Olviden a U2, Lenny Kravitz y The Rolling Stones, convertidos hace décadas en obedientes mascotas de la radiofórmula global. Quien quiera recordar la antigua intensidad y desafío del rock puede hacerlo acercándose a ver a Swans en alguno de sus tres inminentes conciertos españoles. Su último álbum se titula The Beggar, que hace el número dieciséis de su carrera y fue escrito durante la etapa del confinamiento por el coronavirus. Poco importa, en todo caso, ya que anuncian que la mayoría de lo que van a tocar es material inédito o los himnos de sus catálogo que dejan mayor margen a la improvisación. Como en otras ocasiones, será un ruido atronador, retorcido, pero también capaz de momentos vulnerables. La sencilla crudeza de su guitarra ha sido una influencia para grupos de culto posteriores como Nirvana, Tool, Melvins, Godflesh y Napalm Death.
Dave Simpson, periodista musical de The Guardian, arrancaba así su última pieza sobre el grupo: “En los años ochenta y comienzo de los noventa,solía describirse a Swans como ‘la banda experimental con el volumen más salvaje que se recuerda’. Sus shows demoledores pulverizaban los oídos hasta el extremo de que algunos asistentes vomitaban o se veían obligados a abandonar la sala". Otro periodista británico, Dom Lawson, describe su álbum Cop (1984) como “musicalmente devastador, emocionalmente agotador y a ratos insalubre por por su casi masticable atmósfera de tensión, terror y tormento”. Ahí queda eso.
Swans al borde del barranco
Michael Gira, cerebro y corazón del grupo, dibujaba así su momento artístico en la revista especializada española Ruta 66: “Mi objetivo es hacer que la música sea una experiencia sensorial completa, un lugar de alegría, en el sentido más profundo de la palabra. Si el público quiere venir al viaje, eso es maravilloso y estoy agradecido de que alguien esté interesado en mi trabajo y que, con suerte, saquen algo significativo de él. Cualquier cosa que fluya de eso está más allá de mi control y, por lo tanto, no vale la pena preocuparse por ello. A menudo me sorprende el hecho de que cualquier afirmación contiene la semilla de su opuesto, que cualquier declaración contiene su propia negación inherente. Cualquier cosa verdadera es falsa cuando se ve desde arriba, y viceversa… Para mí, cuando la música tiene éxito, es una presencia que se despliega, un océano cálido de estrellas, o un río de sangre, orina y semen en el que el oyente flota eternamente, bañado en la pomada del sonido y el amor. ¡Nada menos! … Naturalmente, me siento atraído por el impulso detrás de la religión, la necesidad de disolverme en los brazos de Dios. El resto, no lo sé”, comparte.
La máxima inspiración del grupo es el sentimiento de extrañeza y desamparo ante la cruda realidad de la vida
Las influencias musicales del grupo son reveladoras. Como han destacado alguna reseñas, la canción “Los Angeles: city of death” confirma la capacidad del grupo para alcanzar la intensidad oscura de clásicos como The Velvet Underground. Se nota en cada una de sus composiciones que Gira es devoto de artistas tan salvajes como The Doors, The Stooges y Throbbing Gristle, aunque también de sonidos más delicados como el folk setenterode Nick Drake o de la sofisticación del alquimista sonoro Brian Eno. Tiene especial querencia por el Miles Davis más experimental y aprecia el voltaje de artistas europeos de culto como Arvo Pärt. Hasta ahora Los Cisnes (traducción al español de Swans) no suenan como nadie ni nadie suena como Los Cisnes.
El voltaje en vivo del grupo es siempre altísimo, como han demostrado en ls últimos quince años en escenarios de toda España, entre ellos el festival Primavera Sound, la sala Barceló o el Teatro Lara (este último acogió la actuación más reciente de Michael Gira en solitario). Todo apunta a que mantendrán el nivel durante la gira que arranca este domingo en Madrid. En cualquier caso, más allá de la música, la mayor inspiración de SWans han sido siempre sus experiencias vitales. “Estoy tan estupefacto y asombrado como siempre por la cruda realidad de la existencia. Así es como me siento, como si me hubieran dado un puñetazo en la cara hace una fracción de segundo y todavía no me duele”, explicaba Gira en una de sus últimas entrevistas.
Swans actúan el domingo 18 de febrero en Madrid (Teatro Barceló), lunes 19 en La Coruña (Teatro A Coruña) y jueves 22 en Barcelona (Razzmatazz 2). Abre los conciertos, como artista invitada, la sueca Maria W. Horn
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