Estados Unidos, principal aliado de Israel desde hace décadas, lleva varias semanas observando cómo la guerra en Gaza se cuela en la agenda de la política interna. El presidente Joe Biden sigue mostrando un apoyo “inquebrantable” a su aliado, pero en un año electoral, los demócratas tiemblan por la impopularidad entre parte de sus votantes de la actuación de Tel Aviv que ya ha dejado más de 34.000 muertos desde el inicio de la operación militar, tras el ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre donde murieron unas 1.200 personas. Las manifestaciones han dado paso a importantes protestas en campus universitarios en las que han sido detenidas más de 2.000 personas. La coincidencia del año electoral, las acampadas en edificios universitarios y los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad han recordado el ‘No a la guerra’ del Vietnam del año 1968, aunque las de 2024 no cuentan con el peso y músculo de la aquellos años.
"Están viendo asesinatos masivos como nosotros vimos en Vietnam", explicaba esta semana en una entrevista en TVE Mark Rudd uno de los jóvenes líderes de las protestas del 68 contra la guerra. El activista también considera que una de las principales diferencias es que las actuales no son violentas. Mientras que las de hace medio siglo dejaban decenas de muertos, en estas semanas se han registrado asaltos, ocupaciones y destrozos pero no ha habido ningún fallecido y el presidente Joe Biden ha defendido el derecho a la protesta, al tiempo que ha denunciado el “vandalismo y allanamiento” de algunos de los manifestantes.
El ‘No a la guerra’ es común aunque, por el momento, las protestas son minoritarias, no han superado el ámbito estudiantil, incluso en esta esfera no alcanzan una dimensión masiva. Pero la principal disparidad con respecto a los años de Vietnam es la propia implicación estadounidense. Parte del impacto del impacto de las protestas de Vietnam llegó por el hecho de ser las primeras retransmitidas en directo y color en las televisiones de todo el mundo. Millones de estadounidenses quedaron horrorizados ante los bombardeos, incendios y masacres de civiles perpetradas por sus compatriotas. Hoy los estudiantes norteamericanos piden que sus centros rompan lazos con las empresas que tienen vínculos económicos con Tel Aviv y acusan de “genocidio” a las acciones del Ejército israelí en Gaza, pero dichos actos no son cometidos por soldados con las barras y estrellas en la manga.
Otra gran diferencia, esta vez desde un punto de vista global es el agitado clima social de finales de los sesenta. 1968 es sinónimo de protesta, desde los adoquines de París a los disturbios raciales de Estados Unidos. En este último la crispación social estaba en uno de sus puntos álgidos con altercados que dejaban decenas de muertos y ponían al país al borde de la ruptura social. 1963 fue el año del atentado que le costó la vida presidente Kennedy y en estas fechas de 1968 todavía se lloraba el asesinato del activista por los derechos sociales, Martin Luther King. Un nuevo recordatorio para desconfiar de aquellos que declaran la actualidad como un periodo de insólita crispación política, 2024 es un remanso de paz comparado con media centuria atrás.
¿Llegarán a Europa?
Ambas orillas del Atlántico están mucho más calmadas con respecto a la primavera de hace medio siglo en la que París fue capital mundial de la protesta. No obstante, los campus franceses están comenzando a contagiarse de las manifestaciones americanas y algunos de los centros más prestigiosos del país han tenido que cerrar durante este viernes para evitar acampadas. Reducidos grupos de estudiantes acampan desde el jueves en edificios del Instituto de Estudios Políticos (Sciences Po) de París y el el anfiteatro del Instituto de Estudios Políticos de Lyon.
Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, este lunes la candidata del partido La Francia Insumisa, principal partido de la izquierda francesa, Rima Hassan, llamaba a la movilización durante un intento de acampada en la Universidad de la Sorbona de París: “Los estudiantes de la Sorbona movilizados para denunciar el genocidio en curso en Gaza. Es hora de un levantamiento, ¡apóyalos!
En el lado opuesto, la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Discriminación, Aurore Bergé, atacó a algunos de los manifestantes: “Cuando veo estudiantes con las manos rojas, que recuerdan imágenes de israelíes decapitados, hay dos soluciones: o no tienen educación o son antisemitas”, considerando que los manifestantes parisinos hacían referencia al asesinato de dos reservistas israelíes asesinados en Ramallah en el año 2000, en el que se hizo popular ese gesto.
Estrasburgo, Grenoble, Rennes y Toulouse han registrado protestas, así como algunas ciudades británicas como Newcastle, Edimburgo, Bristol, Leeds o Mánchester. En Italia, grupos de estudiantes se han movilizado en ciudades como Roma, Bolonia, Pisa y Turín, mientras que en España, medio centenar de estudiantes han acampado desde el miércoles en la facultad de Filosofía de la Universidad de Valencia.
jm15xy
Pues sí y no. Sí, porque como sucedía en aquel entonces, el internacionalismo y el idealismo de la extrema izquierda (y de la extrema izquierda estudiantil) siempre confunde asuntos ajenos y los asuntos propios, cosa que ha reaultado en protestas estudiantiles en todo el mundo. Y no, porque Estados Unidos no está peleando en Gaza en este momento (como tampoco está peleando en Ucrania) como sí sucedió en Vietnam del Sur, al menos en la fase final desde 1965. Lo que está haciendo el gobierno de Estados Unidos en Ucrania y en Gaza es dar apoyo económico, de armamento y apoyo político-diplomático, parecido a la política con Vietnam del Sur y el Vietnam Rojo en los años antes de entrar ellos mismos a asistir al gobierno de Vietnam del Sur en contra de la subversión roja interior y la amenaza exterior del Vietnam Rojo.
Lagoenol
El cuento de los anti semitas ya no engaña a nadie, primero porque los palestinos son semitas y si tuviéramos que comparar el ADN de uno y otro pueblo nos llevaríamos la sorpresa de que son más semitas los palestinos que la mayoría de los israelies que son askenazies procedentes de la Europa central y oriental y que son la consecuencia de las masivas emigraciones jázaras a esas zonas desde el siglo XIX, los jázaros eran un pueblo turcomano que se convirtió masivamente al judaísmo en el siglo VIII, pero no eran semitas, segundo porque no puedes parar cualquier crítica que se haga a la actuación de Israel con la misma cantinela siempre, ¿Verían razonable que cualquier crítica que se le hiciera a la Alemania de Hitler se descalificara como antigermana? ¿O cualquier crítica a la política del gobierno francés de motivada por el antigalismo? Es absurdo y ya cansa.
Norne Gaest
Me remito al comentario al artículo de hoy de Fernando Díaz Villanueva. El probable origen islámico de la tal Rima Hassan, candidata de la Francia Insumisa "principal partido de la izquierda francesa", esta en la línea de mi comentario a su columna "Año electoral, campus en llamas". Francia había conseguido, aparentemente, marginar al socialismo y comunismo, tan potentes antaños, pero está sucumbiendo ante la marea islámica y de extrema izquierda (seguro que se pretende progresista y antifascista, como en España), que ya ha hecho de este país un territorio hostil para los judíos y muchos barrios zonas inseguras..
ArchieEnVozpopuli
Antisemitas, cada día sois más impre&sentables y estáis más pertur$bados. No cabe duda, necesitáis un buen Vietnam, alistándoos obligatoriamente a todos, ellos, ellas y sobre todo los impre$sentables elles, ¡a ver si así se logra depurar a esa pia$ra de tar$ados que pulula por las Universidades de Occidente, todos ellos fruto del hedonismo más rep&ugnante y de la deg$radación más vil! En mi generación aprovechamos la Universidad para aprender y prepararnos para mejorar el mundo... ¿y utilizasteis las mejoras para esto? ¡Anathema sit!