Como es de imaginar, resulta imposible saber a qué enfermedades nos enfrentaremos a lo largo de los años. Algo que escapa a nuestro control y que inevitablemente genera preocupación e incertidumbre en las personas. Por ello, desde hace años son muchos los estudios que tratan de averiguar los posibles factores condicionantes en el desarrollo de graves enfermedades como el Alzheimer.
Considerado un tipo de demencia, el Alzheimer causa importantes problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay actualmente más de 55 millones de personas con demencia, siendo el Alzheimer “la forma más común de este trastorno, que puede representar entre un 60 y un 70 por ciento de los casos”.
El reconocido organismo define el Alzheimer como “un síndrome debido a una enfermedad del cerebro, generalmente de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay déficits de múltiples funciones corticales superiores que repercuten en la actividad cotidiana del enfermo”.
Así, la Organización Mundial de la Salud señala que la demencia es la séptima causa de defunción en el mundo, y una de las causas principales de discapacidad y dependencia entre las personas de edad.
La importancia de la alimentación como factor de riesgo del Alzheimer
Tal y como apuntan desde la Fundación Pasqual Maragall, dedicada a la investigación sobre el Alzheimer, existen diferentes tipos de factores de riesgo de esta enfermedad. Factores no modificables como la edad, principal factor de riesgo para desarrollarla, y la genérica (aunque recalcan que no es una enfermedad hereditaria).
Además, señalan los factores modificables, “son los relacionados con la salud cardiovascular y el estilo de vida”. Desde la fundación, apuntan que “el sedentarismo o una dieta poco saludable repercutirán en la salud cardiovascular y, secundariamente, en la salud cerebral, por aquello cada vez más evidente de que lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro”.
Los alimentos que aumentan el riesgo de sufrir Alzheimer y los que ayudan a prevenir
Así, los expertos insisten en la importancia de llevar una buena alimentación, para la salud en general, y también para, en la medida de lo posible, evitar el riesgo de sufrir Alzheimer. Según Álvaro Corral, neuropsicólogo de la Fundación Alzheimer España, “cada vez hay una mayor evidencia sobre la relación entre los hábitos alimenticios saludables y la reducción del riesgo de padecer Alzheimer”.
Tal y como apuntan diferentes estudios, existen alimentos que ayudan a prevenir demencias como el Alzheimer y otros que, según los expertos, son mejor evitar.
Partiendo de la base de que siempre es recomendable llevar una dieta sana y equilibrada lo más libre posible de grasas, alcohol y azúcares añadidos, desde la Fundación Alzheimer España señalan a la dieta mediterránea como clave a la hora de “prevenir el deterioro cognitivo asociado a la edad y a enfermedades como el Alzheimer, además de la progresión y la atrofia cerebral”.
Así, entre los alimentos más importantes para prevenir esta enfermedad “o para mejorar el rendimiento de las personas que ya están afectadas por alguna demencia” señalan a las verduras crucíferas y bulbos, como la rúcula, el brócoli, el repollo o las coles de Bruselas; las verduras de hoja verde; el aceite de oliva, frutas como la granada, las manzanas, las naranjas, las uvas, y las fresas; las nueces; los pescados grasos ricos en omega-3 y 6; y el café, consumido de una forma prudente.
Desde la entidad, también indican los alimentos que deben evitarse al estar “asociados a un empeoramiento de la cognición”. Entre ellos, las carnes rojas, las grasas de origen animal, los alimentos procesados y los azúcares.
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