El Teatro Real ha recaudado en torno a 50.000 euros en la subasta de las piezas de atrezzo de diferentes óperas celebrada anoche, en la que la "estrella" fue el automóvil Packard Lebaron de 1930 usado en la representación de Don Giovanni y vendido a una cordobesa por 7.800 euros, el precio de salida.
Fuentes de la institución han calificado la experiencia de ayer, la primera de estas características en el Teatro Real y en la que se vendieron el 80 por ciento de las piezas, de "muy satisfactoria" aunque "agotadora", ya que aunque la previsión inicial era que la subasta durará algo más de una hora se alargó a tres.
La misma señora que se llevó el Packard Lebaron se convirtió en la gran protagonista de la jornada, al "pujar por todo": vestidos, máscaras, corbatas, tocados o pelucas, entre otros artículos de los 1.100 que salían a subasta, por cuyo conjunto pagó cerca de 20.000 euros. La señora, residente en Córdoba, había estado recientemente con su esposo viendo la representación de "El elixir de amor", y reconocía a los periodistas presentes en la subasta que le encanta tener recuerdos de diferentes montajes escénicos.
Los tocados de plumas fueron unos de los objetos que más éxito tuvieron, ya que se vendieron todos, así como la demandada espada mágica de "Merlin", que tras una dura competición fue adquirida por un aficionado por 170 euros.
El maravilloso vestido "Ginevra", de la representación de "Merlin" (2.800 euros), y el de "Morgana" (1.500 euros), así como la capa del Rey Arturo han formado parte de los artículos que no han logrado subastarse, debido a su elevado precio de salida.
En el lado opuesto, el lote de veinte piezas de "El amor de las tres naranjas" se vendió en su totalidad, incluidas las camisetas de rejilla, y algunos de sus vestidos y abrigos duplicaron el precio de salida.
Las máscaras se convirtieron también en otras de las grandes estrellas de la subasta, al adquirirse las 130 incluidas en la puja y pasar de los 100 euros iniciales de salida a 300 o 400 euros en algunos casos.
Uno de los pujadores más jóvenes presentes ayer en el Teatro Real, un niño de unos 10 años, se llevó dos coches de choque de los mostrados en "Don Giovanni" por 800 y 900 euros, respectivamente, mientras que un velocípedo y una góndola del mismo montaje se vendieron por 550 y 430 euros, respectivamente.
Un anticuario presente en la subasta se hizo con un pequeño ataúd infantil y unos crucifijos de la ópera "Margarita La Tornera", mientras que un saco de huesos se adquirió por 75 euros.
Según fuentes de la institución, de los 400 lotes que salieron a subasta pertenecientes a 31 óperas se vendieron 285, por lo que ahora tocará hacer balance de la experiencia, "mejorar pequeños detalles" en las siguientes y analizar qué se hace con los objetos que no consiguieron subastarse. "Mucha gente se rindió antes de venir, pensando que el precio de salida iba a subir mucho", aseguran las mismas fuentes, que reconocen que las expectativas de recaudación eran mayores y resaltan que entre los artículos por los que no se pujó había lotes de trajes "muy económicos" que podrían hacer muy buen papel para compañías de pequeño tamaño.
Los días previos a la subasta presencial ya se habían registrado 600 pujas vía teléfono o internet, mientras que en la puja presencial los elementos de utilería han sido los que han tenido mejor acogida, al venderse 211 lotes de un total de 233, entre ellos un escudo de "Aída" o una cabeza de "La conquista de México".
Los 50.000 euros recaudados se destinarán probablemente a los proyectos "sociales" del Teatro Real, como el pedagógico o el de universidades, o para amortizar descuentos de entradas de jóvenes, ya que esa cantidad empleada en las grandes producciones del centro resultaría "solo un pellizco".
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