Un enigma, alguien hermético, una mujer capaz de contener las emociones salvo raras excepciones y con un gran respeto por las instituciones, tanto la monárquica como la familiar. HBO estrena este viernes una docuserie que se sumerge en la figura de la reina Sofía y todas las voces que participan, entre políticos, periodistas y otras personalidades cercanas, coinciden a la hora de definir a una mujer que se ha mantenido siempre en un discreto segundo plano y que ahora se convierte en protagonista.
Sofía y la vida real es el título de este documental dividido en cuatro capítulos y dirigido por David Trueba y Jordi Ferrerons, que cuenta con diversos testimonios de periodistas como Luis María Ansón, Pilar Urbano, Jaime Peñafiel o Antonio Zarzalejos; políticos como José Bono, José Manuel García-Margallo, Ana Pastor o Iñaki Anasagasti; así como personas cercanas a la madre del rey Felipe VI, como su amiga Begoña Castiella o el abogado próximo a doña Sofía Vasilis Morfakidis.
La vida de doña Sofía siempre ha estado eclipsada por don Juan Carlos I, cuyas andanzas privadas han servido de material para jugosos documentales que se han estrenado en los últimos tiempos, como Salvar al rey, de HBO, o Juan Carlos, la caída del rey, que estrenó recientemente SkyShowtime. Ahora, en cambio, pasa de ser un "actor secundario" para situarse en "primer plano", a pesar del "deliberado intento de quedar difusa y salir desenfocada" que siempre ha existido en torno a su figura, según reconoce a Vozpópuli el cineasta David Trueba, uno de los directores de la cinta.
"Es muy reservada y ha sido una persona que no tiene miedo a la soledad"David Trueba, codirector de Sofía y la vida real
Tal y como cuentan sus allegados y quienes la han seguido durante bastante tiempo, doña Sofía nunca se queja, nunca ha sido engañada y siempre ha mantenido un sentido del deber durante 24 horas al día. No perdió el control ni siquiera en la noche del 23-F y nunca se la ha visto en restaurantes porque no tiene una vida social conocida.
"Queda claro en este documental que su mayor amistad ha sido su hermana Irene, que no ha tenido un círculo de amistades muy grandes, no daría para un episodio. Es muy reservada y ha sido una persona que no tiene miedo a la soledad", señala Trueba sobre el carácter reservado de una mujer que fue educada en un prestigioso y estricto internado alemán, pero que también vivió en un sinfín de hogares en los que llegó a convivir con ratas, como le ocurrió durante su exilio en Sudáfrica, durante la Segunda Guerra Mundial.
Como relata el documental de HBO, doña Sofía fue ante todo "fiel" -institucionalmente hablando- a la figura del rey. De hecho, Juan Carlos I la llegó a definir como una "mera profesional", lo que para Trueba es "el mayor descalificativo que se puede decir de una persona".
El documental enumera otros detalles y gestos ofensivos del rey a la reina, como la forma en la que le pidió que se casara con él, tirando la caja con el anillo de pedida de un lado a otro de una mesa
El documental enumera otros detalles y gestos ofensivos del rey a la reina, como la forma en la que le pidió que se casara con él, tirando la caja con el anillo de pedida de un lado a otro de una mesa, o las ocasiones en las que, a los ojos de todos, le apartó el brazo cuando iba a apoyarse en él o a ayudarle. En todas aquellas humillaciones públicas ella, sin embargo, no cambió el gesto, bien por resignación o bien por haber entendido y asumido cuál era su papel en la monarquía española.
Precisamente, para Ferrerons, alejarse de la "luz cegadora" de Juan Carlos I y acercarse a la figura misteriosa de doña Sofía permite contar con un "mejor contexto", "cierta distancia" y también "más perspectiva" los "últimos 50 años de la monarquía en España", ya que, según apunta Trueba, "en muchos hitos ella no era un actor secundario, sino un personaje principal muy activo".
Como ocurre en todos los documentales que abordan la intimidad de personajes trascendentales en la historia, en esta ocasión también hubo quienes se resistieron a ofrecer su testimonio, especialmente personas del entorno profesional como "jefes de gabinete o de protocolo", según confiesa Trueba. En este sentido, reconoce que ha echado de menos "más naturalidad" y está convencido de que ese "secretismo en el que viven hace que se ratifiquen los rumores por insistencia". "De tanto repetir a veces una leyenda pasa a ser verdad porque nadie la contradice", lamenta.
Sofía: ¿una víctima de las infidelidades?
A diferencia de otros documentales, en esta ocasión, Sofía y la vida real no se centra ni hace demasiado hincapié en las numerosas infidelidades de Juan Carlos I, sino tan solo en la ocasión en la que la reina, acompañada por sus hijos, quiso dar una sorpresa a su marido en una cacería en Toledo y le descubrió in fraganti con una amante, así como en el sonado romance con la mallorquina Marta Gayá o la relación con Corinna Larsen. En este sentido, Trueba asegura que no tenían líneas rojas, pero afirma que nunca fue el objetivo y, de serlo, habría consistido en un documental "sobre la infidelidad en sí misma".
"O quizás ni siquiera infidelidad, porque hay un momento en que cuando adoptas un rol como pareja ya no se puede llamar infidelidad a lo que llamaría un modo de convivencia. Una infidelidad es una persona que vive creyendo que el otro es fiel. Ahora, si vives sabiendo que el otro es infiel lo llamaría modus operandi, por eso no compro el relato de la víctima, o ese relato tan machista que la mujer cornuda merece el cariño de toda la población frente a la mujer que ha puesto los cuernos", precisa Trueba sobre el papel de Sofía.
Además, sobre los detalles más próximos a la prensa del corazón, el director cree que cuando se aborda la actitud de un personaje, "hacer muchas secuencias es reiterativo". "Los hitos importantes están contados. La lista, si alguien la quiere, está en otros documentales que se centran en los secretos de alcoba", precisa Trueba.
"Es muy relevante que una de las amantes del rey estuviera viviendo casi en el recinto de la Zarzuela, las transacciones económicas o que planteara en un momento dado casarse. El resto es intrascendente para la historia con mayúsculas"Jordi Ferrerons, codirector del documental
En cambio, contar ciertos detalles de la "rica y variada vida extramarital" de Juan Carlos sí puede ser "relevante" porque permite "investigar por qué Sofía aguanta eso" más allá de la esfera personal, ya que "el matrimonio es una alianza institucional", y porque expone "en qué medida esa vida extramatrimonial pone en peligro la institución". "Es muy relevante que una de las amantes del rey estuviera viviendo casi en el recinto de la Zarzuela, las transacciones económicas o que planteara en un momento dado casarse. El resto es intrascendente para la historia con mayúsculas", sostiene Ferrerons.
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