El fotoperiodista estadounidense James Nachtwey, conocido por sus cuatro décadas de trabajo en zonas de guerra, campos de refugiados o ciudades afectadas por catástrofes naturales o ataques terroristas, ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016.
La candidatura de Nachtwey (Siracusa, Nueva York, 1948), que fue propuesta por el vicedecano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Jordi Rodríguez Virgili, se ha impuesto a otras como las del guionista estadounidense Aaron Sorkin, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) o el biólogo y especialista en evolución Francisco José Ayala.
Se trata del segundo premio en fallarse después de que se le concediera esl princesa de Asturias de las Artes a Nuria Espert
Al igual que los otros siete premios que concede la Fundación Princesa de Asturias, el galardón, que será entregado durante una ceremonia en el Teatro Campoamor de Oviedo el próximo mes de octubre, está dotado con la reproducción de una escultura diseñada por Joan Miró, 50.000 euros, un diploma y una insignia. Este premio recayó el pasado año en el filósofo sevillano Emilio Lledó, mientras que en 2014 distinguió a Joaquín Salvador Lavado (Mendoza, Argentina, 1932), conocido popularmente como Quino y por ser el creador del personaje de "Mafalda".
Este es el segundo premio en fallarse en la XXXVI edición de estos premios internacionales, después de la pasada semana se concediera el premio a la actriz, directora y escenógrafa Núria Espert.
Icono del fotoperiodismo
Dos veces ganador del World Press Photo (1992 y 1994) y cinco Medallas de Oro Robert Capa (1992, 1993, 1998, 2001 y 2008), entre otros galardones, Nachtwey es uno de los más reputados fotoperiodistas y reporteros de guerra en activo del panorama periodístico mundial. Desde su primer trabajo internacional cubriendo el conflicto civil en Irlanda del Norte durante la huelga de hambre del IRA en 1981, Nachtwey ha recorrido más de treinta países plasmando con su cámara conflictos armados y desastres humanitarios.
Sus trabajos, mayoritariamente en blanco y negro, abarcan desde los conflictos bélicos (El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Líbano, Gaza y Cisjordania, Israel, Haití, Uganda y Chechenia) hasta las ruinas que dejan los conflictos civiles (Afganistán), los genocidios (Ruanda), los fratricidios (los Balcanes), la represión (Sudáfrica), la pobreza (Sri Lanka) o la degradación ambiental (Este de Europa), entre otros temas.
Sus trabajos, mayoritariamente en blanco y negro, abarcan desde los conflictos bélicos hasta el hambre, los fraticidios y la represión
Graduado en 1970 en Historia del Arte y Ciencias Políticas, Nachtwey reconoce que el impacto de las imágenes de la guerra de Vietnam y del movimiento por los derechos civiles de su país fue determinante en su decisión de convertirse en fotógrafo, según ha detallado la Fundación Princesa de Asturias, que convoca estos premios internacionales. Sus fotografías no eluden la crudeza del horror y de la injusticia sino que tratan de provocar en el espectador, desde la cercanía y el respeto, una reacción ante el genocidio, el hambre, la pobreza y el sufrimiento ajeno.
Premios, libros y otros reconocimientos
Algunas de sus fotografías se han convertido en iconos del fotoperiodismo, como el primer plano de perfil que tomó a un joven hutu en Ruanda en 1994, cuyo rostro está atravesado por las cicatrices de los machetazos, y que fue merecedora del World Press Photo of the Year Award de ese año.
Sus trabajos han pasado por el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York, la Biblioteca Nacional de Francia, el Palazzo delle Esposizioni de Roma, el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el Museo de Artes Fotográficas de San Diego, el Culturgest de Lisboa, el Massachusetts College of Art de Boston, la Nieuwe Kerk de Ámsterdam, el Carolinum de Praga y el Hasselblad Center de Göteborg (Suecia), entre otros.
Asimismo, ha publicado los libros Deeds of War (1989), en el que plasma los conflictos que cubrió entre 1981 y 1988; Inferno (1999), selección de imágenes tomadas entre 1990 y 1999 de la hambruna en Somalia, el genocidio de Ruanda, las guerras de Bosnia y Chechenia y de huérfanos abandonados en Rumanía e intocables de India, y Pietas (2013), resumen de sus mejores fotos. Protagonista del documental War Photographer, de Christian Frei (2001), es doctor honoris causa por la Universidad de Massachusetts y miembro honorario de la Royal Photographic Society (Reino Unido).
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