El músico gallego Xoel López acaba de lanzar su cuarto álbum en solitario, Si mi rayo te alcanzara. Con incertidumbre sobre los meses venideros, cuenta en esta entrevista con Vozpópuli los entresijos de un disco que no figuraba entre sus planes pero que "irrumpió" en su vida "como un rayo inesperado". Compuesto junto a David Quinzán y producido por Campi Campón, este trabajo marca el comienzo de una nueva etapa tras la suerte de trilogía formada por formada por Atlántico (2012), Paramales (2015) y Sueños y pan (2017).
Pregunta. ¿Cómo influyó la pandemia en la creación de ‘Si mi rayo te alcanzara’? Las canciones ya estaban compuestas, pero tuvisteis que hacer un parón en la grabación.
Respuesta. Por suerte no afectó a lo gordo que es la parte de la composición. Sí afectó notablemente a la parte de plasmar el disco en estudio. Empezamos a grabar justo en marzo. Llevábamos más o menos un 40 por ciento de la grabación del disco y fue un mazazo. Todos para casa. Al principio esperando por si podíamos retomar con la sensación de que podía ser algo temporal. Luego ya vimos que nada y ahí hubo un poco de frustración, sensación de bloqueo. Quisimos seguir telemáticamente pero no nos gustó. Yo empecé a hacer otras cosas, quise buscar distracción por otro lado. Lo único positivo es que cuando lo retomamos en mayo en el estudio había una energía muy buena, de muchas muchas ganas, sobre todo las ganas retenidas. Por tanto, al disco si afectó fue más positivamente. La sensación del confinamiento más duro no está plasmada en el disco, por suerte. Dentro de todo el disco se salvó.
P. ¿Te planteaste algún cambio en el álbum durante ese parón?
R. Realmente no afectó a la idea original. Afectó a la energía. Curiosamente, y me da rabia decirlo porque creo que solo trajo cosas malas todo esto, la energía fue liberadora. Salimos de nuestras casas al estudio como sale un rayo de una nube negra, entonces me quedo con eso, con la energía liberadora, con esa idea de luz y de fuerza. Sí que la pandemia me hizo dudar del título del disco, que ya lo tenía y de repente al principio me planteé cambiarlo, pero al final decidí que no, que era el que era.
P. 'Si mi rayo te alcanzara' es tu cuarto álbum en solitario, el primero tras la trilogía ‘involuntaria’. ¿Qué supone en tu carrera?
R. Para mí es un disco especialmente vivido, especialmente intenso, emocional y emocionante. Te diré que realmente era un disco que no iba a salir. La idea era hacer una especie de recuento, un disco con canciones mías de toda mi carrera, llamar a colaboradores y hacer el típico reposo de la composición, y esa idea que teníamos clara la descarté porque me salió un disco de la manga, es decir, no lo pude evitar. Descartamos la idea de hacer el recopilatorio porque este disco irrumpió en mi vida, necesité hacerlo, salió y desbancó la idea aquella de hacer un poco de balance. Realmente fue como un rayo inesperado.
P. Hemos vivido un verano atípico, también en lo musical, pero tú pudiste hacer varios conciertos, incluido uno en Coruña junto a la Orquesta Sinfónica de Galicia. No ha sido un verano demasiado malo para vosotros, ¿no?
R. No. Lo único que me da pena es que no pudimos llevar a todo el equipo. Hicimos un equipo de cuatro músicos y cuatro técnicos pero nos faltó gente como Alice Wonder, Fernando Lamas o Adrián Bartol al bajo. Echamos de menos a los compañeros que no pudieron estar, pero la idea era hacer todo lo posible, ir los máximos posibles. Pienso que dentro de todo eso tenemos que estar relativamente contentos porque pudimos hacer 23 conciertos y salvar un poco el año. Es verdad que todo es triple esfuerzo, obviamente menos ganancias… digamos que todo está muy al límite. En nuestro caso también nos gusta tocar y la idea era sentir la profesión y poder seguir en activo para tampoco anquilosarte. A mí me da un poco de miedo incluso la idea de perder lo que teníamos, esa magia, esa chispa de tocar juntos que era justo algo que veníamos disfrutando mucho.
P. ¿Cómo se presenta la gira? ¿Seguiréis yendo en cuarteto? Se han pospuesto conciertos pero ya se ha confirmado uno en el Palau.
R. Sí, tenemos Palau y tenemos Madrid. No puedo decir todavía dónde pero vamos a hacerlo en un teatro de la Gran Vía. Vamos a arrancar con eso. Como tienes que ir sobre la marcha porque las medidas van cambiando en función de lo que va pasando, no se puede planear mucho a largo plazo e incluso los conciertos que cierras no sabes si los vas a poder hacer, como nos pasó ahora en noviembre, que se nos cayeron tres conciertos. La idea es ir a cuarteto en principio, pero si vemos que se puede pues a lo mejor en algún concierto grande hacemos el esfuerzo y metemos a la banda entera.
P. Volviendo un poco al disco. En ‘Si mi rayo te alcanzara’ encontramos desde canciones atípicas en tu carrera, como 'Tigre de bengala', hasta otras íntimas como Joana. ¿Cómo ha sido el proceso de composición?
R. Fue muy diferente porque incluía a un segundo personaje en la historia que es David Quinzán. Yo no lo había hecho nunca; siempre había compuesto yo solo y me apetecía arrancar desde otro lugar, me apetecía tener a una persona cerca con la que poder compartir ese momento. David era la persona ideal porque lo admiro mucho como compositor y es buen amigo, entonces era fácil. También es verdad que a lo mejor si no hubiera estado David ahí no lo hubiera hecho, hubiera seguido con mi método tradicional.
P. ¿Y cómo llevasteis a cabo este proceso?
R. Él empezó a venir a mi casa por las mañanas, yo lo recibía con un café… Al principio costó un poquito porque no teníamos una fórmula de trabajo entonces era mucho discurrir. A veces incluso hacíamos muchas cosas pero no valía nada. Una vez que encontramos ese engranaje, esa confianza que era casi terapéutica… Yo hablaba mucho de mis emociones, de lo que estaba tratando de expresar en una canción para que él lo entendiera. No le contaba nada de mi vida que no supiera porque es un buen amigo, pero me tuve que abrir para que me entendiese y pudiésemos ir hacia una misma dirección. Él aportaba su forma de verlo, sus propias metáforas. Creo que refrescó mi composición. Me dio un punto de renovación que a mí me gustó mucho.
P. En el disco hay tres voces femeninas: la de Ede, la de Alice Wonder y la de Gaby Moreno. ¿Sabías desde el principio qué canción iba a cantar cada una de ellas?
R. No, porque de hecho la de Gaby Moreno vino más de parte de Campi Campón, el productor. Yo sabía quién era pero no la conocía personalmente. Me pareció muy bien. Además yo estoy muy abierto a propuestas en mi tipo de trabajo. Era un poco la filosofía de este disco, delegar y dejarme influir por mi propio entorno. Me pareció que funcionaba muy bien y también me pareció bonito meter una voz que representase a Latinoamérica por lo que eso significa en mi vida y en mi música. Luego, Ede y Ali son familia, son gente de la casa, de mi banda. Me parecía que era una apuesta por mi propio entorno. Cuando hice ‘Alma de oro’ me acuerdo de que se la llevé a David a su casa y pensamos en Ede automáticamente. Lo de Alicia, la canción me pedía su voz. Cuanto tienes las cosas cerca recurres a ellas. Yo estaba con ‘Pez globo’ y pensaba “la voz de Ali aquí quedaría guay”. Se lo propuse tímidamente y le encantó la idea, le encantó la canción porque es verdad que le iba total. Hay una especie de desgarro que ella abrazó y entendió perfectamente y lo cantó desde el lugar que se merecía.
P. Hasta ahora tú solías producir tus discos. No sé qué ha supuesto para ti contar con Campi Campón esta vez y despojarte un poco de esta parte.
R. Yo era productor a veces 100 por cien, normalmente 50 por cien porque compartía la producción siempre con alguien. En los dos últimos discos con Ángel Luján; los anteriores con Juan de Dios Martín, otro gran amigo y productor de bastante parte de mi carrera. Igual tenía claro que quería cambiar a Ángel Luján cuando cambié, ahora tenía claro que quería cambiar a otra persona. Pero hay un añadido: por primera vez cedo totalmente la producción, es decir, yo te mando la canción y tú me propones de cero. No quería otra vez usar mis recursos. Quería que fueran los recursos de otro, que otro dejase su impronta. Es curioso porque también creo que ahora me lo puedo permitir porque tengo una carrera más estable. Ya son cuatro discos como Xoel y Campi ya conocía mi carrera anterior perfectamente, mi discografía, entonces yo entendía que él iba a proponer algo que tenía que ver con lo que yo ya venía haciendo o con un posible camino a seguir. No lo hubiera hecho hace tres discos pero ahora sí. La verdad es que todo lo que propuso fue para dentro. No hubo que rehacer nada. Hubo algún matiz en alguna cosa pero todo encajó a la primera.
P. "Los aciertos son errores del pasado" cantas en 'Tigre de bengala'. ¿Qué ha aprendido Xoel a lo largo de su carrera?
Que equivocarse es aprender, desde luego. Que hay que atreverse, porque si no no te mueves. Si no hay movimiento no hay error, entonces tampoco hay evolución. Yo entiendo la vida así, como una cosa que vas haciendo y que no siempre te sale todo bien. Hay que probar, hay que equivocarse, aprender, mejorar… empaparse de la propia vida. En esa frase yo quise reflejar esa idea de que no pasa nada si algo te sale mal, porque si no la otra opción es la del miedo, la de no hacer nada, la de quedarte en tu casa y cruzar los brazos. En ese sentido es una propuesta de acción. Yo siempre fui una persona de acción, siempre decidí hacer las cosas, no esperé a que me llovieran del cielo.
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