Los seres humanos no somos los únicos que sufrimos las altas temperaturas. A los animales también los golpea el calor, sobre todo en algunas latitudes. Si seguimos estos consejos, puede que nuestras mascotas la pasen mejor cuando apriete el sol.
- Agua: es muy importante que las mascotas tengan siempre suficiente agua a disposición. A diferencia de los seres humanos, los perros, por ejemplo, no bajan la temperatura de sus cuerpos transpirando, sino jadeando y bebiendo. "Los gatos tampoco pueden transpirar", advierte la veterinaria Astrid Behr. Lo que hacen los felinos al sentir mucho calor es refrescarse mediante la respiración y recostarse a descansar.
- Paseos: nadie debería salir a dar largos paseos con sus mascotas al mediodía. Lo mejor es hacer las salidas bien temprano por la mañana o por la noche. Mientras haya sol, será mejor que los animales salgan sólo muy brevemente a la calle. "No hay que sobreexigirlos", recomienda la veterinaria Behr. "Ni hablar de salir durante el día en bicicleta con el perro trotando a un costado", alerta. Con los gatos es un poco más sencillo. "Los que suelen salir por los tejados o a pasear por su cuenta, encontrarán algún sitio en la sombra", asegura la especialista Lea Schmitz. Resulta muy útil tener un pasador colocado en alguna puerta, de modo que ellos puedan decidir independientemente si quieren estar dentro o fuera de la casa. Y dentro del apartamento deberían poder estar en algún sitio fresco y con sombra. En verano "a los gatos suele encantarles el cuarto de baño o el sótano", comenta Schmitz.
- Alimentación: La comida no debería estar en el plato mucho tiempo cuando hace mucho calor. De ese modo evitaremos que se junten bacterias y que haya moscas que pongan sus huevos en el comedero, explica Behr. Es lo mejor para que no se produzcan problemas gastrointestinales.
- Momento fresco: Para el perro es agradable si de pronto lo sacan al jardín y le echan agua con la manguera o si puede ir a nadar un rato, asegura Behr. Si alguna de esas opciones está dentro de las posibilidades que uno tiene, hay que aprovecharlas. Si no, podemos humedecer una toalla grande, colocarla durante diez minutos en el refrigerador y luego ponérsela encima al perro.
- El automóvil como trampa mortal: El perro no debería quedarse nunca esperándote en el coche aparcado. Cuando hace calor, dentro del vehículo la temperatura puede llegar rápidamente a los 50 grados, incluso con la ventanilla baja. "El coche puede convertirse en una trampa mortal para los perros", advierte la asociación alemana de protección de animales. En los peores casos la falta de oxígeno, las náuseas y los problemas cardiovasculares pueden causar la muerte del animal. Aunque sólo vayas al supermercado, será mejor que dejes al perro en casa o se lo lleves al vecino, recomienda Schmitz. Pero si uno está caminando por el barrio y descubre un perro en un coche cerrado, tampoco es cuestión de romper el vidrio para salvarlo. Eso no está permitido. Será mejor intentar dar con el dueño y, si eso no lleva a buen puerto, se puede llamar a la Policía o a los bomberos. En todo caso una patrulla sí tendrá la facultad de romper la ventanilla si lo considera necesario.
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