Los ecos del final de Watchmen aún resuenan en los anales del cómic. La obra de Alan Moore y Dave Gibbons, que va camino de las cuatro décadas de existencia, envejece tan bien como lo hacen el resto de grandes obras artísticas en la historia de la humanidad. La crítica de ayer y hoy sigue catalogando a este volumen como el cómic más importante de siempre.
Watchmen es el mejor ejemplo de que nada importa tanto en la literatura como una buena historia. Las cuatrocientas páginas que componen la novela gráfica nos trasladan a la década de los años ochenta, en un acertado y crítico retrato de la sociedad descaradamente materialista de la época, así como de la tirante relación entre las dos principales potencias del momento, Estados Unidos y la Unión Soviética.
En ese contexto, el mundo vive repudiando a los superhéroes, de los que solo sobreviven un puñado de ellos escondidos por los rincones más diversos. El punto de partida que Moore elige es el asesinato de Edward Blake, conocido como el Comediante, un héroe que en el pasado había pertenecido tanto a los Minutemen como a los Watchmen.
La aparente tragedia hace salir de su ratonera a Rorschach, otro de los justicieros caído en desgracia. Este se pone manos a la obra para averiguar qué ha pasado con su amigo, lo que provocará un reencuentro entre el resto de superhéroes que componían la banda: Búho Nocturno, Ozymandias, Dr. Manhattan y Espectro de Seda.
Sin caer en más spoilers e invitándoos a leer este fabuloso cómic, la trama girará en torno a la humanización de estos superhéroes, que irán mostrando sus miserias y la razón que llevó a la ruptura de dos grupos, en épocas distintas, llamadas a salvar al universo, mientras un misterio mayor que todos ellos se cierne sobre lo poco que queda por salvar en el planeta.
Watchmen fue un éxito desde el primer momento, siendo acreedor de premios tan importantes como el Hugo, nunca antes entregado a una novela gráfica. La serie está dividida en doce capítulos, que llegaron a los quioscos entre 1986 y 1987. Su dibujo e ingenio argumental fueron los dos aspectos que más llamaron la atención del público.
Su trascendencia relanzó el género al estrellato, dando oportunidades a muchos autores que hasta entonces veían las puertas cerradas a relatos de este calibre.
A nivel audiovisual, Watchmen tiene dos grandes adaptaciones. La primera es la película dirigida por Zach Snyder, la cual vio la luz con gran acogida en 2009. La versión extendida, de más de tres horas, es un calco perfecto, viñeta por viñeta, del cómic original. En 2019, HBO sacó una miniserie ambientada en el universo de Watchmen, que resultó ser una joya convertida al instante en producto de culto.
Watchmen, más vivo que nunca en 2023
Pese a ser uno de los cómics más veteranos, su universo se mantiene más vigente que nunca. Y es que en 2022, Watchmen fue reeditado en España en un tomo muy bien trabajado por ECC Ediciones. La empresa, que cuenta con un catálogo enorme de obras, ha apostado por devolver a la primera línea mediática este título.
Además, el pasado 4 de julio vio la luz en nuestro país Rorschach, un tomo recopilatorio que expande la trama de Watchmen 35 años después de los eventos originales. Doce volúmenes que ECC Ediciones ha juntado en un solo libro que tiene sabor español, ya que cuenta con el dibujo del español Jorge Fornés.
Rorschach ha sido el gran fenómeno cultural que nos dejó Watchmen. De entre todos los desequilibrados con máscara que nos presentó Moore, Rorschach fue, sin duda, el que más hondo caló por su dura personalidad y el cínico sentido de la justicia que expuso en la historia principal.
Hemos tenido el placer de leer la obra, la cual trae a la palestra a un sucesor espiritual del justiciero que pretende acabar con la vida del presidente de los Estados Unidos. Podemos decir que, aunque se recomienda leer primero el original por su grandeza y evidente orden cronológico, Rorschach es un buen spin-off que hace justicia a la saga y al enorme peso que carga sobre sus hombros.
Si este verano no tenéis claro qué clásico de las novelas gráficas leer, aquí os dejamos la hoja de ruta para sobrellevar el calor y encima quedarse prendado de una singular pieza de arte.
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