¿A qué edad somos más optimistas y felices? La mayoría de la gente podría pensar que cuando somos jóvenes. En esa época, no tenemos excesivas cargas, preocupaciones ni problemas. Salimos y entramos cuando queremos, hacemos viajes y cometemos locuras. Vemos al futuro con alegría y queremos que nos sucedan cosas.
Sin embargo, una nueva investigación ha descubierto que no es así.
Un estudio sobre el optimismo
Un estudio, publicado en la revista 'Social Psychology and Personality Science', ofrece una visión profunda de cómo evoluciona nuestro sentido de optimismo a medida que envejecemos.
Nuestro sentido de optimismo a medida que envejecemos, mejorando considerablemente con la edad
Los investigadores de la Universidad de California analizaron datos personas cuyas edades estaban comprendidas entre los 26 y los 71 años. En cuatro momentos diferentes en un periodo de siete años, se pidió a los participantes que completaran la una 'prueba de orientación de vida', cuyo objetivo era medir el optimismo que profesaban. El test constaba de las siguientes seis preguntas:
- En tiempos inciertos, generalmente espero lo mejor.
- Si algo puede salir mal, saldrá mal.
- Siempre soy optimista respecto a mi futuro.
- No suelo esperar que las cosas me salgan bien.
- Rara vez pienso que me sucedan cosas buenas.
- En general, espero que me pasen más cosas buenas que malas.
A los participantes también se les hicieron otras 54 preguntas relacionadas con varios eventos positivos y negativos de la vida que pueden haber experimentado recientemente. Por ejemplo, algunas de estas preguntas fueron: "En los últimos tres meses, te despidieron", "en los últimos tres meses, te mudaste a una casa o barrio peor", "en el último año, te aceptaron en una programa educativo que es importante para ti" o "en el último año, hiciste nuevas amistades que son importantes para ti".
A qué edad somos más felices y optimistas
Con todos los datos, los investigadores trazaron la trayectoria del optimismo y felicidad a lo largo de la vida.
A los 55 años de edad es cuando alcanzamos nuestro pico de felicidad y optimismo
Así, llegaron a la conclusión de que el optimismo era más bajo cuando las personas tenían veintitantos, y que iba aumentando progresivamente a partir de los 30-40 años de edad, alcanzando la cima en los 55 años.
"Descubrimos que la trayectoria del optimismo entre personas con edades de 26 a 71 años iba aumentando progresivamente con la edad", detallan los autores del estudio.
La curva de felicidad en "U" invertida
Estos hallazgos sugieren que el desarrollo del optimismo a lo largo de la vida adulta sigue una forma de U invertida, y que somos más felices cuando ya somos maduros y nos encontramos en la mitad del camino.
Los investigadores también descubrieron que aunque los los acontecimientos vitales positivos ayudan a elevar nuestro sentido de optimismo, no sucede lo mismo con los sucesos negativos, ya que no se ha observado que disminuyan necesariamente nuestro nivel de felicidad.
Este nuevo estudio deja dos premisas claras: que el optimismo y la felicidad no están relacionados con los acontecimientos, sino con cómo se afronten éstos, y que la dicha que recordamos de nuestra juventud podría no ser cierta, ya que la tendríamos sobrevalorada.
Así pues, feliz madurez, lector.
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