El cantante Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) acaba de anunciar el fin de su carrera sobre los escenarios. El artista ha desvelado este jueves que a partir de 2025 emprenderá su gira de despedida, 'Hola y Adiós', que pondrá fin a una carrera de más de 40 años.
Este último tour, que afrontará con 76 años, arrancará en febrero de 2025 primero por América y por Europa más tarde. Durante once semanas recorrerá México, Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Argentina. Tras una breve pausa, la gira seguirá su rumbo a España y Europa, hasta su final en el mes de noviembre.
Las fechas, ciudades y venta de entradas se darán a conocer en el mes de julio para América y en septiembre para España.
"Un último nocaut emocional"
El comunicado que ha compartido en redes sociales anunciando su adiós a las tablas asegura que la reciente gira de Sabina, 'Contra todo pronóstico', fue la "mas rotunda" de su dilatada carrera y reunió a más de 700.000 personas en casi 60 conciertos por una docena de países.
"La ilusión, profesionalidad y experiencia del maestro de Úbeda vencieron el vértigo inicial, contagiando alegría y energía a sus músicos y ganándose al público", ha concluido.
Ahora, Sabina encarará "un último nocaut emocional" con una veintena larga de temas que "son ya plegarias del sueño imposible del amor" y dará la oportunidad a sus fans de despedirse del artista.
Una carrera de fondo
Sabina comenzó su andadura musical en la España de los años 60. Hijo de policía, acabó exiliado en Londres donde vivió en casas okupas hasta que, con el comienzo de la transición, regresó a España.
Sus dos primeros discos, 'Inventario' (1978) y 'Malas Compañías' (1980), ya perfilaba lo que más tarde afianzaría junto a Javier Krahe y Alberto Pérez en el mítico bar madrileño 'La Mandrágora'. Un disco en directo editado en 1981 reflejó esos shows diarios en los que conoció a quien sería su fiel escudero y guitarrista, Pancho Varona, durante cuarenta año, hasta que dejó de contar con él para su última gira.
En 1984, Sabina publica 'Ruleta Rusa', que ya contiene grandes éxitos como 'Caballo de cartón' o 'Juana la Loca' o 'Pisa el acelerador'. A partir de este momento, pasa del perfil de cantautor puro a juntarse con una banda, 'Viceversa', con la que publicó tres discos: 'Juez y Parte' (1985), 'Joaquín Sabina y Viceversa en directo' (1986) y 'Hotel, Dulce Hotel' (1987), que alcanzó 400.000 discos vendidos.
Durante esos años 'Pacto entre caballeros', 'Princesa' o 'Rebajas de enero' le sitúan como uno de los artistas más populares del momento, aunque su separación de 'Viceversa' deja dos discos menores en los años siguientes: 'El Hombre del Traje Gris' (1988) -que sin embargo contiene 'Quién me ha robado el mes de abril'- y 'Mentiras Piadosas' (1990).
Es a partir de 1992, cuando publica 'Física y Química' que comienza su más apabullante éxito. Ese disco contiene 'Y nos dieron las diez', 'La del pirata cojo', 'Conductores suicidas' o 'Amor se llama el juego' y supuso un gran éxito de ventas y de popularidad llegando a despachar un millón de ejemplares gracias, en parte, al gran recorrido que tuvo en Latinoamérica. Hoy en día, continúa siendo su disco más vendido con '19 Días y 500 Noches' detrás con medio millón.
El gran éxito y un punto de inflexión
Entonces, encadena tres álbumes que lo encumbraron como uno de los grandes letristas y cantantes de la historia de nuestro país y de la habla hispana: 'Esta Boca Es Mía' (1994), 'Yo, Mi, Me, Contigo' (1996) y '19 Días y 500 Noches' (1999). De estos álbumes salen cortes como 'Por el boulevar de los sueños rotos', 'Ruido', Y sin embargo', 'Contigo' o '19 Días y 500 Noches', temas que siguen sonando en directo cada noche de concierto de Sabina.
'19 Días y 500 Noches' supuso un punto de inflexión en su carrera. Fue producido por el exlíder de Tequila, Alejo Stivel, forzando un sonido áspero en su voz y una producción dura. Se escribió y grabó durante largas noches de fiesta y de abusos del alcohol y las drogas.
Sabina siempre se ha jactado de exprimir la noche y los vicios, algo que le llevó a un punto de inflexión. "Me echaron de los bares que usaba de oficina", canta. En el verano de 2001, sufrió un ictus que no le dejó secuelas físicas pero sí psicológicas. Se sumió en una depresión con la que convive desde entonces, de la que ha hablado sin tapujos como una 'nube negra' y que le apartó de la noche y los excesos.
Los discos siguientes mantienen su popularidad con temas como 'Peces de ciudad' (2002), 'Yo también sé jugarme la boca' (2002), 'Pájaros de Portugal' (2005), 'Tiramisú de limón' (2009) o 'Lo niego todo' (2017). Estos dos últimos temas, en colaboración con Pereza y uno de sus exlíderes, Leiva.
En febrero de 2020, cuando la pandemia de Covid acechaba, sufrió una grave caída desde el escenario del WiZink Center en Madrid, en pleno concierto con Serrat. Fue operado de un grave traumatismo y se recuperó durante los años siguientes de las secuelas y también del susto.
Mientras, en 2022, Sabina estrenó uno de los proyectos más longevos de su vida: el documental 'Sintiéndolo mucho', grabado a lo largo de 13 años por el cienasta Fernando León de Aranoa. En él se puede ver al cantante en su casa con amigos, de gira, en ensayos, reflexionando y pensando en alto, y hasta cayéndose del escenario del WiZink.
En 2023 hizo una gran gira, 'Contra todo pronóstico', y publicó un sencillo del mismo nombre. Entonces, se anunció la publicación de un álbum con este título, producido y coescrito con Leiva.
Sin embargo, de ese trabajo nada se sabe aún. Mientras, le ha llegado la jubilación y colgará el sombrero en 2025. Quizá todo forma parte de un gran plan que desconocemos o, por otro lado, todo sigue el curso de la improvisación. Con Sabina nunca se sabe.
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