Adiós a las arrugas en solo 10 minutos: el truco del laurel que está de moda

El laurel es una de las plantas aromáticas más utilizadas en nuestras cocinas. Su frescura y la facilidad para encontrarla en supermercados y grandes superficies son dos de los factores que la convierten en un habitual en casas y hogares. Aun así, desde hace miles de años esta planta se ha utilizado como mucho más que un recurso para la cocina: también se usa como planta medicinal y con fines estéticos.

Estas pequeñas hojas tienen propiedades antioxidantes, es decir, combaten el envejecimiento. Hacer una pequeña infusión con ellas podría ser, con constancia, una buena forma de prevenir y evitar las arrugas de manera natural. La preparación es idónea para personas con la piel irritable o sensible, ya que no contiene ningún químico o elemento artificial: basta con unas hojas de laurel y unos vasos de agua.

En tan solo 10 minutos

Para preparar la infusión no es necesario añadir ningún elemento extra -aunque hay quien le añade una cucharadita de laurel para aportar una mayor hidratación-, unas cuantas hojas de laurel y una olla con un poco de agua serán suficiente. Antes de nada, es importante lavar bien el laurel y cortarlo en pequeños trozos. A continuación, estos se introducen en la olla y se hierven.

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Aunque el proceso no es demasiado largo, es necesario dejar reposar la infusión durante unos minutos para que baje la temperatura y evitar quemaduras en la piel. Una vez se ha enfriado, tan solo habrá que aplicarla en las zonas del cuerpo deseadas.

La infusión no solo sirve para el rostro, sino que se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo con un algodón o paño suave. Tras haberla extendido bien, se deja actuar durante 10 minutos -igual que podría ocurrir con una mascarilla o crema- y se retira.