El fundador de Mac lo llamó personalmente para que escribiera su biografía. Presidió la CNN y el Aspen Institute. Fue director de la revista Time y puede presumir de ser uno de los biógrafos más aclamados en todo el mundo. Sus perfiles de Steve Jobs (Debate, 2011) y Einstein (Debate, 2008), así como los de Kissinger y Benjamin Franklin, demuestran que Walter Isaacson intenta escribir una historia de la inteligencia moderna a través de sus figuras más importantes. Por algo lo llaman el biógrafo de los visionarios.
En esta ocasión, el profesor de Historia de la Revolución Digital en la Universidad de Tulane (Nueva Orleans) vuelca sus esfuerzos en Leonardo Da Vinci (Florencia 1452- Francia 1519), el genio del Renacimiento de quien el próximo año se celebra el quinto centenario de su muerte, y a quien Isaacson ha dedicado una extensa biografía que alcanzó el número uno de las listas de más vendidos del New York Times pocas semanas después de su llegada a las librerías y que ahora la editorial Debate publica en España. Se trata de Leonardo Da Vinci. La biografía.
En las páginas de esta exhaustiva biografía, Isaacson repasa la vida del visionario más importante de todos los tiempos. Lo hace colocando el énfasis en tres características de su personalidad que lo llevaron a la cima del arte, el pensamiento y las ciencias: la curiosidad insaciable, la observación cuidadosay la imaginación. Para la redacción de esta investigación, Isaacson revisó más de 7.200 notas originales de Leonardo da Vinci y trabajó con fuentes documentales que le permitieron comprender la naturaleza de su pensamiento.
“Las cuatro biografías que he escrito no son sólo sobre gente inteligente, sino personas creativas. Leonardo da Vinci era autodidacta, no dominaba del todo las matemáticas ni el latín, pero su curiosidad y su capacidad de imaginar y crear hicieron de Da Vinci el genio que fue. Su curiosidad iba más allá del arte. Su mente era capaz de hacer conexiones entre las matemáticas y la anatomía, entre la tecnología y las humanidades”, dice Isaacson.
Según narra Isaacson en las páginas de este libro, Leonardo Da Vinci era bastardo, homosexual, herético y además zurdo. Estaba dotado de una sensibilidad explosiva y él mismo experimentaba ciclos de arrebato anímico que lo sumían en profundas depresiones. . “Leonardo era un rebelde o el tipo de persona que Steve Jobs habría calificado como rebelde. Muchas cosas predisponían eso, por ejemplo, la Florencia del siglo XV era tremendamente tolerante y abierta”, explica el periodista.
La mirada que arroja Isaacson sobre Da Vinci es contemporánea. Busca en su pensamiento ecos de patrones de pensamiento vistos desde nuestro tiempo. Y llega a conclusiones como ésta: “así como Steve Jobs supo combinar el arte y la tecnología, la ingeniería y el diseño, Da Vinci supo sintetizar todo el conocimiento -botánica, anatomía, la física, dibujo, pintura – en su Mona Lisa”, obra en la que trabajó desde 1503 hasta su muerte, en 1519, la síntesis de su genio y su obra.
En el material que consultó y trabajó Isaacson, pudo ver la forma en la que Da Vinci pensaba y planificaba su trabajo. “Hacía listas de todos los temas que le producían curiosidad, así que en los cuadernos pude ver cómo su mente danzaba entre distintos campos de la naturaleza: bocetos, dibujos e incluso inventos, como el funcionamiento de la válvula cardiaca”, asegura Walter Isaacson quien este martes 5 de junio, a las 19.00 horas, dictará una conferencia en el marco del ciclo Tech & Society de Espacio Fundación Telefónica.