Cultura

Sonará el Valzer brillante en honor a Inge Feltrinelli

En este tiempo crepuscular, toda muerte es una demolición. Philip Roth era la más reciente y terrible. Sin embargo, la noticia de la muerte de Inge Schönthal Feltrinelli, una de las

En este tiempo crepuscular, toda muerte es una demolición. Philip Roth era la más reciente y terrible. Sin embargo, la noticia de la muerte de Inge Schönthal Feltrinelli, una de las personas más influyentes de la cultura italiana y europea del siglo XX, hunde un clavo más en el ataúd de un tiempo que se marcha. La ex directora del grupo editorial italiano murió este jueves en Milán a los 87 años. Considerada la señora de los libros, su nombre está asociado a ese sello que dio voz a una generación entera y que, tras la muerte del fundador Giangiacomo Feltrinelli, consiguió llegar al siglo XXI con la prestancia de las cosas duraderas.

Bajo su dirección, la editorial publicó autores como Marguerite Duras, Isabel Allende, Manuel Vázquez Montalbán, Gabriel García Márquez, Daniel Pennac, Antonio Tabucchi, Banana Yoshimoto y Stefano Benni. Nacida en 1930 en Essen, Alemania, de una familia judía, Inge Schönthal conoció a Giangiacomo Feltrinelli, fundador de la editorial en 1954, en Hamburgo en 1958 y se mudó a Milán.Entonces trabajaba como fotógrafa de gran éxito, e inmortalizó con su cámara a personas como John Fitzgerald Kennedy, Winston Churchill, la actriz Greta Garbo, el pintor Pablo Picasso y el escritor Ernest Hemingway. Viuda de Giangiacomo Feltrinelli y madre de Carlo Feltrinelli, ahora presidente del grupo y consejero delegado de la editorial italiana; vivió una vida rodeada de libros, libreros, editores, escritores y lectores, un verdadero icono de la cultura internacional.

Feltrinelli estaba hecha de la sustancia de la generación que acogió. Alberto Moravia, Natalia Ginzburg, Cesare Pavese, Primo Levi, Pasolini, Leonardo Sciascia. Todos ellos compartieron la tragedia del fascismo y la guerra, pero también el espacio histórico de un grupo tan desgraciado como excepcional. Vivieron esos años desde una profunda conmoción intelectual y estética que los configuró como una generación constelada. En perpetuo ardor y con ese brillo adelantado al mundo en el que habitaron. La casa editorial de la que  Inge y Giangiacomo Feltrinelli  constituyeron un espíritu.

Fue ella quien asumió las riendas del sello cuando, en 1967, Giangiacomo pasó a la clandestinidad al pasar a formar parte de un grupo terrorista de izquierda. En 1972, con la muerte de su marido, mientras preparaba un atentado, Inge fue con su hijo la heredera universal del patrimonio, y le correspondió plantear el destino de Feltrinelli. "Nos deja una mujer que supo distinguir la calidad y que trajo a Italia y en Milán, durante los últimos cincuenta años, escritores, escritoras, editores, intelectuales internacionales animando un contexto de inestimable riqueza", señaló el grupo editorial en un comunicado reproducido por la Agencia EFE.

El presidente de la Asociación Italiana de Editores (AIE), Ricardo Franco Levi, anunció que el 10 de octubre durante la próxima Buchmesse en Fráncfort,  la editora será recordada por todos los editores del país en el pabellón italiano. Mañana todas las librerías de la casa editorial recordarán a Inge haciendo sonar el "Valzer brillante", esa pieza  que acompaña el baile  del príncipe Salinas con Angélica  en la adaptación cinematográfica de la novela de Lampedusa, "Il Gattopardo", a cargo Visconti.

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