La copa menstrual lleva existiendo más de un siglo, pero en los últimos años ha saltado al primer plano gracias a la publicidad que le han dado en redes sociales algunos rostros conocidos como Cristina Pedroche.
Se trata de un recipiente hecho de silicona médica que se introduce en la vagina durante el periodo menstrual para recoger el flujo en su interior.
Cada día, 800 millones de mujeres menstrúan en el mundo. Algunas han dejado atrás los métodos más conocidos y han decido probar a usar la copa menstrual, también llamada copa vaginal. Por esto, es necesario conocer cómo se utiliza y qué ventajas y desventajas ofrece su uso cada mes. Te lo explicamos.
Ventajas de la copa menstrual
Según una investigación de la revista 'The Public Lancet Health' hecha entre más de 3.000 mujeres, las copas menstruales son seguras y no se ha encontrado un mayor riesgo de infección en mujeres y niñas de Europa, siendo además tan eficaces como otros métodos de protección. Este dato ya sería fundamental para probar a usarla, pero hay mucho más.
12 horas de ‘libertad’
Para empezar, el formato de este dispositivo genera un efecto ‘vacío’ que hace que la copa se adapte a la perfección a las paredes vaginales y no se mueva, dándonos esa sensación de ‘libertad’ durante unas 12 horas. No será necesario que te cambies cada dos o tres horas y sí, con la copa menstrual puedes dormir tranquila y durante toda la noche. También puedes practicar ejercicio con ella puesta sin miedo a que puedas manchar.
Es más ecológica
Si estás concienciada con el medio ambiente (y si no lo estás aún, deberías), este es el método más ecológico que hay, ya que es reutilizable y con su uso se ahorra una buena cantidad de residuos. Una copa menstrual puede durar hasta diez años (también te ahorrarás un buen dinero. Cuesta de 15 a 20 euros, pero es una buena inversión) si la cuidas de la manera correcta. Después de cada ciclo menstrual, es indispensable esterilizarla durante unos minutos en agua hirviendo y debes lavarla con agua entre uso y uso.
Inodora y antibacteriana
El material con el que está hecha, la silicona médica (se suele usar en entornos médicos), es totalmente hipoalergénica, no tiene ningún componente tóxico ni nocivo, y no provoca ningún tipo de reacción alérgica o molestia. Como no absorbe la menstruación, no produce sequedad ni altera el equilibrio bacteriano de la vagina.
Dirás adiós a las infecciones e irritaciones vaginales porque no contiene químicos sintéticos como las dioxinas. Según la Organización Mundial de la Salud, esa sustancia es altamente tóxica y puede afectar el sistema inmunitario e interferir en el funcionamiento de las hormonas. Además de no ser mala para tu salud, es inodora, resistente y flexible y no tiene poros, por lo que no albergará bacterias en su interior.
Inconvenientes
Tal y como hemos comentado, la copa menstrual tiene algunas ventajas que la hacen de lo más atractiva, pero antes de que te decidas a probarla, debes conocer algunos de sus inconvenientes.
Es importante elegir bien el tamaño
Este es uno de los inconvenientes a la hora de empezar a usar una copa menstrual: si no eliges bien el tamaño que se adapta a tu cuerpo, podrás tener fugas o dificultad a la hora de ponerla. Cada mujer es diferente y por este motivo existen también diferentes tallas. Si la copa es muy pequeña para ti, no provocará el efecto vacío, y si es demasiado grande, no se podrá abrir por completo. Encontrarás talla S, M y L.
Depende de tu edad (no es lo mismo ser una adolescente que una mujer madura, y de hecho hay copas para principiantes con aplicador), tu constitución física, la cantidad de flujo que tengas (igual que sucede con los tamaños de los tampones) y si has tenido hijos por parto natural. Déjate asesorar por tu farmacéutico o tu ginecólogo porque a veces las instrucciones de las cajas no son tan precisas y puedes equivocarte fácilmente. Y una buena recomendación es comprarla en una farmacia y no por internet, para asegurarte de que están avaladas por Sanidad.
Dificultad para ponerla
Como todo en la vida, la primera vez que se hace no es sencillo. Aunque la forma de introducirla es parecida a la de un tampón (que para usarlo también hay que practicar y aprender a hacerlo), al principio puede resultar algo incómodo ubicarla. Si no se coloca bien puede haber algunas pérdidas, por lo que ten paciencia y no desistas si la primera vez no lo consigues.
Al introducirla, lo mejor es presionar con los dedos para que coja forma de tampón e introducirla de manera lenta y suave. Una vez dentro, volverá a su forma y se quedará fija en las paredes vaginales. Hazlo en una postura en la que estés cómoda, por ejemplo, sentada sobre el wc o de pie con una pierna sobre la tapa del wc.
Así funciona la copa menstrual
No debemos tener miedo a que se nos caiga o a que se mueva o a que no la ‘encontremos’ en nuestra vagina. La copa menstrual es flexible, se adapta a tus paredes vaginales -eso sí, debes elegir bien la talla y colocarla como hay que hacerlo- y no se mueve. Sus agujeritos de succión y sus anillos antideslizantes mantienen ese efecto vacío para que la sujeción sea total. Es compatible con el DIU y el anillo anticonceptivo.
Al sacarla (primero lávate las manos), solo hay que quitar ese efecto vacío presionando la parte baja del cuerpo de la copa y tiene una especie de ‘rabito’ que te ayudará a localizarla mientras presionas el suelo pélvico (como cuando haces el pequeño esfuerzo a la hora de ir a orinar). Vacía el flujo en el inodoro (a la hora de quitarla mejor si estás en casa que en un baño público por comodidad e higiene) y lávala con agua tibia y jabón neutro.
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