Hablemos claro: el grupo zaragozano Tachenko lleva años entregando algunas de las mejores canciones pop en nuestro idioma. Arrancaron, ya de manera brillante, con el álbum Nieves y rescates (2004), demostración de que eran dueños un estilo propio de componer y cantar. Destacan por la elegancia de las melodías, la sutileza de las letras y unos estribillos dignos de la radiofórmula. Ahora vuelven con Las discotecas de la tarde (Limbo Starr), un álbum majestuoso sobre los conflictos de cumplir años. Vozpópuli entrevistó a Sebas Puente y Sergio Vinadé.
Pregunta. Leo que el disco está inspirado por un texto de Isaac Pedrouzo. ¿Qué texto es y en qué modo os influye para estas canciones?
Sebas Puente: Isaac Pedrouzo es uno de los hermanos Pedrouzo, dueños del café Torgal, en Orense; uno de esos reductos que tanto nos gustan, y en el que realmente estamos como en casa. Isaac, desde hace unos años, escribe artículos en la prensa gallega, y tiene un par de libros publicados. Tiene un tono cercano a la “retranca” aragonesa, a la ironía, y en un comentario de Facebook, durante la pandemia, hablaba de las discotecas de tarde, que estaban de moda incluso antes de la llegada de la covid-19… Son esas discotecas en los que se va a “apurar” ese tiempo que ya no se puede gastar por la noche; por la edad, por la llegada de los hijos… Nosotros preferimos adaptarnos a esa edad, y hacer lo que toca, sin forzar (en parte, también, porque no nos hemos dejado ninguna bala en el cargador, y no nos queda nada por hacer…). Y si alguna noche se sale, pues se sale, y ya está. En todo caso el título, como siempre, lo pusimos a posteriori, cuando las canciones estaban casi terminadas…
P. El primer sencillo, “Cuatro estrellas”, me recordó mucho a la épica discotequera de Carlos Berlanga; casi parece vuestro equivalente a “¿A quién le importa?” Seguramente vuestras referencias son otras. ¿En qué se inspira la canción?
Sergio Vinadé: Carlos Berlanga es un referente para todos los amantes del pop en castellano, así que es imposible eludir su influencia. Nosotros hemos tenido pocas ocasiones de hacerla evidente pero en “Cuatro estrellas” encajaba muy bien esa fórmula. También queríamos acercarnos con mucho respeto a Tino Casal. Es muy divertido ver que competitivamente una canción apunta a ciertas referencias e intentar acercarla a ellas, consciente de que sonará a "Tachenko con cosas”, como una buena paella playera.
SP: Esa canción, en un principio, tocada solo por Sergio con la guitarra, tenía un rollo más rock americano clásico (tipo Roy Orbison)… Ese color la canción lo cogió después… Cambian mucho algunas canciones desde que las trae Sergio cantadas en un inglés improvisado, hasta que las canta con letra en castellano… Y con la producción, es verdad que se acercó a esas referencias que nombráis. Pero creo que no era premeditado.
Nunca hemos estado de moda: siempre hemos sido militantes del pop, o de como lo entendemos, y eso nos hace militantes de la celebración
P. “Hoy me dices que ya no sales más/ que la vida cambió y la vida se va”("Miedo me dan"). ¿Es un disco sobre estar en la mediana edad y empezar a ver el final?
SV: Es donde estamos, sobre todo yo. Somos parte de una generación que parece estar eternamente atada al principio, a eternas adolescencias y a no mirar hacia la meta. Creo que no es nuestro caso. Vamos evolucionando y madurando con normalidad. Cambiamos y nos gusta.
SP: Exacto. Y el asunto de las “discotecas de la tarde” cuadraba perfectamente con esa visión. Lo vimos claro. ¡Yo también veo el final, Sergio! Jajajajaj… Pero aún nos queda alguna batallica.
P: ¿Cómo se afronta el hecho de ser un grupo pop-rock veterano que ahora tiene la moda en contra? Me refiero a que ahora se impone una música más urbana, latina, militantemente festiva, con otros códigos. ¿Envejece o rejuvenece ir contra la corriente?
SV: Creo que eso refuerza nuestra definición, sobre todo teniendo en cuenta que uno de los adjetivos que más se ha utilizado con nosotros es atemporal. En cierta forma nunca hemos estado de moda. Siempre hemos sido militantes del pop, o de como lo entendemos, y eso nos hace por tanto militantes de la celebración. Esta claro que la música dominante ahora mismo tiene poco que ver con Tachenko, pero seguro que somos el refugio de muchos como nosotros. Ir contracorriente rejuvenece porque es una postura muy vital y precisa de muchas dosis de sinceridad.
SP: Yo creo que, menos el primer o el segundo disco, en el que todavía estaba muy presente el recuerdo del Niño Gusano (y que conste que para mí lo sigue estando, y lo estará siempre) hemos tenido la moda en contra. Y hubo un par de discos en que sí intentamos adaptarnos un poco para conseguir más audiencia, pero enseguida nos dimos cuenta de que era un grandísimo error… Y desde que nos dimos cuenta de eso, va todo fenomenal.
P. “ídolos” parece inspirada en alguna estrella de rock. “No quiere trascender más de la cuenta/ lo que no sabe, se lo inventa/ es un niño loco/ con los pies de barro”. Siempre habéis parecido alérgicos al divismo. Confesad, ¿está inspirada en algún grupo de estos de ‘indie mainstream’ que arrasan en los festivales?
SP: La verdad es que no… La inspiración viene más de las metáforas religiosas de gente como Leonard Cohen, Nick Drake o Nick Cave, pero llevada a un terreno más Belle & Sebastian… Además, sinceramente, y aunque nosotros no participamos del mainstream (ojo: que si la cosas hubiesen venido dadas de otra forma, igual sí que lo haríamos, y con mucho gusto), siempre nos hemos sentido muy respetados por los grupos con más -con mucha más- audiencia… Esa es la verdad. Es como si dijeran: “mira estos, aquí siguen, con sus cosas… ¡y qué canciones tienen!”. Así que no existía esa inspiración… No es algo que nos interese “denunciar” particularmente: cada cual, que haga lo que quiera. Y como decía Francisco Nixon: “quisiera que todo el mundo fuera rico”.
P. La canción que da título me suena extrañísima, en música y letra, supongo que a vosotros también porque la habéis puesto para el final del disco (además con frases misteriosas como ese “Aléjate del radar”). ¿Podéis explicar que la inspira?
SV: Musicalmente quería ser una especie de homenaje a la ELO (Electric Light Orchestra). Y al igual que ocurría con “Cuatro estrellas”, nos acercamos como podemos. La pusimos la última en parte para invitar a la gente a escuchar el disco entero, cerrando el disco con la canción que le da título.
SP: Y en esa canción también hubo mucha parte de experimentación de Sergio y Edu Baos en el estudio, durante las maquetas. Yo les miraba extasiado, jejeje.
P. Mi impresión es que al final esto de hacer letras más evocadoras que literales es una decisión que ha jugado a favor de las canciones, aunque la mitad de las veces no sepamos de que van exactamente. ¿No creéis?
SP: Sí, eso permite una interpretación más personal del oyente… Aunque creo que estas últimas son más sencillas, más literales ¿no?. Es cierto que no todas… Pero “Oso de plata” es más calamaresca, por ejemplo.
P. ¿Qué planes tenéis para la gira? Formato, fechas…
SV: Haremos las presentaciones de rigor con banda completa en varias ciudades, pero no nos vamos a volver locos ya que el año que viene va a ser muy complicado por los efectos de la pandemia. Demasiados conciertos. También haremos unos cuantos a dúo, que se nos da bien y nos gusta. Y esperaremos también que algún festival más, aparte de Inverfest, quiera poner un poco de pop en su parrilla.
P. Como gourmets del pop, agradezco si me contáis el último disco que os gustado a cada uno. Y por qué.
SV: Pues el que me tiene más enganchado no es muy pop. Es el último de los Hermanos Gutiérrez y se llama Hijos del sol. Es música instrumental, fronteriza pero con muchísimos matices y grandísimas canciones, melodías y armonías. También estoy disfrutando mucho de Safari de los argentinos Miranda!. No es nuevo pero es un discazo y lo acabo de descubrir. Más Carlos Berlanga.
SP: Yo soy menos melómano que Sergio… En casa, o para trabajar, me pongo la banda sonora de Érase una vez en América de Morricone, a todas horas. Y siempre escucho a Calamaro; sus canciones son muy especiales para mí, me gusta mucho el manejo de las rimas internas que hace (que es algo muy cercano al hip-hop, al fin y al cabo), mezcladas con los ripios marca de la casa. Y las melodías que se saca de la manga… Y así, una curiosidad que he escuchado últimamente, son los Rivera Destino, que es un grupo de boleros con letras satíricas…
Tachenko actúan en la sala El Sol el próximo día 14 de enero dentro del Inverfest.
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