Los artistas Santiago Sierra y Eugenio Merino, autores del 'ninot' del Rey Felipe VI, una obra polémica que centró todas las miradas en la edición de 2019 de la feria de arte contemporáneo ARCO, han prendido fuego finalmente este lunes 12 de octubre a esta pieza, con motivo del Día de la Hispanidad, y han difundido un vídeo en el que se observa cómo las llamas devoran la escultura, lo que para los artistas suponen el final de este proyecto artístico.
La quema de esta pieza, realizada en cera, resinas, madera, tela y pelo natural, y con un tamaño de cuatro metros y medio, ha tenido lugar en el municipio barcelonés de Berga. Allí, tal y como se observa en el vídeo, la pieza ha ardido hasta dejar visible solo una calavera ignífuga así como las cenizas. El material fotográfico, así como el vídeo, podrá ser adquirido por cualquier coleccionista interesado, junto con la calavera, las cenizas y las fotografías.
La combustión de la escultura de Felipe VI se produce tras varias semanas de debates, críticas y movimientos políticos en torno a la figura del Rey, especialmente después de la ausencia del monarca en la tradicional entrega de despachos a la nueva promoción de jueces en Barcelona y después de varios pronunciamientos públicos de miembros del Gobierno sobre la monarquía y la judicatura.
Tal y como ha señalado el representante de Santiago Sierra, el 'ninot' del Rey, realizado con tanto realismo que incluso estaba vaporizado con el mismo perfume que usa el monarca y que se presentó en el stand de Prometegallery di Ida Pisani (Italia) de ARCO con un precio de 200.000 euros, se realizó con la intención de ser quemada, al igual que ocurre en las Fallas de Valencia: "Deshacerse de lo viejo y lo corrupto para dejar paso a lo nuevo".
Si bien esta es la obra más polémica de Sierra y Merino hasta la fecha, lo cierto que es que ambos artistas se mueven en el arte político crítico. Por un lado, en la trayectoria de Sierra (Madrid, 1966), que fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2010, destaca también su pieza 'Presos políticos', una serie de 24 retratos fotográficos en blanco y negro pixelados, con los que el artista denunciaba el ingreso en prisión de los miembros de las asociaciones culturales catalanas. Precisamente, la propia feria ordenó retirar la obra, una decisión con la que su entonces director, Carlos Urroz, se mostró en desacuerdo, lo que generó un debate acerca de los límites de la libertad artística.
Eugenio Merino (Madrid, 1975) también centró la polémica en ARCO en su edición de 2012 con la obra 'Always Franco', en la que una escultura hiperrealista del dictador aparecía dentro de una máquina de refrescos. Aquella pieza, entonces valorada en 30.000 euros y que se expuso en el stand de la galería ADN, no solo recibió las miradas de la prensa y los curiosos que acudieron a la feria, sino que incluso la Fundación Francisco Franco visitó el stand para tomar fotografías y presentar una demanda civil.
A poca distancia y en el mismo stand, Merino también presentó un paseo de la fama, al estilo hollywoodiense, protagonizado por Adolf Hitler, Francisco Franco y Joseph Stalin, cuyos nombres estaban incrustados en mármol negro y rodeados de una estrella.
En esta ocasión, Sierra y Merino decidieron unir sus esfuerzos y fundir sus estilos para la producción de esta obra de arte procesual que "aspira a convertirse en un documento histórico de su época, expresando los sueños y los deseos de gran parte de la población de deshacerse de una institución caduca", tal y como señalan los artistas.
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