Para hacer deporte, para trabajar, para ver una película o incluso para relajarnos. Cada vez son más las situaciones en las que recurrimos al uso de auriculares, una práctica que puede desencadenar algunas enfermedades en el oído, que incluso a largo plazo puede provocar pérdida de audición.
Según la Organización Mundial de la Salud, 430 millones de personas en todo el mundo tienen pérdida auditiva. Una cifra que se estima siga aumentando hasta los 700 millones en 2050. Tal y como apuntan los expertos, el uso excesivo de auriculares es una de las causas a las que es necesario prestar atención.
Y es que, aunque los jóvenes son, por el momento, el grupo más vulnerable (según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, la mitad de los jóvenes de entre 12 y 35 años se expone de manera continua a niveles de ruido excesivo), cada vez son más los adultos que utilizan auriculares a diario y de manera incorrecta. Algo que, aseguran, se encuentra detrás de molestas y graves enfermedades.
Las enfermedades que puede provocar el uso excesivo de auriculares
Tal y como comentábamos, cada vez son más las personas que utilizan los auriculares en su día a día. Un uso generalmente incorrecto. Y no solo por el volumen alto, también por el tiempo que se utilizan (según los expertos, se considera excesivo más de una hora al día). Unos factores que pueden dañar nuestros oídos y causar problemas de salud.
Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el uso excesivo de auriculares puede dañar la audición por dos procesos: “Uno por el trauma acústico que produce la ondas sonoras al chocar contra el tímpano y al estimula en exceso al nervio auditivo. Esto depende fundamentalmente de la intensidad y de la duración del estímulo, a más intensidad y duración del sonido más daño puede producir”.
Pero además, la SEMG apunta que el roce de los auriculares, que en ocasiones no están lo suficientemente limpios, y la falta de transpiración, pueden provocar infecciones.
Así, entre las enfermedades frecuentes relacionadas con el abuso de auriculares encontramos:
-Hipoacusia: tal y como señalan desde Gaes, “es la deficiencia registrada en la capacidad para percibir los sonidos en su intensidad habitual. Dependiendo del grado de deficiencia, puede ser leve, moderada o grave”. Entre sus síntomas está: dificultad para seguir conversaciones, para diferenciar sonidos agudos, sensación de mareo o de pérdida de equilibrio y notar que algunos sonidos se perciben muy intensos o fuertes.
-Tinnitus: esta frecuente afección suele ocasionar un sonido como un pitido o un zumbido y aunque en muchos casos no es molesto, en otros puede llegar a provocar alteraciones del sueño, problemas de concentración e incluso dificultad para realizar actividades cotidianas.
-Micosis: según señala la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el abuso de los auriculares puede provocar infecciones bacterianas: “Esto es debido a que no deja transpirar el conducto auditivo externo del oído, produciendo un aumento en el micro clima, aumentando la humedad siendo un caldo de cultivo para la sobreinfección fúngica”.
Recomendaciones para evitar el riesgo de pérdida de audición
Para evitar estas y otras afecciones en los oídos, los expertos recomiendan tener en cuenta ciertas precauciones. Para ello, los expertos aconsejar:
- Ajustar el límite del volumen, con un nivel sonoro medio máximo de 100 decibelios, según la OMS.
- Reducir el tiempo de uso de los auriculares, intentando que no sobrepase los 60 minutos diarios.
- Priorizar siempre el uso de los auriculares que tapan toda la oreja, mejor que los que entran en el conducto auditivo.
- Mantener los auriculares siempre limpios extremando la higiene en aquellos que se introducen en el oído.
- No utilizar los auriculares de otra persona sin una limpieza previa.
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