Julio de 2024, tres niñas son asesinadas y otros ocho resultan heridos en un brutal ataque con arma blanca en Southport por un hombre de 17 años nacido en Gales de padres ruandeses. Empieza a circular por redes que el asesino es un solicitante de asilo con un nombre árabe o musulmán, se llega a decir que llegó en un patera en 2023, se comparten imágenes de una detención de un hombre negro asegurando que es el asesino… Todo ello fue un invento. De las redes a medios difusores de bulos, de allí al altavoz de políticos racistas como Nigel Farage. Julio de 2023, un hombre acuchilla a la dueña de una tienda en Tirso de Molina. El líder de Vox, Santiago Abascal se apresura a relacionar el crimen con la inmigración, junto a cientos de cuentas de Twitter ultras como las de la empresa Desokupa que desean "que se quemen contenedores y se asalten los lugares de acogida de argelinos en el barrio". La policía detuvo al asesino en Madrid a las pocas horas y pronto se informó que de que se trataba de un hombre llamado Jesús, nacido en San Lorenzo del Escorial en 1965, y de sobra conocido por las fuerzas de seguridad por acumular encadenar delitos desde 1997. El tuit de Abascal sigue en la red social y el líder ultraderechista solo reconoció la falsedad al ser preguntado en una entrevista con Pedro Piqueras en Telecinco: "Parece una equivocación", señaló.
A día de hoy se desconoce la religión del atacante de Inglaterra, que fue identificado como Axel Rudakubana. Durante unos días se conservó en el anonimato por tratarse de un menor de edad, pero se sabe que sus padres naturales de Ruanda y son cristianos que frecuentaban con regularidad su iglesia local.
Recordemos la secuencia de hechos: un hombre apuñala a varios niños, una campaña de bulos intoxica a la opinión pública, y parte del debate público en medios de comunicación se traslada a la inmigración o la integración de otras comunidades religiosas, con argumentos como el fracaso de las políticas multiculturales. La falacia discursiva de muchos de los artículos de opinión vendría a resumirse en: “Los padres del criminal fueron migrantes, la inmigración es el problema fundamental”. El simplismo argumentativo es tan grosero que da vértigo pensar que es fruto de una reflexión de una persona adulta que se ha sentado delante de una pantalla a escribir.
El Twitter de Elon Musk
Quizás el eslabón más importante de toda esta nueva campaña sea el papel de las redes sociales con la difusión de bulos como estrategia de movilización, que en este episodio de Reino Unido ha terminado con ataques a lugares donde viven o prestan asistencia a inmigrantes. Por encima de todas X (anteriormente Twitter) y Telegram se han convertido en los canales de difusión necesarios.
El documental Twitter en la era de Elon Musk (Movistar Plus), analiza la evolución de la red social desde la compra del magnate. El hombre más rico del mundo llegó a la conclusión de que debía “salvar la libertad de expresión”, tras la eliminación de contenidos y la suspensión de cuentas como la de Donald Trump.
Con su grandilocuencia y papel de salvamundos que tanto cultiva, concedió una amnistía generalizada a las cuentas que habían sido suspendidas sin ninguna criba entre personas que habían hecho un chiste de humor negro y auténticos acosadores y propagadores de odio. A los pocos días de llegar al mando, Musk también eliminó el departamento de moderación de contenidos. Además posibilitó la compra de la insignia de verificación, que favorece la visibilidad de los tuits de aquellos que la pagan, antes exclusiva para personalidades famosas, periodistas o políticos y que acreditaban la identidad real de dichas personas. Uno de los resultados es el mayor peso de la desinformación y los discursos de odio en la plataforma.
El documental recoge cómo la dirección anterior a Trump se había excedido en su celo 'friendly', eliminado cuentas que simplemente habían hecho un chiste racista o tránsfobo. Sin embargo, con aquella política se ponía coto a ciertos bulos que trataban de incendiar el ambiente en momentos delicados como el asalto al Capitolio.
El reportaje también aborda la evolución ideológica de Musk que hace unos años se declaraba centrista, hasta mostrarse actualmente como un fiel partidario de Trump y y claramente posicionado con teorías de la conspiración como la del ‘gran reemplazo’. Es difícil encontrar una semana en la que el magnate no difunda algún bulo y opiniones políticas estrafalarias como tildar a Kamala Harris de "literalmente una comunista", como hizo esta semana. "La guerra civil es inevitable", escribió Musk el 4 de agosto en respuesta a un tuit que mostraba un vídeo de uno de los altercados tras el asesinato de las niñas inglesas.
Durante estos días, en la red social también se han alzado muchas voces defendiendo las protestas argumentando que se trataba de un movimiento de defensa de “patriotas” o “padres preocupados por sus hijos”. Las protestas violentas han sido alentadas principalmente por grupos de extrema derecha como la denominada Liga de Defensa Inglesa (EDL, en inglés), y por su fundador Tommy Robinson, un activista antiinmigración y antiislam, experto en difundir bulos en las redes sociales, y que ha pasado varias veces por la cárcel por delitos de odio, de agresión y fraude.
También han tenido un importante papel influencers de extrema derecha como el excandidato a la alcaldía de Londres, Laurence Fox, o el exconvicto neonazi, Mathew Hankinson, condenado a 6 años de cárcel en 2018 por pertenencia al grupo neonazi Acción Nacional, organización que llegó a plantear el asesinato de una parlamentaria. Como pueden comprobar, "buenos padres de familia que solo se preocupan por el futuro de sus hijos".
