El sector cultural español ha experimentado una caída acumulada de 50% en los últimos ocho años. Aunque en 2014 se detuvo la sangría y comenzó un lento y discreto crecimiento, éste ha perdido impulso al mostrar un crecimiento del 2,1% frente al 3,5% del año pasado. Para recuperar lo perdido, el sector cultural tendría que crecer un 100%. Claro, a un 2,1% anual, tendrán que pasar muchos años para que eso sea posible. Ese es el análisis que extrae Alberto Fesser, presidente de la Fundación Contemporánea, institución responsable del Observatorio de la Cultura 2017, un informe que se publica desde hace ya ocho ediciones y que muestra una radiografía general del sector en España.
Para recuperar lo perdido, el sector cultural tendría que crecer un 100%. Claro, a un 2,1% anual, tendrán que pasar muchos años
A diferencia de otras ediciones, en el Observatorio Cultural de 2017 han participado 361 profesionales (160 consultados más), quienes, a través de una encuesta con unas variables fijas, han valorado la actividad cultural de comunidades autónomas, sus instituciones, las áreas de la cultura, la evolución de sus presupuestos anuales y las carencias del sector cultural en sus respectivas ciudades. El Observatorio es el único estudio que, de manera continua ha tomado el pulso al sector desde 2009, de ahí que sus responsables insistan en que se trata de "tendencias" no de cifras. Sin embargo, la continuidad en el tiempo de la Consulta semestral es un dato más que elocuente.
"Se hacen menos cosas, con menos, dinero, con menos personal, los puestos fijos se vuelto temporales"
"El Observatorio no posee el rigor de algo más estructurado, pero es un pulso y como está hecho año a año con el mismo método, aporta una tendencia que da sentido. Y en ese aspecto, el hecho objetivo es que tanto las instituciones públicas como privadas, han sufrido un ajuste: se hacen menos cosas, con menos, dinero, con menos personal, los puestos fijos se vuelto temporales, donde antes se editaban catálogos con una características ahora tienen otras, mucho más modestas", explica Fesser a Vozpópuli, al momento de referirse a la información que escritores, artistas, directores y actores, arquitectos, responsables de fundaciones, directores de museos, centros e instituciones culturales han aportado en este estudio.
El optimismo del año pasado se esfumó: en 2015 sólo el 7,8% esperaba ya descensos, hoy 12% espera trabajar con menos dinero
Un 32,4% de los profesionales afirma trabajar con un presupuesto superior al del pasado ejercicio, con crecimientos incluso superiores al 10% en un 15,3% de casos, mientras que para un 55,0% el presupuesto será similar al del pasado año. Un 12,6% de los consultados prevé para este año una disminución presupuestaria. La variación media resultante arroja un crecimiento del 2,1%. Estos resultados matizan el optimismo detectado, por primera vez tras la crisis, hace un año, cuando se preveía un crecimiento medio del 3,5% y solo el 7,8% esperaba ya descensos.
La percepción del propio crecimiento de los sectores por autonomías tiene previsiones como las de Andalucía y Murcia, con un 4,4% y un 2,2% respectivamente frente a Castilla La Macha, Cantabria y Extremadura, que se encuentran todavía por debajo de la media en lo que a sus perspectivas de crecimiento supone. Aunque existe una cierta idea de lejanía de la crisis, también hay hechos objetivos que confirman que las cosas no han ido manifiestamente a mejor y que están reflejados en el Observatorio.
"No ha habido nada que haya crecido para compensar: los presupuestos de las comunidades han disminuido doblemente, en dinero para contrataciones proyectos y las ayudas públicas. Lo público se ha reducido. Lo privado no ha aumentado, los patrocinios de muchas empresas han tenido reducciones, capítulo aparte es la obra social de las cajas, que han dejado de existir, a excepción de la Caixa”, asegura Fesser.
El poco optimismo que transmite el sector con respecto a sí mismo, lo tiene también en la valoración global de la repercusión de su actividad.
El poco optimismo que transmite el sector con respecto a sí mismo, lo tiene también en la valoración global de la repercusión de su actividad. En cuanto a la valoración de los diferentes campos de la cultura, puntuados de 0 a 10, la Gastronomía sigue ocupando el primer puesto (8,25 puntos en 2016 y 8,31 en 2015), seguido del Diseño (7), la Fotografía (6,97), la Moda (6,91) y el Teatro y la Literatura empatadas con un 6,85 en el quinto lugar. ELVídeo arte (6,01), la Música popular y la Danza (6,09), la Música Clásica y Contemporánea (6,20) y el Cine (6,32), conforman el final de la lista.
Para Alberto Fesser hay todavía un déficit aún más profundo que el económico y que tiene que ver con la consideración de la cultura como elemento valioso. “En España el sector no está tan unido para hacer valer sus intereses como debería. A eso se suma que no recibe tanto apoyo de las administraciones como en otros países. Es un déficit crónico: la falta de sociedad civil o iniciativa privada, y no sólo del aporte de las grandes empresas sino de los pequeños empresarios y particulares. Todos deberíamos tener un reconocimiento del valor de la cultura y un apoyo. Las empresas necesitan incentivos, la ley de mecenazgo. No sólo incentivo fiscal sino el reconocimiento de los medios de la figura del patrocinador y del mecenas”.