En los últimos años, muchos han sido los expertos que han dado la voz de alarma ante un descenso significativo en la calidad del semen. Una calidad que debe alcanzar los parámetros mínimos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señala que el valor normal del volumen se encuentra entre 1,5 y 6 mililitros de esperma; la concentración debe ser superior a los 15 millones de espermatozoides por cada mililitro; y la cantidad deseable en cada eyaculación sea de 39 millones de espermatozoides. Unas cifras que, según aseguran, más de la mitad de los españoles no alcanzan.
En el año 2017, un grupo de científicos de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, publicó una investigación en la revista 'Human Reproduction Update' que confirmaba que la calidad del esperma de los hombres en Norteamérica, Europa y Australia se ha reducido a la mitad en los últimos años.
Unos preocupantes datos que llevaron a Hagai Levine, epidemiólogo y líder de dicha investigación a asegurar que “eventualmente esto podría ser un problema” y a añadir: “Podría significar la extinción de la especie humana”. Una alarmante declaración que muchos aseguran aún es prematura.
Factores que afectan a la calidad del semen
Desde entonces, los especialistas analizan los detalles de esta investigación, considerada una de las más amplias y concretas sobre el tema. Aseguran que por el momento no existe una evidencia clara que explique las causas que han llevado a esta considerable disminución en la calidad de los espermatozoides.
Sin embargo, muchos son los expertos que analizan los factores que pueden perjudicar a la calidad del semen de los hombres. Unos factores entre los que encontramos:
- La edad: Aunque, a diferencia de las mujeres, los hombres pueden seguir procreando a lo largo de su vida, diferentes estudios aseguran que la calidad del esperma puede disminuir con el paso de los años.
- El estrés: considerado un gran problema en la actualidad, el estrés también puede afectar a la calidad del semen, en concreto, los estudios aseguran que la ansiedad puede causar menor concentración, motilidad y morfología espermática.
- Consumo de alcohol y drogas: está demostrado que estos malos hábitos influyen en los niveles hormonales, por lo tanto también en los parámetros que regulan la calidad del esperma.
- Algunos medicamentos: los expertos advierten que determinados medicamentos puede influir en la fabricación de espermatozoides, y aunque en la mayoría de los casos los efectos desaparecen al dejar de tomarlos, otros tienen efectos irreversibles.
- Exposición a algunas sustancias tóxicas: se ha demostrado que algunos químicos y tóxicos, como pesticidas, plásticos o metales, pueden repercutir en la calidad del esperma.
- Inactividad sexual: al igual que aseguran que una vida sexual muy activa puede ofrecer una baja concentración de espermatozoides, la abstinencia sexual muy prolongada también puede afectar a la calidad del semen. Por un lado, al no expulsar los espermatozoides se acumulan sustancias nocivas que aumentan el estrés oxidativo del semen. Y por otro, los testículos pueden dejar de producirlos al no ser utilizados.
- Altas temperaturas: Los testículos forman los espermatozoides a una temperatura concreta, dos grados por debajo de la del resto del cuerpo. Por ello, una exposición al calor puede afectar al proceso y su calidad.
¿Cómo saber si el semen es de mala calidad?
Cuando hablamos de la calidad del semen, hablamos tanto del número de espermatozoides, como de su forma y su capacidad de movimiento, aunque en algunos casos también se llegan a tener en cuenta otros factores.
Para medir la calidad del esperma se utiliza una prueba que se llama seminograma, y que analiza varios aspectos de una muestra de semen como la movilidad, la morfología y la concentración de los espermatozoides.
Aunque una prueba en el laboratorio es el mejor análisis posible, hay algunos aspectos visibles que pueden indicar que hay algún problema. Como el color del semen. Según aseguran los expertos, este debería ser blancuzco, ya que cuanto más transparente se vea, podría indicar una menor densidad de esperma.
La cantidad también es relevante, aunque eso dependerá en parte de la frecuencia con la que se eyacule.
¿Cómo mejorar la calidad del semen?
Aunque será un especialista el que aconseje qué medidas tomar, estas son algunas recomendaciones para mejorar la calidad del semen:
- Mantener una dieta sana, rica en frutas y verduras que aporten importantes niveles de vitaminas y antioxidantes.
- Practicar deporte de manera habitual para mantener el estrés oxidativo bajo y evitar la obesidad.
- Incluir suplementos nutricionales cargados de vitaminas, ácidos grasos omega-3, calcio y minerales como el zinc, el selenio…
- Reducir el estrés lo máximo posible. Recurrir al deporte, al yoga o a la meditación ayudará.
- Eliminar malos hábitos como el tabaco o el alcohol y no abusar de cafeína y azúcares.
- Eyacular frecuentemente.
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