Cultura

Shakespeare busca novia para cumplir su 'Sueño de una noche de verano'

Un profesor de Teatro elegirá a una pareja que quiera contraer matrimonio en el marco de la representación de la obra del Bardo de Avon protagonizada por los atenienses Teseo e Hipólita.

Atenas. Cuando Teseo se dirige a la amable Hipólita en el primer acto de Sueño de una noche de verano le advierte que solo faltan cuatro felices días para la luna nueva, cuatro felices días para celebrar su enlace. Más de 400 años después de que  William Shakespeare escribiese esa comedia romántica por encargo de una pareja de nobles, Rodolfo García Añez (Madrid, 1964), un profesor de Interpretación y Dramaturgia de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura, verá cumplido su particular sueño. Las noches del 23 y 24 de junio, cuando la luna se encuentre situada exactamente entre la Tierra y el Sol, como en la boda del duque de Atenas y la reina de las amazonas, los alumnos del último curso de carrera a los que da clases representarán  la obra del Bardo de Avon en el escenario que siempre imaginó. Se trata de Casa Pedrilla, un edificio con aires portugueses situado en la ciudad de Cáceres y cuyos jardines recuerdan al Palacio de Teseo donde Shakespeare sitúo su historia. Por si el palacete, los bosques y la luna nueva fueran pocas coincidencias, el profesor decidió hacer un llamamiento a parejas que quisieran celebrar un matrimonio de verdad dentro de la representación teatral.

Shakespeare escribió la obra por encargo de una pareja de nobles que querían agasajar a sus invitados con una comedia romántica"

"Shakespeare escribió la obra por encargo de una pareja de nobles que iban a contraer matrimonio y querían que en el transcurso de la celebración [que a finales del siglo XVI duraba tres días] se representara una comedia para agasajar a sus invitoados", cuenta Rodolfo García. "Es una obra que tiene muchas dimensiones, muchos niveles de concreción. Los espectadores son unos novios que se van a casar y sus invitados, pero, a su vez, la representación de la que están disfrutando gira en torno a un enlace, el de Teseo e Hipólita. Y, dentro de la representación de esa boda, tenemos unos actores que van a interpretar otro enlace para el evento", explica intentando resolver el enredo shakesperiano dividido en una línea de acción central y varias otras secundarias.

15 candidaturas

"Los nobles se casaban para juntar peculio, eran matrimonios de conveniencia con el objetivo de amasar una mayor fortuna y tener mayor relevancia social", anota. Por ello, argumenta, en la obra de Shakespeare se trata de exaltar a los duques que se casan, aparecen como los más "centrados y ecuánimes". "Por otro lado, están los enamorados, a través de los que pone en evidencia que el amor es un desfogue de los sentidos que hace perder la razón. Mientras que la pareja que se casa, independiente de que haya o no amor, hace uso de la razón", afirma.

Aunque en Sueño de una noche de verano, la escena del matrimonio está latente, García quiso transformarla en activa. "Ya que Shakespeare planteó todos estos niveles de metateatro, ¿por qué no incluir la boda?", pregunta. Y un total de 15 parejas acudió a su llamamiento a través de la prensa local. "Hay parejas de todo tipo, heterosexuales, homosexuales, creyentes, no creyentes...", comenta el profesor de la ESAD. Entre las solicitudes destaca la de una pareja que vive en Holanda, dos mujeres procedentes de Córdoba y un joven que quiere sorprender a su novia con una boda original. "Elegiremos en función de la ilusión y motivación por el teatro que tengan. Intenté ser poco motivador en el anuncio, ya que no habrá ningún tipo de banquete por nuestra parte y el número de invitados al enlace estará limitado. Por otra parte, el enlace tendrá que estar a disposición de la obra, ajustándose a sus tiempos", explica García.

La representación se enmarcará en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres, las entradas serán gratuitas y los invitados de la boda real, pasaran de figurar como asistentes al enlace de una de las escenas de la obra a formar parte del público general. "Suelo elegir textos muy contemporáneos, pero este año me ha parecido interesante que trabajen un texto de Shakespeare porque técnicamente es muy difícil. El espectador está viendo varios niveles de realidad, planteamos qué nivel de realidad tiene una obra para el espectador y qué nivel tiene de ficción", resume. Inmerso en el proceso de selección, el dramaturgo madrileño desvelará en los próximos días qué pareja disfrutará de darse el ', quiero' entre nobles, cómicos y hadas, bajo la misma luz de la luna que alumbró a los personajes creados por el poeta británico.

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