Perder peso está en el punto de mira de muchos, que ya tienen la vista puesta en el próximo verano. Y una de las dietas sobre las que más se habla es de la dieta NASA, sí, como lo estás leyendo. Parece que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio se ha puesto manos a la obra no solo para llegar a los rincones más remotos, sino también para hacernos adelgazar a un ritmo más rápido.
Este método fue diseñado por los médicos de la NASA para preparar a los astronautas y evitar posibles problemas gástricos que pudieran estar generados por el estrés, pero luego se descubrió que también servía para adelgazar. Está basado en planes de alimentación que se realizan para mejorar la preparación de estos profesionales antes de emprender una nueva aventura hacia el espacio exterior.
En esos viajes espaciales, los astronautas tienen muchas limitaciones físicas y una de ellas es la alimentación, ya que se ven obligados a consumir pocas calorías, con la excepción de una gran cantidad de carbohidratos, legumbres y carnes rojas. Con esta dieta no solo se pierde peso, sino que se prepara al organismo de esas personas para las condiciones extremas que van a vivir después.
A la llamada dieta NASA también se la conoce como 'la dieta de los 13 días', ya que ese es el período máximo en el que se debe llevar a cabo. Esto es muy importante y hay que cumplirlo, ya que la cantidad de calorías que se consumen en esas jornadas va de las 500 a las 700 por día (es una dieta de tipo hipocalórico) y si se amplían los días con esta dieta se pueden producir problemas para la salud general.
Este régimen, que promete adelgazar hasta siete kilos en ese tiempo, es, al igual que otros tipos de dietas, recomendable seguir siempre con la supervisión de un médico o nutricionista.
Reglas para perder peso con la dieta NASA
Antes de llevar a cabo esta o cualquier otra dieta, debemos tener claro cuáles son los objetivos que queremos conseguir. Además, cuidar nuestra alimentación es fundamental y tomarnos en serio la práctica de ejercicio al menos tres veces a la semana hará que adelgacemos de una forma más saludable, equilibrada y duradera (nadie quiere vivir el temido ‘efecto rebote’).
La dieta NASA se centra, como decíamos, en un consumo de proteínas y de grandes cantidades de vegetales. Por lo tanto, una de las claves es la eliminación de los productos con una mayor cantidad de grasas, las salsas, el aceite para cocinar (igual que la mantequilla o la margarina), los azúcares (incluidos los que proceden de la fruta) y cualquier alimento con un gran aporte calórico.
La segunda regla de este método es beber mucha agua y esta es una de las claves para el éxito de este régimen. Al ingerir una gran cantidad de agua (al menos dos litros y puede ser agua o infusiones con edulcorante, nunca con azúcar) se eliminan muchas toxinas y el intestino estará más limpio. La tercera regla es que solo se pueden hacer tres comidas al día en las que hay que repartir de manera correcta las calorías para no tener hambre y mantener el estómago lleno el máximo tiempo posible.
No se puede reemplazar un alimento por otro, por lo que se debe seguir la dieta marcada al pie de la letra y con las cantidades indicadas. Y la más importante: nunca la hagas más de 13 días seguidos, si tienes intención de llevarla a cabo de nuevo, deja un mínimo de dos semanas entre ellas.
Ejemplo de menú
En las tres comidas debes saber dividir las calorías que vas a ingerir a lo largo de toda la jornada. Puedes empezar el día desayunando una infusión o un café con edulcorante y añadir una tostada de pan integral. En la comida y la cena ya puedes incluir los productos con alto nivel de proteínas y los vegetales. La dieta NASA es muy estricta y debemos seguirla tal y como ha sido diseñada. Aquí te damos un ejemplo de menú semanal (el desayuno es igual para todos los días y puedes variar el tipo de pescado y las verduras) para hacerla más llevadera, sabrosa y efectiva:
Lunes
Comida: tres huevos duros y un tomate natural.
Cena: un filete de ternera a la plancha y ensalada verde.
Martes
Comida: merluza al horno y ensalada verde.
Cena: 150 gramos de jamón York y un yogur desnatado.
Miércoles
Comida: ensalada de tomate con apio y una mandarina o naranja.
Cena: dos huevos duros y cien gramos de jamón York con lechuga como guarnición.
Jueves
Comida: dos huevos cocidos con espinacas hervidas con poca sal.
Cena: una macedonia de frutas y un yogur desnatado (puedes unirlas en un bowl).
Viernes
Comida: espinacas hervidas y tres huevos cocidos.
Cena: muslo de pollo al horno con verduras.
Sábado
Comida: un cuarto de pollo sin piel a la plancha con limón.
Cena: dos huevos cocidos con tres zanahorias.
Domingo
Comida: Ensalada de zanahoria y pepino con una tortilla.
Cena: Ensalada verde y un yogur cero por ciento.
Trucos extra
A la hora de elegir las frutas para incluir en la macedonia, puedes optar por aquellas que son diuréticas, para evitar también la retención de líquidos y sentirte menos hinchado. Entre las más recomendables, la sandía y el melón, que tienen una gran cantidad de agua, y la piña (con mucha vitamina C que además estimula la depuración del organismo). Si optas por tomar infusiones para desayunar, mejor elige té verde o té de jengibre, que es un remedio natural para terminar también con posibles gases.
Como siempre explicamos, en todas las dietas hay que seguir las recomendaciones de un especialista y no hacerlas por nuestra cuenta. Además, según todas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, es muy importante hacer ejercicio al menos tres veces por semana (puedes combinar días de fuerza y otros de más ejercicios cardiovasculares como el endurance o el Hiit) que nos ayudará no solo a perder grasa sino también a no perder masa muscular.
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