Cultura

El rey de Países Bajos quiere limpiar sus joyas del pasado colonial

A finales de diciembre, el primer ministro neerlandés pidió disculpas de manera formal en nombre del Estado por 250 años de esclavitud

En el año 2002, el entonces príncipe heredero de Países Bajos Guillermo Alejandro celebraba su boda junto a su recién casada Máxima Zorreguieta. Los actuales reyes neerlandeses saludaban al público de Ámsterdam desde un lujoso carruaje dorado que pertenecía a la familia real desde finales del siglo XIX. Desde el año 1903 hasta el 2015 también fue el vehículo que cada mes de septiembre llevaba al rey hasta el Ridderzaal en La Haya para dar inicio al curso político. Este carruaje, de uso exclusivo para el jefe de Estado neerlandés, se aparcó definitivamente y pasó a ser una pieza del Museo Histórico de la capital por uno de los paneles laterales que lo decoran. 

La pintura en cuestión se titula “Tributo de las colonias” y representa a un grupo de negros portando y ofreciendo productos a una mujer blanca que simboliza la nación neerlandesa. Junto a ella, un hombre blanco entrega un libro a un niño negro. La imagen desprende un profundo paternalismo blanco junto a un servilismo de los negros.

“No podemos reescribir el pasado”, pero “podemos intentar aceptarlo juntos. Esto también se aplica al pasado colonial”. “Mientras haya personas viviendo en los Países Bajos que sientan el dolor de la discriminación a diario, el pasado aún proyectará su sombra sobre nuestro tiempo”, agregó el rey en un vídeo en enero de 2022, cuando tomó la decisión de aparcar el lujoso carruaje. 

Detalle del panel izquierdo de la carroza de Países Bajos.

Países Bajos ha seguido dando pasos en este sentido y en diciembre se informó de que el rey había encargado una investigación "crítica e independiente" sobre el papel de la familia real en la historia colonial del país. “El conocimiento profundo del pasado es esencial para poder entender los hechos y desarrollos históricos y enfrentar su impacto en las personas y las comunidades de la manera más clara y honesta posible", subrayó Guillermo Alejandro. La investigación abordará el papel de la Corona neerlandesa desde finales del siglo XVI cuando las compañías de las Indias neerlandesas se convirtieron en un fructífero negocio, basado en gran parte en la esclavitud.

En mayo, el Rijksmuseum inauguró una exposición que por primera vez abordaba el peso de la esclavitud en la historia holandesa. Y a finales de diciembre, el primer ministro neerlandés pidió disculpas de manera formal en nombre del Estado por 250 años de esclavitud.

“Durante siglos, el Estado neerlandés y sus representantes han permitido, fomentado, mantenido y se han beneficiado de la esclavitud. Personas se han convertido en mercancías, explotadas y abusadas en nombre del Estado neerlandés (…) Hoy, en nombre del Gobierno neerlandés, pido disculpas por las acciones del Estado neerlandés en el pasado”.

Esta disculpa fue considerada insuficiente al otro lado del Atlántico. Aunque agradecieron el gesto, reclamaron acciones más firmes como compensaciones económicas. 

Según recogió la agencia Efe, la Comisión de Reparaciones de la Comunidad del Caribe (Caricom) afirmó acoger "con beneplácito" esta declaración que era esperada "desde hace mucho tiempo por las víctimas del comercio transatlántico de africanos esclavizados y sus descendientes". "Sin embargo, el primer ministro no se comprometió ni señaló la intención de su Gobierno de entablar negociaciones de reparación con Caricom, África y las comunidades indígenas del Caribe, que sufrieron genocidio y esclavitud a manos del Estado holandés y sus agentes durante más de 300 años", denunció.

La petición de disculpas se enlaza con el también espinoso asunto de la devolución de piezas artísticas o arqueológicas a sus lugares de origen. Una cuestión que va a terminar llegando antes o después a todos los países con un pasado colonial y que tiene todos los componentes para convertirse en un nuevo elemento arrojadizo en la batalla cultural.
En España ya se ha apuntado a comenzar un proceso de “descolonización” de los museos nacionales, con el museo de América como uno de los más señalados. En un rápido repaso a las piezas más destacadas por el propio museo nos encontramos con una figura masculina de oro de la cultura inca, procedente de Cuzco, en Perú y datada entre 1400-1532. Un hacha ceremonial taína labrada en diorita, procedente de Cuba y datada entre el 1.000 y el 1.500. O la famosa Estela de Madrid, de la cultura maya y procedente de Palenque. ¿Qué hacer con ellas? El carácter identitario de muchos de los movimientos que lo reclaman y de los que se oponen a la devolución generará intensos debates en los próximos años. Estén atentos.

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