El jengibre, la canela o el bimi son algunos de los superalimentos que desde hace años se han ‘colado’ en nuestro día a día revolucionando el mundo saludable. Pero, sin duda alguna, son las semillas de chía las que más popularidad y seguidores tienen.
Aunque de origen milenario, es ahora cuando la chía ha cobrado tanto protagonismo como para ser considerada por muchos como la semilla más beneficiosa y milagrosa del mundo. Perteneciente a la familia de la albahaca, la menta, el orégano o el tomillo, esta planta de grandes hojas y flores blancas o moradas posee una semilla que protagoniza algunos de los platos estrella del mundo 'healthy'.
Originaria de América Central, más concretamente de la zona de México, Guatemala y Nicaragua, cuentan que fueron los mayas y los aztecas los que descubrieron los importantes beneficios de esta semilla que se convirtió en la favorita de los guerreros. Y es que aseguran que su aporte de energía les permitía pasar días enteros alimentados únicamente con una cucharada de chía.
En los últimos años, su popularidad se ha disparado, extendiendo su cultivo a otros países como Argentina o Bolivia, desde donde se exporta a todas partes del mundo. Ya es sencillo encontrar chía en tiendas y supermercados donde se ha convertido en uno de los productos más demandados y admirados por sus numerosos beneficios.
Y es que muchos son los beneficios atribuidos a estas pequeñas semillas con un perfil nutricional de lo más apreciado en el que encontramos, entre otros valores, desde 16 gramos de proteínas por cada 100 gramos, 38 de fibra, 631 miligramos de calcio o 16 miligramos de vitamina C.
Beneficios de la chía
Tal y como comentábamos, muchos y variados son los beneficios que se le atribuyen a la chía y que han hecho de esta semilla un gran aliado tanto para perder peso, mantener los niveles de colesterol, regular el azúcar en sangre e incluso reducir las arrugas.
Favorece el tránsito intestinal
Convertida en una admirada fuente de fibra, la chía llega al intestino recubierta de una sustancia gelatinosa que se aloja en el intestino estimulando el movimiento y mejorando el estreñimiento. Esta sustancia hidrata y lubrica el tracto intestinal ayudando a la expulsión de las heces.
Reduce el colesterol y cuida del corazón
Sus niveles en omega 3 ayudan a regular la presión arterial y los valores de colesterol en sangre. La presencia de beta sitosteroles es beneficiosa para las enfermedades coronarias y ayuda contra el colesterol malo.
Cuida de los huesos
Las semillas de chía son una interesante fuente de calcio que ayuda a mantener la estructura ósea y a cuidar de nuestros huesos. Se calcula que un par de cucharadas de semillas de chía al día aporta en torno al 25% del calcio recomendado para una persona adulta.
Aliado contra la diabetes
Su alto contenido en fibra ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre capturando parte de ese azúcar y liberándolo lentamente evitando que haya picos de azúcar.
Ayuda a perder peso
Las semillas de chía se han convertido en protagonistas de muchas de las recientes dietas para adelgazar. La sensación de saciedad que provocan al llegar al estómago y su facilidad para absorber líquidos ayuda a llevar una dieta sana y a pasar hambre entre horas.
Poder antioxidante contra las arrugas
Numerosos estudios confirman los beneficios de la chía en el aspecto de la piel. Su alta concentración de fenoles ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y a reparar los tejidos. Sus valores de omega 3 ayudan a la producción de colágeno, combatiendo arrugas e imperfecciones de la piel.
Ayuda a ganar masa muscular
Además de ser beneficioso para nuestro organismo, el alto contenido en proteínas de las semillas de chía las ha convertido en grandes aliadas para los deportistas. Además de ser una buena fuente de energía, permiten regenerar el tejido muscular.
¿Cómo tomar las semillas de chía?
Las semillas de chía son de lo más versátiles y nos permiten consumirlas de diferentes formas, al gusto del consumidor. Eso sí, tal y como aseguran algunos expertos, los beneficios también varias dependiendo del modo de tomarlas.
Por ejemplo, uno de sus consumos más populares en el conocido como pudin de chía. Al ser hidratadas con un líquido, normalmente con agua, leche o bebidas vegetales, las semillas, que lo absorben con facilidad, liberan una sustancia viscosa llamada mucílago que, además de favorecer el tránsito intestinal, ofrece una sensación de saciedad de lo más admirada en las dietas para perder peso.
También hay quienes prefieren tomarlas trituradas y añadidas en ensaladas, zumos, salsas, postres o panes; o enteras incorporadas a yogures, pastas, frutas o cualquier plato de verdura.
Eso sí, los expertos aseguran que antes de ser ingeridas, las semillas de chía necesitan siempre hidratarse para facilitar la digestión, por lo que hay dejarlas reposar junto al resto de ingredientes antes de su consumo.
Contraindicaciones de la chía
Como con todos los alimentos, no conviene excederse en su consumo. En el caso de la chía, lo recomendable serían unos 25 gramos diarios. Su alto contenido en fibra puede provocar molestias intestinales como inflamación o gases, e incluso su abuso puede provocar que nuestro cuerpo tenga dificultad para absorber minerales y nutrientes.
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