El 29 de mayo de 2024 ya se quedará en la retina de todos los madrileños como una fecha histórica para los 'swifties' españoles. Tras años de espera y después de la gran polémica por el precio y la enrevesada forma de conseguir sus entradas, la cantante Taylor Swift aterrizó en el Santiago Bernabéu, después de actuar en Lisboa y París. Casi tres horas y media y más de cuarenta canciones después, una infatigable Swift volvió a demostrar por qué ostenta la corona del pop mundial.
Desde primera hora de la mañana, miles de fans abarrotaron los alrededores del estadio, ansiosos por ver a su ídolo en vivo, y horas antes del concierto, los 'swifties' ya hacían fila alrededor del Bernabéu. Aquellos con entradas VIP comenzaron a entrar al recinto a las 15:30, muchos de ellos con días de cola a sus espaldas y equipados con todo tipo de provisiones, entre ellos, pañales para evitar acudir al baño durante el concierto y perderse el número en la cola.
Pasadas las 20:00, el estadio estalló en gritos cuando las luces se apagaron y comenzó el espectáculo. Taylor Swift surgió de las entrañas del escenario rodeada de abanicos gigantes al son de la energía arrolladora de "Miss Americana & The Heartbreak Prince", seguida por "Cruel Summer". La elección de abrir con temas del álbum Lover puso de inmediato a los fans en sintonía con el tono romántico y optimista de la noche. El "¡encantada de conoceros!" con el que saludó al público terminó por enloquecer este potente inicio.
Cada guiño a Madrid, cada palabra en español era respondida con una ovación generalizada. En medio de un juego de luces y pantallas deslumbrante, la diva estadounidense no dejó de interactuar con el público en todo momento, agradeciendo a sus fans su lealtad incondicional. En cuanto al 'setlist' de "Lover", las canciones que sonaron fueron la reivindicativa "The Man", "You need to calm down" and "Lover".
Reviviendo clásicos de Taylor Swift: "Fearless" y "Red"
El concierto continuó con un viaje nostálgico a los inicios de la carrera de Taylor con temas del álbum Fearless. La cantante pidió cerrar el techo del Bernabéu, algo que agradeció el espectáculo de luces en el que cada espectador fue una bombilla más. En la entrada al recinto, la organización entregó una pulsera led que cambiaba de color y brillaba con los compases de cada canción. "Fearless", "You Belong With Me" y "Love Story" hicieron vibrar al estadio, transportando a los fans a los días dorados de la música country-pop de Swift. En cuanto al 'setlist' de "Feraless" interpretó "You belong with me" y "Love story".
Después, llegó el turno de "Red", un álbum que marcó un punto de inflexión en la carrera de Taylor, con una mezcla de géneros y emociones intensas. "22", "We Are Never Ever Getting Back Together" y la emotiva versión de diez minutos de "All Too Well" fueron algunos de los momentos más destacados, con la audiencia coreando cada verso. En esta 'era' se produjo uno de los momentos más emotivos de la noche cuando la cantante abrazó y regaló su sombrero a un niño que la animaba desde primera fila. El "ni de coña" de uno de sus bailarines sobre la canción "We Are Never Ever Getting Back Together", que habla sobre no volver con un ex, también se ganó el aplauso de las más de 65.000 almas.
Cayó la noche y Swift se vistió de cuento en la era "Speak Now", caracterizada por la mágica interpretación de "Enchanted". Luego, a acompañó a sus seguidores a la atmósfera de "Reputation", donde la cantante mostró una faceta más oscura y poderosa con temas como "Ready For It?", "Delicate" y "Look what you made me do".
La velada continuó con un cambio hacia lo introspectivo retornando a los álbumes "Folklore" y "Evermore". Taylor, acompañada de su guitarra, creó un ambiente íntimo con temas como "cardigan", "betty" y "champagne problems". A estas alturas, la conexión con el público era total, con muchos de los asistentes que seguían sin poder contener las lágrimas.
Un guiño a España en "1989" y la era "Midnights"
La transición hacia la era "1989" llenó el Bernabéu de colores y energía pop. Swift apareció vestida con los colores de la bandera de España, desatando una ovación ensordecedora. "Style", "Blank Space" y "Shake It Off", pusieron una nueva marcha al concierto que tras más de dos horas seguía sin recaer y que volvió a tener picos de intensidad con éxitos como "Wildest Dreams" y "Bad blood".
El cierre del concierto estuvo marcado por las canciones de su penúltimo álbum, Midnights, con temas como "Anti-Hero" y "Vigilante Shit", que dieron paso a una explosión de color con "Bejeweled", en el que las miles de pulseras led transformaron al Bernabéu en una mina de piedras preciosas. "Karma", uno de los temas más repetidos en las camisetas de los asistentes, fue el punto final de un concierto inolvidable.