La 28 edición de los premios Goya será recordada como la primera en la que un ministro de Cultura no asiste a la gala de entrega, en principio, por problemas de agenda. En su lugar, fue el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, quien escuchó con una media sonrisa casi impasible los comentarios y reproches hacia la gestión del titular de la cartera.
El propio presentador de la gala, Manel Fuentes, ya bromeaba en la alfombra roja preguntando a los periodistas si sabían que Wert no iba a asistir. "¿Estáis seguros? Si es así me voy a cambiar el guión, que conste que soy de los que se lo trabajan hasta el último momento. Hasta que no salga no hago planes", decía, aunque admitía que no le pesaba la ausencia del ministro ya que él pretendía hablar de cine.
"Su ausencia es una chulería que refleja su rechazo absoluto y consciente hacia la cultura. Nuestro cine está muy por encima de nuestro ministro anticultura", decía Javier Bardem
También en la alfombra roja se pudo ver a Juan Antonio Bayona, director de "Lo Imposible", comentando que la ausencia del ministro es la constatación de la brecha entre el sector y el Gobierno, y poco después se veía a Pilar Bardem junto a sus hijos Javier y Carlos, que antes de entrar al Centro de Congresos Príncipe Felipe mostraron su apoyo con los trabajadores de Coca-Cola concentrados en la puerta. Pilar Bardem posaba en el photocall con una pegatina de la compañía, mientras Javier se despachaba contra Wert antes y durante la ceremonia. "Su ausencia es una chulería que refleja su rechazo absoluto y consciente hacia la industria", anunciaba antes de entrar.
"Nuestra industria, nuestro cine, hecho con muchísimo cariño, con esfuerzo, con disciplina y con muchísimo talento, está muy por encima de nuestro ministro anticultura. Afortunadamente los ciudadanos siempre están por encima de sus políticos", decía haciendo un guiño a la 'marea blanca de esperanza' en presencia del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Mariano Barroso pedía la dimisión de Wert, alegando que si el ministro de Defensa no fuera al desfile de las FFAA al día siguiente su jefe lo despediría
Poco antes, en su discurso inicial, el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, también se mostró firme al denunciar los problemas por los que atraviesa el sector, y aunque sin mencionar al ministro en ningún momento, sí habló de que "nada ni nadie va a poder acabar con los sueños de la gente del cine". Alto y claro volvió a recordar el año difícil, otro más, que ha vivido el cine. "No vengo a quejarme, aunque motivos no faltan", exclamaba para referirse a esa "injusticia del IVA cultural al 21%".
Muchos de los que pasaron por el atril a recoger su premio se acordaron de José Ignacio Wert, como Mariano Barroso, Goya al mejor guión adaptado por "Todas las mujeres", que pidió la dimisión del titular de Cultura. "Si el de Defensa no asistiera al desfile de las Fuerzas Armadas seguro que le cesaría su jefe, aunque me temo que este jefe manda poco", comentaba. También Roberto Álamo, mejor actor de reparto, se lamentaba de la ausencia del ministro. "¡Ay, Wert, Wert! Me has deshonrado. Me hubiera gustado que me hubieras honrado con tu presencia", pronunciaba.
"A mí me la suda -que no venga-, yo lo que quiero es que apoyen la Cultura, que para eso les pagamos el sueldo, son nuestros empleados", decía Fernando Trueba
Aunque de modo más indirecto, David Trueba tampoco quiso dejar pasar la oportunidad y al recoger su Goya al mejor guión por "Vivir es fácil con los ojos cerrados" hizo un homenaje a la "gente sencilla". "Somos un país pobre en dinero, en recursos naturales... pero rico en gente que no tiene visibilidad, honesta, entregada, que hace bien su trabajo", señalaba. Poco después, al recoger el premio al mejor director, defendió a sus compañeros de profesión, queridos por la gente de la calle, frente a los insultos de otros. "¡Qué sería de la vida sin el insulto de quien nos debe insultar!", proclamaba.
En su última subida al escenario, el director de la mejor película, quien había excusado la ausencia del ministro alegando que "primero tendrá que solucionar asuntos propios", animó a las gentes del cine, "que votan a todos los partidos", a "ir por Cataluña" para decirles a los catalanes "que les queremos". "Quien no viene a una fiesta es porque no quiere fiesta", había comentado antes de la gala.
Por su parte su hermano, Fernando Trueba, fue más radical al explicar sobre la ausencia del ministro que "a mí me la suda, yo lo que quiero es que apoyen la Cultura, que para eso les pagamos el sueldo, son nuestros empleados. Vivimos en un mundo dirigido por contables, y así nos va. Un ministro debe dejarse la piel".
Natalia de Molina, mejor actriz revelación, aprovechó una frase clave de su personaje y exclamó: "Yo no quiero que nadie decida por mí", en relación a la reforma del aborto
Las quejas de ellas
También algunas de las actrices premiadas decidieron dejar constancia de su descontento con cuestiones como el aborto o los problemas económicos. Marian Álvarez, Goya a la mejor actriz protagonista por su trabajo en "La herida", comentó ya fuera de la gala que mañana (por este lunes) no sabría si podría pagar su casa y que devolvería el vestido y las joyas y demás. Previamente, dijo con su premio en la mano que "no vamos a permitir (las mujeres) que nada ni nadie decida por nosotras".
Natalia de Molina, Goya a la mejor actriz revelación por la película de David Trueba, hizo suyo en el escenario el personaje que interpreta en la cinta premiada como mejor película, y declaró, alto y fuerte, que no quiere que nadie decida por ella, en referencia a la reforma de la ley del aborto.
"El sabrá, él es que tiene la responsabilidad y si no ha venido, es su decisión. Para nosotros, y creo que hablo un poco por todos, ha sido una sorpresa; que falte el ministro a un evento tan importante para la cultura española es extraño cuanto menos", decía la nominada como mejor actriz principal, Aura Garrido, protagonista de "Stockholm".
La expresidenta de la Academia calificó la ausencia de "error y agravio al cine español", ya que "si temía un chaparrón, le va en el cargo y es su obligación acudir al evento más importante del cine"
Por su parte, la actriz Aitana Sánchez Gijón, que fue presidenta de la Academia de Cine entre 1998 y 2000, calificaba la ausencia de Wert de "un error" y de "un agravio al cine español". "Si temía un chaparrón, le va en el cargo y es su obligación asistir al evento más importante del cine" y no excusar su asistencia por "una pataleta por no haber asimilado lo que ocurrió" en la entrega de los Premios Forqué, donde recibió un aluvión de críticas por la falta de ayudas del Gobierno al cine y por subida del IVA cultural.
Prácticamente todos los actores tuvieron unas palabras a la entrada al Centro de Congresos Príncipe Felipe para la ausencia del ministro. José Coronado, Javier Cámara, Juan Diego Botto, Paco y María León, Michelle Jenner, Miguel Ángel Silvestre o Eduardo Noriega criticaron la "impresentable" ausencia de Wert, aunque alguno se mostró hasta contento, ya que el protagonismo así sería para el cine y no para el titular de Cultura, algo que inevitablemente no ocurrió así.
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