Cultura

'Valhalla Rising': épica, poesía y violencia en la cinta olvidada de Nicolas Winding Refn

Cualquier espectador recuerda esa escena en la película Drive (2011), en la que Ryan Gosling y Carey Mulligan se besan en un ascensor con ternura y delicadeza, hasta que pocos

Cualquier espectador recuerda esa escena en la película Drive (2011), en la que Ryan Gosling y Carey Mulligan se besan en un ascensor con ternura y delicadeza, hasta que pocos segundos después la violencia se desata y lo invade todo. Previamente, el cineasta danés Nicolas Winding Refn había llegado al imaginario colectivo con la trilogía Pusher (1996, 2004 y 2005), Bronson y Valhalla Rising (2009), en las que el director camina siempre al borde del horror, el exceso y la crueldad. Una vez entras en el universo visceral del cineasta es imposible olvidarlo.

Este viernes se estrena en España Valhalla Rising, esa cinta olvidada en nuestro país en la que Winding Refn exploró los límites de la poesía y la violencia con la historia de un enigmático guerrero, a quien da vida Mad Mikkelsen (protagonista de la oscarizada Otra ronda), quien después de permanecer esclavizado durante años logra escaparse junto a un niño. Juntos, se enrolan en un barco cristiano, con destino a Tierra Santa, que les llevarán a un lugar en el que reinan el dolor y la sangre.

La poesía, la violencia y la épica acapara cada segundo de metraje y cuesta entender por qué ha tardado tanto tiempo -un total de 12 años- en poder verse en los cines españoles, en los que tan buena acogida tuvo Drive y a los que posteriormente llegó la menos aplaudida e impopular, aunque incómoda y extrema Neon demon. Nunca es tarde y merece la pena acercarse a esta película, tan diferente al resto de sus trabajos, en cuanto a la ambientación y al ritmo, pero tan importante para entender la esencia de este cineasta, una de las personalidades cinematográficas más particulares del panorama europeo.

Soy un fan de la ciencia ficción y no de las películas de vikingos, pero me gusta el dinero y sabía que iba a ganarlo si lo hacía, así que hice una película de ciencia ficción"

Valhalla Rising es una experiencia sensorial en la que las tinieblas, el frío, la lluvia y el viento se pueden palpar desde la butaca, al igual que el miedo, la venganza o la ira, envueltos en el simbolismo de un viaje, en el que no todo se ve. "Soy un fan de la ciencia ficción, no soy un gran fan de las películas de vikingos, pero me gusta el dinero y sabía que iba a ganarlo si lo hacía, así que hice una película de ciencia ficción", explicó recientemente el cineasta durante un coloquio en el BCN Film Festival, donde se presentó esta película, según recogió Vozpópuli.

Esta película se convierte por momentos en una experiencia sensorial, en la que el horror está tan presente como la belleza. Una banda sonora lúgubre, en la que predomina el ruido, el muro de sonido y los acoples de guitarras, consigue crear una atmósfera cruda y real, casi directa en el sentido más amplio de la palabra. Los claroscuros de los rostros y los paisajes recuerdan cada momento que el espectador se encuentra ante una fotografía casi pictórica e incluso las escenas abordo del barco consiguen reproducir el dramatismo de una ópera. Todo en este filme esta coreografiado, incluso la mayor de las crudezas y el más violento de los actos. Y todo es bello, horriblemente bello.

Mad Mikkelsen, alma de Valhalla Rising

Winding Refn ha trabajado en cuatro ocasiones con el actor danés Mad Mikkelsen y esta es su última colaboración. "Le dije que iba a tener solamente un ojo, que iba a hacer el papel de un vikingo, una idea que le encantó, a pesar de no tener un diálogo", cuenta el director sobre el papel protagonista, que no habla en ningún momento y que se comunica a través del niño que le acompaña.

Me gusta despojar a la película de lo humano y contar solo con la naturaleza, porque se convierte en algo muy primario"

Más allá del personaje de Mikkelsen, la naturaleza es en Valhalla Rising un protagonista más, que incluso posee a los personajes. "En esta película, con tan poco presupuesto, decidí tirar de la naturaleza. La creatividad se consigue al convertir la debilidad en la fortaleza y ahí tenía la oportunidad perfecta. Además, me gusta despojar a la película de lo humano y contar solo con la naturaleza, porque se convierte en algo muy primario", relató el cineasta.

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