Andrés Calamaro decía que un país sin interés por el boxeo es un país de cobardes. El boxeo es un deporte que apela a una épica pasada, casi sepultada, en esta sociedad de lo intangible. Este sábado, Tyson Fury defiende por última vez el campeonato mundial de los pesos pesados contra Dillian Whyte. Fury pasó por una dura depresión y, según cuenta, intentó suicidarse conduciendo a 300 kilómetros por hora con la intención de tirar su coche por un puente. Pensar en su hija creciendo sin un padre le hizo abandonar la idea en el último momento. En Cine en Blanco y Negrete apelamos a los valores del boxeo recuperando un clásico sobre otro boxeador enfadado con la vida: ‘Marcado por el odio’.
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