El músico celebró anoche la fiesta previa al inicio de su gira por EE.UU. y Canadá, en la que se "reencontrará" con sus orígenes profesionales y que servirá de presentación de su último disco, "Discover". Núñez, que llegó el viernes a Washington, viajará durante un mes por Norteamérica y actuará en 13 ciudades distintas, entre las que se encuentran Nueva York, Chicago, Boston, Toronto, Minneapolis, Phoenix, y Seattle.
El artista gallego reconoce el fuerte valor "simbólico" que tiene para él esta gira, puesto que "en Estados Unidos es donde empezó todo. Gracias a lo que sucedió aquí, fue posible el desembarco en mi propio país", señala. En 1994, Núñez se subió por primera vez a un escenario estadounidense en el Carnegie Hall de Nueva York junto a la banda irlandesa de música celta The Chieftains.
Dieciocho años después, durante la cena de celebración del inicio de su nueva gira en el restaurante español La Taberna del Alabardero de Washington, Núñez asegura tener la sensación de estar "volviendo a los orígenes, de estar viviendo un flash-back". "EE.UU. presenta una realidad intercultural e interracial muy fuerte. Desde el principio, toqué música celta mezclando realidades muy distintas: la europea, la afroamericana, la latina...", explica el gaitero internacional. Por ello, según Núñez, la música que debe tocarse en EE.UU. no es la misma que en otras partes del mundo, sino que cada país "pide" algo particular, lo que, en el caso de EE.UU. se traduce en "mezcla e innovación".
Sin embargo, tocar en el continente americano siempre supone un reto para un artista como Núñez, puesto que, mientras que en Europa "ya van entendiendo" la diversidad cultural existente en España y aceptan "que un español puede hacer música celta"; en América, "quizás por la lejanía", esta idea no ha cuajado aún. "Somos prisioneros de nuestra propia imagen", se lamenta el gaitero gallego, aunque, a su vez, ve en ello una oportunidad: "a los estadounidenses les fascina que les cuentes la pluralidad española; que les hables de la realidad gallega, de la gaita y de la cultura celta", añade.
Su nuevo álbum, "Discover" -que en España saldrá en noviembre-, es el recorrido "por quince años de aventuras", en los que el artista explora lo que ha venido a llamar "la nueva música celta", es decir, aquella que va "más allá" de Irlanda, Escocia y Galicia, e integra a todos esos países que "ahora ya forman parte del club", como Brasil o Argentina. A su juicio, estos dos países son, como España, víctimas del cliché, lo que hace "casi imposible" pensar en Argentina más allá del tango o en Brasil más allá de la salsa, cuando su realidad musical es mucho más extensa, llegando a abarcar la música celta.
Núñez, que reivindica este género como "el flamenco del Atlántico", relata el cambio que, a su entender, ha sufrido la música celta en los últimos años, en los que "abandonó su esquinita" -en referencia a Galicia, Irlanda y Escocia-, y "se volvió universal". "La mezcla es una constante en mi música y ésta me viene dada por la idiosincrasia española", defiende Núñez. "Mezclo celta con flamenco, gaitas con ritmos africanos, lo que sea. Como españoles, ésa es nuestra baza, y debemos jugarla", apostilla. La integración de nuevos ritmos y la mezcla de estilos hacen de la música de Núñez una melodía internacional, "hasta el punto de que en Texas, me dicen que toco "country" con gaita", explica.
Como gallego, el músico se muestra confiado con la situación por la que atraviesa su tierra: "El gallego, tradicionalmente emigrante, siempre se reserva una vuelta atrás al hogar y a la huerta". "Por ello, estábamos bien preparados para la crisis, porque sabíamos que en cualquier momento podíamos tener que dar marcha atrás y volver a casa. Somos supervivientes natos", sentencia.
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