Bienestar

Cómo adelgazar un kilo a la semana sin dietas: las siete cosas que debes hacer

Si quieres perder peso sin hacer apenas ningún esfuerzo y sin poner en juego tu salud, sigue leyendo

Si eres como el común de los mortales tendrás tres urgencias varias: ganar más dinero trabajando menos, hacer más el amor o sucedáneos con quien se pueda y adelgazar sin hacer demasiados esfuerzos. Hoy nos vamos a centrar en el tercer anhelo. 

Para ir poco a poco y ser realistas, te ofrecemos un plan para perder un kilo a la semana. Tienes que ser consciente que para bajar este peso debes tener un déficit de 7.000 calorías, o sea tendrás que comer menos o diferente, y moverte un poco.

Pero no te preocupes, lector. Hay unos trucos que podrás aplicar a tu día a día sin esfuerzo. Son estos:

1) Desayuna proteínas

La proteína es esencial para mantenerte en pie durante el día, sin embargo casi ninguno de nosotros consumimos alimentos que la contengan en el desayuno

Tomar una primera comida rica en proteínas regulará el azúcar en la sangre y los niveles de energía a lo largo del día, y evitará los picos. Para que tu desayuno sea 'adelgazante', debes escoger solo aquellas proteínas que ayudan a perder peso.

Los huevos, el pavo y las nueces son una opción perfecta para las mañanas.

Desayuna con cabeza

2) Ve caminando a los sitios

Cuanto más te muevas, más calorías consumes y más aceleras tu metabolismo (cantidad de energía que quemas en reposo).  Así pues, siempre que puedas, ve caminando a los sitios. Algunos trucos útiles: bájate una parada antes y haz el resto del trayecto caminando, no cojas el coche para desplazarte o date largos paseos.

Caminar a ritmo lento de 1,5 km/hora consume alrededor de 100 calorías. De hecho, una investigación concluyó que las personas que andan a un ritmo ligero de 5 km/hora queman 270 calorías cada 60 minutos.

3) Haz algo de ejercicio

Para perder un kilo a la semana, deberás hacer algo de ejercicio. Lo mejor es que hagas cardio, esto es, correr, nadar, bicicleta, etc. Cuando ya lleves unos días haciendo deporte, podrás pasar al anaeróbico (pesas, body pump, etc.).

Si haces bicicleta elíptica, por ejemplo, quemarás 300 calorías cada 30 minutos de intensidad media. Y si te decides por correr alegremente, perderás unas 400 calorías.

Andar va muy bien, ya lo decía Rajoy

4) No salgas el finde

Poner los cuernos y saltarse la dieta es imposible si te quedas encerrado en casa. Por eso, durante esta semana no deberás salir el fin de semana. Si pones un pie en la calle acabarás en un bar, y no es el momento de comer torreznos ni de beber alcohol.

Además, si comes o cenas fuera de casa, tu plan se irá al garete, ya que acabarás consumiendo calorías de más, echando al traste todo lo avanzado en la semana.

Así pues, plan de peli y manta y para cenar una ensaladita con proteínas, como pollo, atún o huevo.

5) Bebe agua en el trabajo

El agua no solo no tiene calorías, sino que además, al consumirla, estarás quemando más calorías, ya que acelera el metabolismo, según este estudio. De hecho, numerosas investigaciones han demostrado que el gasto de energía en reposo (o sea, la quema de calorías) se incrementa entre un 24 y un 30% en los diez minutos posteriores al consumo de agua. El efecto dura nada menos que una hora.

Beber medio litro de agua, de hecho, quema 23 calorías exactas. O sea, que si bebes esta cantidad de agua al día durante un año, estarás quemando 17.000 calorías o, lo que es lo mismo, adelgazarás 2 kilos de grasa solo con este pequeño gesto diario.

Bebe más agua

6) Come y merienda con cabeza

Mucha gente comete el error de comer muy sano, y a media mañana o media tarde lo estropea todo con un picoteo nada sano.

No caigas en el error. Come y cena bien y sano (verduras, pescados, carnes blancas y nada de hidratos de carbono), y almuerza y merienda una fruta o un poco de pavo. Notarás los resultados muy pronto, sobre todo si eras de los aficionados a los bollos.

[Ojito con los snacks sanos: que no te engañen]

7) Utiliza platos pequeños

Es de sentido común: si el plato está más lleno, parecerá que hay más comida. Tu cerebro, al menos, lo interpretará así.

Así lo demostró un estudio publicado en el 'Journal of the Association for Consumer Research'. Los investigadores llegaron a la conclusión de que comer en un recipiente más pequeño implicaba ingerir menos calorías. 

La diferencia es clara

Y esto es todo, lector. Como ves, teniendo las claves no es tan difícil. ¿Lo vas a intentar?

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