Albert Camus estaba escribiendo las últimas páginas de este libro cuando lo sorprendió la muerte. El manuscrito, de unas 144 páginas entonces, apareció dentro de un maletín negro hallado a pocos metros del árbol contra el que se estrelló el Face Vega que su editor Michel Gallimard conducía a gran velocidad cuando una rueda pinchó ocasionando el accidente. Fue imposible reconstruir el sentido de aquellos folios, hasta que la hija del escritor aportó unas claves para su publicación, en 1995, hace ya 25 años, con el título El primer hombre.
Protagonizada por Jacques Cormery, un personaje que hace las veces de alter-ego, Albert Camus vuelca en esta novela los episodios vitales en la historia de este hombre. Hijo de un emigrante que murió en el frente de la Primera Guerra Mundial, Cormery es el fruto de su unión con una menorquina analfabeta y casi muda. Sin padre, educado en un miserable barrio de las afueras de Argel por una abuela autoritaria, que le inflige castigos corporales ante una madre impotente, exhausta por su trabajo "en casas ajenas", Camus narra cómo ese niño va haciéndose lentamente, construyéndose a sí mismo, hasta el punto de retratarse en el que se considera uno de sus libros más conmovedores.
El manuscrito apareció dentro de un maletín negro hallado a pocos metros del árbol contra el que se estrelló el coche donde viajaba
Nacido en el seno de una modesta familia de emigrantes franceses, su infancia y gran parte de su juventud transcurrieron en Argelia. Inteligente y disciplinado, Camus empezó estudios de filosofía en la Universidad de Argel. Empezó a ser conocido como escritor en 1942, cuando se publicaron su novela corta El extranjero, ambientada en Argelia, y el ensayo El mito de Sísifo, obras que se complementan y que reflejan la influencia que sobre él tuvo el existencialismo. En las claves de esa biografía están los amasijos del niño que Camus narra en El primer hombre.
Divida entre la infancia y la juventud, esta novela póstuma contiene los puntos de fuga de un personaje complejo y aún polémico para la sociedad francesa. Durante la Segunda Guerra Mundial se implicó en los acontecimientos del momento: militó en la Resistencia y fue uno de los fundadores del periódico clandestino Combat, y de 1945 a 1947, fue su director y editorialista. Sus primeras obras de teatro, El malentendido y Calígula, prolongan esta línea de pensamiento que tanto debe al existencialismo, mientras los problemas que había planteado la guerra le inspiraron Cartas a un amigo alemán.
Entre la justicia y mi madre, elijo mi madre… dijo Albert Camus hace ya más 60 años, cuando recibió el Nobel de Literatura, en 1957. Fue su respuesta a un periodista que aquel día le pidió su opinión sobre Argelia,. Sí. Argelia. Aquel tema que atravesó su vida y su obra como una estaca. Dijo Hannah Arendt, que tanto Camus como su generación se vieron "tragados por la política como si los absorbiera la fuerza del vacío". Sin embargo, la verdadera responsabilidad intelectual del Nobel parecía alojarse en otro sitio, en una región más compleja de lo que éste significa. Y este libro forma parte de ese proceso.