En 1999, el ejército de los Estados Unidos experimentó la cifra más baja de reclutas de los últimos 30 años. El gobierno tomó cartas en el asunto para ser más agresivo en términos publicitarios. Destinó 2.200 millones de dólares en una campaña publicitaria y en una escudería dentro de la Nascar, competición del motor muy seguida en el país.
Los resultados no fueron los esperados.
Entonces el Coronel Casey Wardynski, profesor en la célebre academia militar de West Point, formuló una propuesta: crear un simulador de combate online que permitiese a varios jugadores jugar online. En 2002 vio la luz la primera versión.
America's Army es hoy el videojuego oficial del ejército de los Estados Unidos y se ha convertido en la principal vía de entrada de los nuevos reclutas que se suman a las fuerzas norteamericanas. Es gratuito y tiene el honor de ser el más descargado, jugado y popular si hablamos de aquellos juegos en los que la violencia es el leitmotiv.
El jugador se enfrentará a terroristas de todo el planeta en diferentes misiones, en las que podrá utilizar diferentes armas y compartir escenario con personas de todo el mundo. Durante el mismo, son ensalzados valores como el coraje y el honor, siempre con la bandera de los Estados Unidos como paraguas y el ejército estadounidense como protagonista. En 2004 un tercio de los jóvenes americanos de entre 16 y 24 había tenido contacto con el juego en algún momento.
Un movimiento de ficha que no pasó desapercibido por el ISIS. Poco después comenzaron a lanzar sus propios videojuegos con el fin de ganar adeptos.
"En Internet hay un caos tremendo. El ISIS y el Daesh lanzan videojuegos para ensalzar su causa que poco después son echados abajo por los norteamericanos. Saben que son una plataforma de reclutamiento de mucho éxito y no quieren que el enemigo utilice sus mismas armas. Los terroristas usan las imágenes de juegos bélicos como Call of Duty Black Ops, o el propio America's Army, y las modifican para cambiar el mensaje y sustituir a militares americanos por terroristas árabes para promocionar la causa", asegura Carlos Tardón, experto en videojuegos.
Es el caso de Arma, un juego al estilo Call of Duty, en primera persona, que no es más que una modificación del juego original que permite al usuario enrolarse en cualquiera de los ejércitos que participan en la guerra de Siria, tanto los que pretenden derrocar al presidente Bashar al-Ásad como al estado islámico o al propio ejército estadounidense. "No se sabe si está hecho para ayudar o no a Estados Unidos, pero el primer ejército que deja utilizar es el del autodenominado Estado Islámico, quizá es una treta para que no lo derriben", matiza Carlos.
En su día también cambiaron la portada de uno de los viodeojuegos violentos más populares, denominado Gran Theft Auto. Lo rebautizaron como Gran Theft Auto Salil Al Saren y se alojó en un servidor sirio para complicar su derribo por parte de los americanos.
En este caso, el protagonista del juego, los 'buenos', son los terroristas del Daesh. El objetivo, atacar columnas de vehículos militares estadounidenses, volar autobuses y conquistar edificios.
En Youtube se pueden ver vídeos de muchos de estos juegos modificados, en los que terroristas del ISIS ejecutan a personas al grito de Allahu Akbar lanzándolas desde edificios de cientos de metros de altura o atropellándolos con tanques.
"En cuanto los americanos detectan estos juegos, o publicidad de los mismos en Facebook o Youtube, los tiran abajo automáticamente. Por eso muchos enlaces están rotos", reitera Tardón, que concluye explicando que "los palestinos, en su día, también lanzaron un videojuego muy parecido a America's Army que ensalzaba su causa frente a Israel, pero hoy en día ha desaparecido", explica Tardón.
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