La alergia está a la orden del día con la llegada de la primavera pero hay otros tipos de alergia que nos pueden provocar los mismos síntomas durante todo el año. Es el caso de la alergia a los animales, que está provocada por una reacción a algunas proteínas que se encuentran en la piel, la saliva o la orina del animal.
Las alergias de todo tipo se producen cuando el sistema inmunitario reacciona ante una sustancia extraña, ya sea el polen, causante de las alergias típicas de la llegada de la primavera, el moho o la caspa de las mascotas. El sistema inmunitario produce proteínas que se conocen como anticuerpos y que nos protegen de invasores indeseados que podrían provocar enfermedades o infecciones.
Cuando tienes alguna alergia, tu sistema inmunitario hace que los anticuerpos identifiquen un alérgeno en particular como algo dañino, aunque no lo sea. Al inhalarlo, el sistema inmunitario responde y produce una respuesta inflamatoria en las fosas nasales o los pulmones. La exposición prolongada o regular al alergeno puede causar la inflamación crónica de las vías respiratorias asociada con el asma.
Según datos del American College of Allergy, Asthma and Immunology, las alergias a los animales de compañía, en su mayoría perros y gatos, afectan a entre el 10 y el 20 por ciento de la población mundial y constituyen una preocupación creciente en materia de salud pública debido al incremento de estas tasas.
¿El pelo causa alergia?
En contra de lo que se pueda pensar o de la creencia popular, el pelo de los animales no es lo que directamente causa una alergia. Lo que provoca los síntomas como la rinitis o la conjuntivitis son en realidad las partículas de caspa que contienen los alérgenos formados en las secreciones de las glándulas sebáceas y salivares de los animales, como los perros y los gatos. Estas partículas pueden permanecer flotando en el aire durante tiempo y al inhalarse es lo que podría ocasionar los síntomas alérgicos. El alérgeno puede quedarse en el aire hasta seis meses.
Por eso, la alergia se puede producir al entrar en una casa que tenga un perro sin que esté presente en ese momento el animal, ya que esas partículas se pueden quedar en la ropa, los sofás o en el pelo del dueño. En algunos casos, se puede generar una tolerancia a esa alergia y sentir una disminución en los síntomas a lo largo del tiempo.
Cada animal, un tipo de alergia
No todos los animales producen el mismo tipo de reacción aunque sí una persona puede tener alergia a varios de ellos.
- Perros y gatos. Los alérgenos pueden encontrarse tanto en la caspa, como en la saliva, la orina o el sudor, que pueden quedar impregnados en alfombras, sábanas, muebles y ropa. Además, estos alérgenos permanecen en el aire durante largos periodos. Hay razas de perros que desprenden más partículas de caspa que otras por lo que no todos los perros por ejemplo pueden provocarnos la alergia.
- Caballos. Junto con los gatos, son los animales que con más frecuencia provocan alergias. Los alérgenos principales se encuentran en el pelaje.
- Conejos y roedores. Presentan sustancias alergénicas en el pelo, la caspa, la saliva y la orina; además, el polvo de la arena o el serrín del fondo de la jaula, también pueden contener alérgenos.
- Aves. La alergia a las aves es mucho menos común, ya que las plumas son menos alergénicas.
- Peces y reptiles. Al no tener pelaje, este tipo de animales rara vez causa alguna reacción.
Síntomas de la alergia
Los síntomas causados por una alergia a un animal no siempre se manifiestan en el primer contacto con el animal en cuestión y pueden aparecer a lo largo de las horas o incluso después de haber estado en contacto con él. Además, en algunos casos los síntomas pueden ser intermitentes, algo que dificulta que se detecte y se diagnostique de manera fácil y rápida.
Los síntomas más frecuentes son:
- Síntomas causados por la inflamación de los conductos nasales. Aquí encontramos los estornudos, la congestión nasal y el picor en la nariz, el paladar o la garganta, ojos rojos o llorosos, silbidos en el pecho al respirar o tos seca. También puede haber dolor facial e incluso problemas para conciliar el sueño y que se produzcan ojeras de color azul o inchazón. Algunas personas, sobre todo las que tienen asma y son sensibles a los alérgenos de este tipo, pueden sufrir dificultad para respirar, presión en el pecho y silbidos al respirar por las noches.
- Algunas personas con alergia a las mascotas, que es la más habitual, también pueden experimentar síntomas cutáneos, un patrón conocido como dermatitis alérgica. Este tipo de dermatitis es una reacción del sistema inmunitario que causa inflamación de la piel. El contacto directo con una mascota causante de alergias puede desencadenar dermatitis alérgica y provocar signos y síntomas como los siguientes: urticaria, manchas o ronchas rojas sobre la piel, eccema y picor en la piel.
Qué hacer
Es difícil, como decíamos, diagnosticar en algunas ocasiones una alergia a un animal ya que se puede confundir con un resfriado común o un catarro, pero si el médico la detecta, lo primero sería evitar un contacto directo con el animal al que se tiene alergia, en la medida de lo posible. Según explican los expertos de Adeslas, además, si se trata de un animal que tenemos en casa, deberíamos lavarlo con frecuencia y usar productos especiales para evitar o frenar la descamación o caspa.
El médico nos puede recetar también tomar antihistamínicos, ya sea en pastillas o colirio para reducir los síntomas que se tengan en cada caso. Si el problema es más grave nos podría recetar corticoides o algún tratamiento de inmunoterapia cuando el contacto con el animal no puede evitarse. Obviamente, si notamos que los síntomas son graves, lo primero siempre es acudir al médico.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación