Jamie Cullum se convirtió en toda una celebridad internacional en 2003 tras el lanzamiento de 'Twentysomething', un álbum que le catapultó a todos los niveles y que le permitió iniciar una exitosa carrera musical que se extiende hasta nuestros días. El británico visitó nuestro país la semana pasada para participar en el festival Alma y días antes atendió a Vozpópuli para charlar sobre su carrera, sobre música y sobre tecnología.
P: Vienes a España, ¿cómo te sientes al tocar ante el público de España en ciudades como Madrid o Barcelona?
R: Me sale la sonrisa cuando me preguntas por ello. No sé como decirlo sin que parezca que digo aquello que en una entrevista se quiere escuchar, pero España es mi lugar favorito para tocar porque el público es increíble. La gente es muy entusiasta, muy apasionada y siento que los españoles tienen una profunda relación con la música que hago. En algunos países siento un especial apoyo a mi primer álbum o a alguna canción particular, pero en España simplemente lo apoyan todo, cada cosa que he hecho. Ir a España es uno de los mayores placeres de mi carrera.
P: Imagino que poder hacer un tour internacional después de veinticinco años de carrera es algo alucinante, ¿verdad?
R: Cuando tienes una vida dedicada a la música, todo tiene más relación con el amor hacia la música que el mero hecho de convertire en un 'popstar'. No significa que aquellos que han logrado ser estrellas no amen la música, sino que aquellos que amamos la música queremos una carrera sostenida en el tiempo que te permita seguir disfrutándola. Para mí, poder continuar mi carrera de la forma en la que quiero hacerlo es mi meta principal, porque amo hacerlo. Me gusta tocar, grabar y escribir. Por tanto, después de veinticinco años poder tocar ante audiencias que se vuelcan y que disfrutan de la música es mi meta principal.
P: Suelo preguntar a artistas como tú, que son veteranos, si sientes las mismas sensaciones cuando suben a un escenario que en otras etapas
R: Creo que las sensaciones son más diferentes después de hacer varios conciertos seguidos. Pero mi último concierto -en el momento de la entrevista, días antes de subirse a las tablas de Madrid- fue en diciembre. He estado escribiendo y grabando, pero no he tocado ante un público en vivo desde entonces, por lo que siento los nervios y la emoción del primer día. Siento que no puedo esperar para volver a tocar ante un público. Tocar algunas de las canciones antiguas se convierte en algo nuevo otra vez. Además, subirse a un escenario produce un miedo que se disfruta y que te hace cuestionarte si puedes hacerlo, si has olvidado cómo hacerlo, si serás mejor o peor que entonces... Pese a ello, tengo mucho respeto por mi trabajo, lo que me permite lidiar los nervios con experiencia y conocimiento.
P: ¿Después de esta gira estás pensando en sentarte a componer nueva música?
R: De hecho, ya he hecho algo de trabajo en ese aspecto y pienso empezar a grabar después del verano. Estoy listo para grabar, pero es cierto que no me gusta sacar discos uno detrás de otro porque me gusta ir a tocar a todos los lugares que me apetece, pero no me gusta extenderlo demasiado porque tengo una familia a la que quiero. Amo a mis hijos, a mi mujer y quiero tener un largo y feliz matrimonio. Además, tampoco creo que la gente quiera que saque discos continuamente. Aunque sé que la industria funciona así ahora, no es la forma en la que me gusta trabajar. Tengo mi vida personal y me gusta hacer cosas por temporadas, así que sí, me pondré a grabar música y con un poco de suerte, podrá salir el año que viene.
P: Ahora que hablas de familia y hogar, ¿es igual de emocionante salir de gira como lo era antes sabiendo que estás muchos días fuera de casa?
R: Es distinto a cuando era más joven, ya que es aceptable terminar cansado, no como cuando eres joven, que parece que uno es antibalas. Me sigo considerando joven pero ya no puedes estar fuera cada noche porque tu físico no te lo permite. Ahora mi estilo de vida es un poco más contenido y creo que dormir es muy importante para sonar bien, pero sigo pasándomelo bien. Al fin y al cabo, salgo de gira con mis mejores amigos y nos aseguramos de pasarlo bien, pero evidentemente no es el mismo ritmo que cuando teníamos veinte años.
P: Como compositor, estamos asistiendo ante una revolución musical con la llegada de herramientas digitales como la inteligencia artificial, el autotune y sonidos digitalizados. ¿Qué opinas sobre todo esto?
R: La verdad es que estoy muy interesado en todo ello. Nick Cave dijo algo interesante: cuando escribes una canción y hay una línea de tu poeta favorito, te sientes muy inteligente por utilizarla, pero cuando la cantas, no tiene un sabor dulce, ya que no ha surgido de tu subconsciente, aunque sea inteligente e interesante. Lo mismo sucede con la inteligencia artificial. Si la usase, sería para para pensar ideas para canciones o letras y creo que todas estas cosas hacen que perseguir canciones sea menos dulce. Si solo persigues acabar la canción porque la necesitas ya y necesitas que sea un hit, la IA puede ser útil. Pero se estropea el hecho de exprimir tu subconsciente y la magia convertirlo en canciones. El proceso es tan disfrutable, brillante y frustrante... no creo que la inteligencia artificial se lo pueda llevar.
Puedes pasear a tu perro o recurrir a un paseador. Puedes hacer la comida o puedes pedir que te la traigan a casa. Ambas opciones pueden ser buenas y útiles. Pero no es igual de enriquecedor que te traigan la comida a hacerla y compartirla con amigos. Hay mucho pánico, estoy preocupado por el futuro, pero no creo que afecte a lo que yo hago porque es muy personal. Encontrar las palabras exactas para mis canciones es mi parte favorita y no quiero que nadie se lo lleve.
P: Se han cumplido 20 años desde que lanzaste tu álbum más famoso, Twentysomething. ¿Cómo ves el éxito de aquel álbum ahora que ha pasado tanto tiempo?
R: Se me hacía difícil escucharlo hace tres o cuatro años y no porque dejase de gustarme. Pero cuando trabajas en tus canciones, mejoras, tocas... se hace difícil escuchar tus propios temas por cómo ha cambiado tu voz, por tu forma de tocar el piano respecto a ahora. Pero entonces, cuando lo volví a escuchar, me dí cuenta de por qué la gente ama ese álbum, lo entendí de verdad. Y es porque me siento en cierto modo 'divorciado' de él y siento que es algo que está fuera de mí. Escucho a aquel chico joven lleno de valentía y despreocupado. Es un trabajo imposible de recrear con experiencia.
P: ¿Te queda algún sueño por cumplir tras tantos años de carrera?
Perseguir audiencia a la que nunca he llegado, quizá. Hacer música para gente que nunca ha escuchado mi trabajo. Además, después del COVID empecé a estudiar por primera vez con un profesor universitario sobre música para aprender sobre composición para tener un verdadero conocimiento. Es una ambición y un privilegio poder hacerlo.
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