A medida que nos acercamos a los 50 años, el metabolismo se ralentiza y ganamos peso con más facilidad, incluso si no modificamos nuestros hábitos alimenticios. Esto se debe a una combinación de factores, como los cambios hormonales, la pérdida de masa muscular y una menor capacidad para quemar calorías.
Si bien la dieta y el ejercicio siguen siendo los pilares fundamentales para mantener un peso saludable, existen estrategias complementarias que pueden resultar útiles, especialmente a partir de los 50. Una de ellas es estimular la producción de grasa beige, un tipo de grasa que quema calorías de forma más eficiente que la grasa blanca.
¿Qué es la grasa beige y cómo se diferencia de la grasa blanca?
Los mamíferos, incluidos los humanos, tenemos dos tipos principales de grasa: la blanca y la marrón o parda.
- Grasa blanca. Es la encargada de almacenar energía del exceso de calorías que consumimos. Supone alrededor del 20-25% de la grasa corporal y se acumula principalmente en el abdomen (en hombres) y en las caderas y glúteos (en mujeres). Si bien es necesaria para el organismo, un exceso de ella puede provocar obesidad.
- Grasa parda o marrón. Su función principal es quemar calorías para mantener la temperatura corporal y protegernos del frío. Se encuentra principalmente en el cuello, la parte superior de la espalda y las arterias renales. Estudios sugieren que este tipo de grasa podría ser un aliado para combatir la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo se produce la grasa beige?
Investigadores de la Universidad de Cornell descubrieron que la grasa blanca puede transformarse en grasa beige cuando se expone de forma regular a temperaturas frías. Este proceso se debe a que las células madre adiposas, presentes en la grasa blanca, se convierten en células de grasa beige termogénicas.
¿Cómo podemos estimular la producción de grasa beige?
Existen diferentes maneras de estimular la producción de grasa beige:
- Exposición al frío. Ducharse con agua fría, bajar la calefacción en invierno o no abrigarse en exceso son algunas formas de exponerse al frío de manera moderada.
- Ejercicio. La práctica regular de ejercicio físico, especialmente de alta intensidad, también puede ayudar a aumentar la producción de grasa beige.
- Alimentación. Algunos estudios sugieren que ciertos alimentos, como la curcumina (presente en la cúrcuma) y los polifenoles (presentes en el chocolate negro, el café y las nueces), podrían tener un efecto positivo en la producción de grasa beige.
Beneficios de estimular la producción de grasa beige
- Aumento del metabolismo. La grasa beige quema calorías de forma más eficiente que la grasa blanca, lo que puede ayudar a acelerar el metabolismo y perder peso.
- Reducción del azúcar en sangre. La grasa beige ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que puede ser beneficioso para personas con diabetes o prediabetes.
- Disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares. La grasa beige podría ayudar a reducir el colesterol malo y proteger las arterias, lo que a su vez disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas.
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