recorrido contrario resulta algo más atípico. Una rareza si se compara con otros tiempos: desde un Winston Churchill que se ganó el Nobel de Literatura hasta los elogiados discursos de Azaña. Y en lo que a los últimos años respecta, se podrían citar algunos ejemplos puntuales. Por ejemplo, el exfiscal Eduardo Torres-Dulce con su libro Jinetes en el cielo. Aunque en su caso no se cumple del todo a rajatabla. Aquel era un ensayo sobre el cine de John Ford, no una novela, que es el género que nos ocupa.
Retomar la vocación…
Fernando Benzo inauguró el calendario editorial de este año durante la primera quincena de enero. El secretario de Estado de Cultura en la pasada legislatura del PP y ahora responsable de Madrid Destino en el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida desembarcó en las librerías con Nunca fuimos héroes (Planeta), una novela que se reparte entre el policíaco y el género negro. La novela narra una vieja persecución de un agente de policía contra un terrorista al que durante años ha dado caza y que, de pronto, reaparece. El argumento le da pie a Benz para trazar una panorámica de los últimos 40 años de vida política en España.
Según sus editores, Nunca fuimos héroes es una novela que hace las veces espejo a la aclamada Patria, de Fernando Aramburu. Compararlo con el mayor best seller literario en años quizá no sea una buena idea. Sin embargo, hay que decir que Benzo no inaugura una vocación, la retoma. Benzo escribe desde muy joven. Con 23 años publicó Los años felices (Premio Castilla-La Mancha). Continuó con relatos y siguió con las novelas Mary Lou y la vida cómoda (Premio Kutxa – Ciudad de Irún), La traición de las sirenas, Después de la lluvia (Premio Ciudad de Majadahonda), Los náufragos de la Plaza Mayor, Nunca repetiré tu nombre y Las cenizas de la inocencia.
En los últimos años se ha dedicado a la gestión cultural pública y ha sido subsecretario de Educación, Cultura y Deporte y secretario de Estado de Cultura. Nunca fuimos héroes le permitió mezclar la novela policíaca con sus experiencias y conocimientos de la lucha antiterrorista, en una mezcla de ficción y realidad.
Eurodiputado escribe novelas de amor
Hijo de poeta, el eurodiputado por el PP, Esteban González Pons, publica su primera novela con Espasa, sello que pertenece al grupo Planeta. El libro tiene por título Ellas, en cuyas páginas narra una historia de amor ambientada en la Valencia de los años 60 y los 70. Tras una vida previsible y gris, y aguijoneado por la nostalgia de su primer amor, Jaime Monzón decide suicidarse. Para conseguirlo pide ayuda a Eme, aquella niña de la que se enamoró un verano de los años cercanos a la Transición. Ellas, que alude al reparto de las mujeres que formaron parte de la vida del protagonista, sirve para trazar una postal de la España de los últimos años. La novela se ha publicado esta misma semana.
Entre medias, el mercado editorial vuelve a tirar de figuras públicas para transformarlas en autores. El próximo será Albert Rivera. Después del varapalo electoral del partido que él mismo fundó y con el que se presentó como candidato a presidir la Moncloa en varias oportunidades, Rivera dio un paso atrás y anunció su salida de la política. Cuando no se cumplen aún seis meses de su decisión, vuelve con Un ciudadano libre, que se publicará el 31 de marzo. Con este, Rivera acumula ya su tercer libro tras Juntos Podemos (2014) y El cambio sensato (2015). También Santi Vila publica la semana próxima Vencer y convencer con Península.
Después de Manual de resistencia, el libro en el que Pedro Sánchez glosa su travesía del fracaso a La Moncloa, resurgió el capítulo editorial de los políticos retirados. El rebrote comenzó con Jorge Fernández Díaz y con un ensayo político firmado por Alberto Garzón. Ambos serán publicados por Península. Tan solo en diciembre de 2019 el exministro José Bono, Manuela Carmena y Mariano Rajoy sacaron algo parecido a unas memorias, aunque en el caso del popular, el morbo por conocer los detalles de la moción de censura dispararon las ventas de Plaza&Janés.
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