PSOE y Unidas Podemos van a seguir con ojo avizor los resultados electorales en Andalucía el próximo 19 de junio y se han conjurado para que, "pase lo que pase", la legislatura siga adelante y no haya disolución de las Cortes, coinciden diversas fuentes de ambas formaciones consultadas por Vozpópuli. Cuentan con la "complicidad" de socios del 'bloque de investidura' como ERC y Bildu, que no van a dejar caer este gobierno para que llegue uno de PP y Vox, y, en este sentido, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, advertía este jueves, como ejemplo de continuidad, que el Ejecutivo presentará al Congreso el Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado 2023.
Que el popular Juan Manuel Moreno Bonilla va a seguir al frente de la Junta otros cuatro años lo dan casi por descontado en el gabinete salvo sorpresa, a tenor de los últimos sondeos, pero en las últimas semanas se ha desatado la alarma ante la posibilidad de una debacle de la izquierda debido a tres factores de desmovilización sorevenidos: el "espectáculo" ofrecido por los integrantes de 'Por Andalucía', que los socialistas siguen "apáticos" frente a la candidatura del ex-alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y que el miedo a Vox no moviliza. Muy al contrario, cabe la posibilidad de que se 'dispare 'en las urnas de la mano de Macarena Olona.
Si esa 'triada' de factores acaba dándose, y en la noche del 19J un PSOE segundo a la baja se acerca más a un Vox tercero -en La Moncloa y Ferraz no contemplan siquiera el rumoreado 'empate' con los de Santiago Abascal- que a un PP ganador, Pedro Sánchez tendrá problemas para lograr su objetivo de convocar elecciones generales a finales de 2023 o principios de 2024, justo después de 'brillar' el semestre de Presidencia española de la Unión Europea. Y lo sabe.
El PSOE-A representa el 25% de todo el PSOE, y una debacle el 19J sería la antesala de una 'pinza' masiva de PP y Vox contra sus ediles tras las elecciones de 2023, en esa Andalucía donde el 65% de las alcaldías y seis de ocho diputaciones están en manos socialistas
La cuestión no estriba solo en que "las elecciones las convoca el presidente", como recuerdan Moncloa y Ferraz, replican varios cuadros socialistas, es que "el presidente también es el líder de un partido que entrarían a partir de ese momento en 'modo pánico'". Dicho de otra manera, a Sánchez no le vale cualquier derrota dentro de un mes en el tradicional 'granero' fiel de voto socialista desde tiempos de las mayorías absolutas de Felipe González.
Y una debacle en la federación más grande del PSOE, la que representa el 25% de toda España, tanto en número de militantes como en cargos orgánicos e institucionales, abriría la puerta a una 'pinza' masiva de PP y Vox tras las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 en toda España y, sobre todo en esa misma Andalucía donde el 65% de todas las alcaldías y seis de sus ocho diputaciones provinciales están hoy en manos socialistas, y desde ese momento correrían peligro.
Uno de los handicap que arrastra Espadas en esta precampaña es el bajo grado de conocimiento entre los andaluces en comparación con el presidente de la Junta, el popular Moreno Bonilla; según el llamado 'CIS andaluz', solo un 53,8% dicen conocer al candidato socialista y según coinciden varios especialistas del mundo de la demoscopia eso equivale dar por perdidas unas elecciones antes de celebrarse porque "nadie vota a quien no conoce".
"Es como disputar una carrera con una mano atada a la espalda: A Moreno le votaran el 19 de junio equis andaluces de ese más de 90% que dice conocerle, otros no le votarán, pero es que a Espadas solo le votará equis de ese escaso 53,8% que dice conocerle", sostiene uno de los sociólogos consultados, para quien "alguien que enfrenta a una elección con menos de un 60% de conocimiento tiene un problema muy serio".
En el PSOE creen que Juan Espadas cometió un "error" al dejar la Alcaldía de Sevilla tan pronto, el 7 de enero, porque eso le ha restado 'visibilidad' en el resto de Andalucía frente a un Moreno Bonilla beneficiado por el aura presidencial
Cuando se pregunta en el PSOE cómo es posible que el CIS andaluz diera más conocimiento a Espadas en diciembre -63%- que en primavera, varias fuentes se remontan al "error" de Espadas al dejar la Alcaldía de Sevilla el 7 de enero, a la vuelta de las vacaciones de Navidad. Un alcalde, explican, máxime si lo es de una ciudad tan importante como la capital hispalense, goza de un "plus de visibilidad" que el 'cartel electoral' socialista no ha tenido durante el primer trimestre de este año.
A falta de escaño en el Parlamento Andaluz para ejercitar la oposición al Ejecutivo de PP y Ciudadanos, la operación de nombrarle senador autonómico -para 'colarle' en el protocolo institucional de los actos públicos con ministros y otras autoridades- no ha tenido el efecto esperado, a juzgar por las encuestas que han detectado esa bajada de conocimiento popular.
#SiVotamosGanamos
Los socialistas son conscientes de la desmovilización que esto está provocando entre sus bases, entre las cuales todavía supuran heridas abiertas de la batalla interna de Ferraz y su candidato contra el 'susanismo' el año pasado, y por eso han puesto en marcha en redes sociales el hastag #SiVotamosGanamos, dando a entender que, como dice el propio Moreno Bonilla el PP todavía no tiene el triunfo asegurado porque se enfrenta "a la maquinaria electoral más poderosa de cuarenta años", el PSOE-A.
El entorno de Juan Espadas no hace sino repetir que queda mucho partido por jugar hasta el domingo 19 de junio y que los sondeos no están detectando la movilización de la izquierda, que el PSOE-A quiere condicionar con una campaña atípica: mensajes vía whasapp y mucho vídeo Tik-tok para llegar a los andaluces más jóvenes, tentados a 'estrenarse' en las urnas con Vox.
'Por Andalucía', sin la cual Espadas no desbancará a los populares, tiene otros problemas y uno, no menor, es que su referente nacional, Yolanda Díaz, sigue sin apostar por las marcas territoriales. Las tensiones con Unidas-Podemos en la elaboración de la candidatura han dejado también cicatrices y, por si acaso, para no verse salpicada por un mal resultado el 19-J, la vicepresidenta segunda del Gobierno ha decidido que su "proceso de escucha" Sumar va a iniciarlo después de estas elecciones.
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