Bienestar

Actitud: la palabra clave para llevar una vida más saludable, ¿por qué?

Hay muchos estudios que avalan que las personas con una actitud positiva ante el día a día viven más y con menos estrés y ansiedad ante los problemas cotidianos

¿La actitud es importante a la hora de tener una vida más saludable? Una actitud positiva es clave para mantener un estilo de vida más saludable. Al mantener una actitud positiva, se pueden desarrollar estrategias para manejar el estrés de manera efectiva, lo que contribuye a una mejor salud en general. Además, las personas con buena actitud tienen una mejor perspectiva de la vida y llevan una vida más saludable. 

Esa actitud hace que tengan un riesgo menor de padecer enfermedades cardiovasculares, estrés o depresión. Su sistema inmunitario es más fuerte y se estima que viven entre ocho y 10 años más que las personas más negativas. Según el doctor Carlos Gutiérrez, director médico de Actiage Antienvejecimiento, “son muchos los estudios que han demostrado que las personas optimistas manejan mejor el estrés y otras emociones negativas que, si se experimentan continuamente, pueden causar muchos problemas de salud”.

La actitud puede influir en las decisiones que se toman a diario en relación con la alimentación, el ejercicio, el sueño y otros aspectos de la salud. Una actitud positiva puede llevar a elecciones más saludables y a un estilo de vida más equilibrado. “Con un modo de pensamiento optimista ante cualquier adversidad la persona visualizará cómo superarlo y, por tanto, generará modos de afrontamiento, poniendo en marcha activamente sus recursos para que así sea. Por este motivo se reducen las emociones relacionadas con el estrés y con la depresión”, añade el doctor. 

Actitud ante el día a día

Te levantas por la mañana y la cafetera está estropeada. Puedes enfadarte, quejarte y salir de casa con mal humor, lo que te lleva a no mirar bien, tropezar y caerte, haciendo que el día vaya de mal en peor; o decidir que es una señal para ir a tu cafetería favorita, tomarte un buen café con un rico desayuno e ir a trabajar contenta y con ganas.

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Una actitud positiva ayuda a reducir el estrés diario.Pixabay

“El cómo nos tomemos las cosas malas que nos pasan influyen de manera muy importante en cómo va nuestro día a día, lo que a su vez influye en cómo va nuestro trabajo, nuestras relaciones con los demás o nuestra salud. Cuanto más positivos seamos, mejor será nuestro día y más felices estaremos al acostarnos”, nos dice el experto de Actiage. 

Enfrentarse a las situaciones del día a día de una manera positiva y optimista nos predispone y hace que nuestras emociones también sean agradables y, por tanto, nuestra conducta y la actitud con la que hacemos las cosas también vayan en una línea de bienestar. No son las cosas que nos pasan, si no lo que hacemos con ellas.

Actitud negativa

¿Qué supone que esa actitud sea negativa para nuestro organismo? “Una actitud negativa influye en nuestras emociones haciendo que aumenten los niveles de hormonas como el cortisol, la llamada hormona del estrés, cuyos niveles elevados aumentando el riesgo de efectos negativos en la salud, tanto física como mental”, explica. El estrés prolongado puede tener efectos perjudiciales en el cuerpo, como un sistema inmunológico debilitado, aumento de la presión arterial, mayor riesgo de enfermedades cardíacas y trastornos digestivos, entre otros.

Además, “el estrés crónico relacionado con una actitud negativa puede desencadenar una respuesta inflamatoria en el cuerpo. La inflamación crónica se ha asociado con una serie de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, artritis y Alzheimer.

Una actitud negativa puede influir en el sistema digestivo, contribuyendo a problemas como el síndrome del intestino irritable y otros trastornos gastrointestinales”, añade. El estrés y la ansiedad causados por una actitud negativa pueden interferir con el sueño, lo que puede llevar a la fatiga, irritabilidad y dificultades para concentrarse durante el día.

¿Y para la salud mental? “El aumento del estrés y una actitud negativa constante aumenta el riesgo de problemas de concentración, de memoria, estrés, ansiedad, depresión… Una actitud negativa somete a nuestro cerebro a sobreesfuerzos con la carga energética que eso conlleva. Cada pensamiento generado en nuestra mente dispara unos neurotransmisores en el cerebro que serán los que guíen nuestra respuesta”. 

El doctor nos explica que “neurotransmisores como la adrenalina, que está implicada en la supervivencia, nos mantendrá alerta y preparados para el peligro, por tanto, el cerebro se verá sometido a un esfuerzo. Cuantos más esfuerzos y sobrecargas sumen a nuestro cerebro a lo largo de nuestra vida, mayor será el deterioro y también más precoz, aumentando el riesgo de trastornos como el Alzheimer”. 

Actitud y envejecimiento

¿Una actitud positiva nos ayuda a envejecer menos o retrasar el envejecimiento? Como hemos visto antes, hay estudios que muestran que una actitud positiva nos ayuda a retrasar el envejecimiento y vivir hasta 10 años más ya que el optimismo está ligado a una vida más saludable, lo que reduce el riesgo de enfermedades crónicas graves que acortan la esperanza de vida, como las cardiovasculares, el Alzheimer, el cáncer, etc. 

Teniendo en cuenta las vías biológicas, los niveles más altos de optimismo se han relacionado con perfiles de biomarcadores más saludables en los sistemas cardiovascular, metabólico, inmunológico y pulmonar. Por ejemplo, un estudio realizado a lo largo de ocho años centrado en las mujeres descubrió que las mujeres optimistas tenían un riesgo notablemente menor de morir por enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria e infección en comparación con las menos optimistas. 

“Los investigadores creen que esto se debe a que las personas con actitudes más positivas tienden a participar en comportamientos más saludables (dieta sana, ejercicio físico, sueño, relaciones sociales…)”, nos explica Gutiérrez. ¿Qué elementos debemos tener en cuenta para mejorar nuestra salud y retrasar el envejecimiento? Los elementos fundamentales para mejorar nuestra salud y retrasar el envejecimiento son la dieta, el ejercicio, el sueño y el cuidado de la salud mental. 

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Si tienes actitud positiva, tu día a día será más fácil.Pixabay

“Mediante un estilo de vida saludable y siguiendo los consejos antes indicados podemos retrasar las principales causas de envejecimiento (acortamiento de los telómeros, disfunción mitocondrial, senescencia celular…) que son los que llevan a que el ADN se dañe y aparezcan las enfermedades ligadas a la vejez”, añade. 

¿Cómo podemos mejorar la actitud ante la vida?

Según el director médico de Actiage Antienvejecimiento podemos mejorar nuestra actitud ante la vida a través de ocho consejos:

  1. Sonríe. Sonreír aumenta la producción de dopamina, endorfina, serotonina y oxitocina. Además se reduce la hormona responsable del estrés, el cortisol. 
  2. Sé agradecido. Valora lo que tienes y agradece cada cosa buena que te pasa, por pequeña que sea. Eso te ayuda a adaptarte a las circunstancias y ser más feliz con menos. 
  3. Relativiza las cosas 'malas' que te pasan y no te lo tomes todo tan en serio. Muchas cosas, si las relativizamos, no son tan importantes como pensábamos. 
  4. Céntrate en el presente y no estés todo el día pensando en el pasado ni en el futuro. 
  5. Céntrate en las soluciones y no en el problema. 
  6. Ayuda a gestionar tus emociones para saber afrontar las negativas y no dejar que te arrastren. 
  7. Busca el lado positivo de cada situación. Es mejor ver el vaso medio lleno que medio vacío. 
  8. Rodéate de gente feliz y optimista. 

Consejos para llevar una vida más saludable

  • Sigue una dieta saludable rica en alimentos frescos y naturales que aporten nutrientes esenciales como vitaminas, minerales, fibra, proteínas, etc. Evita los ultraprocesados y los azúcares, que aumentan la inflamación del organismo. 
  • Haz ejercicio físico de manera regular, unos 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico y tres sesiones semanales de ejercicios de fuerza. 
  • Duerme entre siete y ocho horas al día, respetando unos horarios iguales cada día para no alterar tu ritmo circadiano.
  • Hazte revisiones médicas regulares para detectar a tiempo cualquier enfermedad. Es mejor prevenir que curar.
  • Practica técnicas de meditación y relajación para evitar el estrés crónico. 
  • Fomenta las relaciones sociales y evita la soledad y el aislamiento.
  • Sé positivo y optimista.
  • Si te hace falta, recurre a suplementos dietéticos de aquellas vitaminas y minerales de los que puedas tener carencia y a suplementos antienvejecimiento que retrasen las causas de envejecimiento desde el interior del organismo. 
  • Evita el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.

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