El Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales ha recaído este año en Juan Carlos Pérez Ferrer y Jesús Serrano Rodríguez por su proyecto del Oratorio de San Felipe Neri (Cádiz) y en Arsenio Sánchez Hernampérez por su trayectoria en el ámbito de la conservación del patrimonio cultural.
A diferencia de ediciones anteriores, este año el premio de restauración, dotado con 30.000 euros, se divide, en partes iguales, entre dos categorías, mejor proyecto y mejor trayectoria, ha informado el ministerio de Educación, Cultura y Deporte.En el caso de Pérez Ferrer y Serrano Rodríguez, el jurado ha valorado "el carácter interdisciplinar de la intervención, así como su alta calidad y excelente ejecución", y por el valor simbólico e inmaterial del bien cultural y su relación con la ciudad de Cádiz.
La reforma del Oratorio de San Felipe Neri, edificio en el que se proclamó la Constitución Española de 1812, se acometió de cara a la celebración de los actos del bicentenario de dicha promulgación. "Fue una restauración integral, desde los cimientos hasta el tejado, con un resultado muy uniforme e integrador", señaló Serrano Rodríguez nada más conocer el anuncio del premio, que ve como "un reconocimiento al trabajo de mucha gente". El edificio, recordó, se eligió en su día para albergar las Cortes Constituyentes, porque estaba alejado de la zona de batería y permanecía a salvo del bombardeo napoleónico, y porque su singular planta elíptica y diáfana permitía instalar un hemiciclo.
Tras la cesión temporal a la administración andaluza para los actos conmemorativos, el Oratorio ha vuelto ahora al Arzobispado de Cádiz. En cuanto a Arsenio Sánchez Hernampérez, el jurado ha destacado que "con su labor, la disciplina ha evolucionado hacia un nuevo paradigma científico y ético que sirve de modelo entre profesionales de la conservación y restauración así como de archivos y bibliotecas".
Especializado en la conservación de libros y documentos, Sánchez Hernampérez lleva trabajando desde 1989 en la Biblioteca Nacional y en los últimos años ha estado dedicado al fondo de impresos raros e incunables. "Para mí, es el tesoro de la Biblioteca Nacional", dijo el restaurador. "No se trata sólo de los libros en sí, sino de las historias que hay detrás, muchos han pasado por guerras, incendios o han sido vandalizados por la Inquisición", apuntó.
En todos estos años, su principal motivación ha sido "dignificar a los artesanos del pasado, el amor que le ponían a la forma de crear", aseguró este experto en archivística, agradecido porque el premio haya reparado en "el hermano pobre del patrimonio histórico". Sánchez Hernampérez también ha desarrollado una importante labor docente y ha trabajado en el exterior en proyectos como la recuperación de la Biblioteca de Sarajevo. "Estoy muy emocionado, han sido muchos años de trabajo", dijo.
El jurado del premio ha estado presidido por Jesús Prieto, director General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas.Entre los vocales han estado Andrés Cánovas, representante del Premio Nacional de Restauración 2012; María Rosa Suárez-Inclán, presidenta del Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) y Pilar Morala, decana del Colegio Oficial de Arquitectos de León, entre otros especialistas.
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