El espacio del cambio espera mucha más implicación de Yolanda Díaz. Es más, se la reclama tras el fiasco en Castilla y León, donde la primera alianza entre Izquierda Unida (IU) y Podemos perdió uno de los dos escaños morados en las Cortes de la comunidad. La vicepresidenta segunda, que se implicó en la conformación del frente amplio al apostar por Inmaculada Nieto, de IU, como candidata, está cerrando fechas, según ha sabido este diario.
Lo cierto es que tanto Podemos como el resto de fuerzas del espacio asumen que el resultado que arrojen las urnas el próximo 19 de junio marcará el devenir de la vicepresidenta y el arranque de 'Sumar', la herramienta jurídica creada por el equipo de Díaz para iniciar el proceso de escucha. Ese es el motivo por el que consideran que la titular de Trabajo debe bajar más al Sur tras el 4 de junio, el día que arrancará la campaña oficialmente.
Los morados lamentaron en su día que Díaz solo dedicara una jornada para hacer campaña en Castilla y León. La vicepresidenta segunda eligió Castronuño, un municipio de 800 habitantes gobernado por IU, y lugar de origen de los padres del secretario general de CCOO, Unai Sordo. Todo un mensaje. Pero ahora es diferente. La izquierda a la izquierda del PSOE ya conoce uno de los nombres que rodearán a Yolanda Díaz, 'Sumar', hasta que se concrete la plataforma. Y Andalucía es una plaza fundamental para las aspiraciones de la izquierda. Por eso, Unidas Podemos lo juega todo al tirón de la vicepresidenta.
Encuestas poco halagüeñas
El problema es que, por el momento, las encuestas no son halagüeñas para 'Por Andalucía'. Un mal resultado pondrá a Yolanda Díaz en el foco pese a haberse desvinculado de la conformación de la coalición, que se saldó con Podemos fuera del registro oficial por un "error material" de IU ante la Junta Electoral de la comunidad.
En verdad, la titular de Trabajo se enfadó mucho por cómo nació la coalición andaluza. Tanto ella como su equipo reiteran cada vez que tienen ocasión que el proyecto al Sur de Despeñaperros no es el primer test de su plataforma, mientras que los morados reivindican lo contrario.
Cabe recordar que Yolanda Díaz y Podemos viven su particular guerra fría. El partido se reivindicó este fin de semana como "imprescindible" para el proyecto de la titular de Trabajo. Los morados se siguen considerando la fuerza motriz del espacio y, por eso, no están dispuestos a permitir que su fuerza se diluya en un mar de siglas y nombres propios. Ese mensaje de Podemos, además, llegó tras la filtración de la marca que organizará el proceso de escucha.
La desconfianza hacia Errejón
Nadie en el espacio conocía un nombre que se pidió registrar en Interior hace un mes y medio. Y la sospecha que atraviesa a Unidas Podemos es que la fuga de información vino del 'errejonismo' que rodea a la titular de Trabajo. Eso sí, el propio Íñigo Errejón, líder de Más País, lo niega. Y dice, directamente, que "es falso".
En Unidas Podemos no terminan de fiarse de su excompañero pese a que este tiene hueco garantizado en el futuro frente amplio nacional. En verdad la filtración ha sentado muy mal a un espacio descolocado donde se están viviendo luchas de poder para sobrevivir al calor de la 'estrella' de la izquierda. La propia Díaz lamenta la filtración, porque no quería dar a conocer la marca hasta que el Ministerio del Interior diera el visto bueno.
Más allá del resquemor hacia Errejón. Podemos mantiene otra guerra abierta con IU. Los de Alberto Garzón están presionando a Yolanda Díaz con nombres y tiempos preparando a sus dirigentes por su cuenta para las generales. Tras el telón del frente amplio se esconde una lucha de poder entre las fuerzas de izquierda. IU trabaja para quitarle a Podemos todo el protagonismo de sus años dorados, los del asalto a los cielos. Entonces, IU era una fuerza subalterna de Podemos. Por eso, los de Garzón buscan ahora venganza.
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