Cultura

Queipo de Llano sembró el terror, pero no pronunció el discurso de las violaciones

Una de las citas más célebres atribuidas al militar golpista es un apócrifo, según demuestra la investigación del historiador Ángel Alcalde

Gonzalo Queipo de Llano fue un militar golpista, que se levantó contra la legalidad republicana, lideró la sangrienta represión en Sevilla, y promovió la violencia y el terror con decenas de discursos desde la radio. Se le atribuye la responsabilidad de 45.000 asesinados, y con la justicia actual es muy probable que fuera condenado por crímenes de lesa humanidad, sin embargo, una de las citas más conocidas y repetidas atribuidas al militar es un apócrifo.

Una de las alocuciones que posiblemente escuchen en los telediarios para ilustrar la barbarie del militar golpista es la del 23 de julio de 1936, en la que Queipo de Llano arenga y justifica la violación de mujeres republicanas:

“Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y a la vez a sus mujeres. Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar, por mucho que berreen y pataleen”.

El investigador y doctor en Historia David Alegre Lorenz que ha centrado su investigación en la historia de la guerra y los movimientos fascistas advertía este miércoles en su cuenta de Twitter sobre la falsedad de la cita, enlazando un artículo del también doctor en Historia Ángel Alcalde, actualmente profesor en la Universidad de Melbourne.

El artículo de Alcalde rastrea el origen de la infame cita atribuida a Queipo de Llano llegando a la conclusión de que es un apócrifo con fines propagandísticos. En primer lugar, hay que dejar claro que el audio es una recreación, en la época apenas existían métodos de grabación y la mayoría de los discursos que nos han llegado, como señala Alcalde, son transcripciones plasmadas en la prensa que a su vez habían pasado el filtro de la autocensura y la censura.

El historiador evidencia que el origen de la cita original es Arthur Koestler, un comunista húngaro que viajó a Sevilla durante durante el mes de agosto de 1936. Aunque llegaba con la condición de periodista, su misión tenía más que ver con el espionaje y con la intención de recoger pruebas de la intervención germana en favor de los rebeldes españoles.

Koestler estuvo en la capital andaluza entre el 27 y el 29 de agosto y entrevistó a Queipo de Llano, después se marchó a Gibraltar. En enero de 1937 publicó un libro de propaganda prorrepublicana en alemán que se titularía Menschenopfer unerhört, Ein Schwarzbuch über Spanien (Sacrificios humanos inauditos, Un libro negro sobre España) que incluía la famosa cita y otras de Queipo de Llano. Como señala Alcalde, de los seis ejemplos de frases atribuidas al militar rebelde que el escritor recogió, puede localizarse y documentarse la fuente de la información original en todos ellos, excepto el que nos atañe. El investigador concluye: “toda la evidencia histórica apunta a que la frase atribuida a Queipo fechada el 23 de julio fue inventada, aunque estuviese inspirada, eso sí, en el carácter de los comentarios denigratorios y sexualizados sobre las mujeres republicanas, particularmente sobre la Pasionaria, que fueron emitidos en julio y agosto de 1936 y que el mismo Koestler pudo haber oído o leído durante su fugaz paso por Sevilla a finales de ese mes”.

Durante la guerra, la prensa de ambos bandos negó las acusaciones de violación y culpó al enemigo de cometer agresiones sexuales para mostrar la brutalidad del enemigo. Queipo de Llano sexualizó e hizo bromas denigrantes, misóginas y machistas sobre La Pasionaria y las mujeres de izquierda. Las propias autoridades republicanas relacionaron los discursos de Queipo de Llano con las violaciones perpetradas por las tropas sublevadas, al mismo tiempo que el militar africanista acusaba al Frente Popular de haber dado órdenes de violar a mujeres del bando sublevado.

El testimonio que más se aproxima a la incitación de las violaciones lo encontramos recogido en ABC cuando el 29 de agosto cuando Queipo se alegraba de una victoria en Talavera en la que habían caído muchos prisioneros y prisioneras, y apostillaba "¡Qué contentos van a ponerse los regulares, y qué envidiosa la Pasionaria!". 

Los discursos pronunciados a través de Radio-Sevilla muestran la crueldad del personaje. El mismo 18 de julio de 1936 anunciaba que las tropas sublevadas iban a dar caza "como alimañas" a los resistentes sevillanos. Durante las siguientes jornadas, se complacía del "duro castigo" que sus hombres estaban imponiendo a los "alborotadores de Triana", o a "matar como un perro" al enemigo. Además, según el historiador Ian Gibson, en medio de esta brutal represión de los primeros días de la contienda, Queipo de Llano fue responsable directo del fusilamiento del poeta Federico García Lorca.

Para saber más

'Queipo de Llano, Koestler y las violaciones de mujeres en la guerra civil española', de Ángel Alcalde

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