Bienestar

Entran los edulcorantes en el Nutri-Score

Oficialmente es un sistema para comparar productos similares pero, en la práctica, los consumidores entienden que clasifica los alimentos en saludables y no saludables, y ese es el principal problema

Nutri-Score ha recibido numerosas críticas desde su adopción en Francia. Este etiquetado frontal, de aplicación voluntaria en España desde 2021, ha sido revisado por segunda vez. En esta ocasión, para las bebidas. E incluye novedades interesantes.

Es el turno de las bebidas

El objetivo de Nutri-Score y otros etiquetados frontales es facilitar a los consumidores una elección de alimentos más saludables. En la actualidad son varios los países que se han adherido a él, incluida España.

En 2021 estos países crearon un comité científico exclusivo para Nutri-Score. Entre sus tareas figura la actualización del algoritmo empleado para clasificar los alimentos por colores.

Este comité científico hizo una propuesta de actualización del algoritmo general el año pasado. Ahora, a finales de abril se ha publicado la revisión para las bebidas. Está previsto que ambas se apliquen a finales de 2023.

Estas actualizaciones no deben sorprendernos, porque es habitual y recomendable que las instituciones revisen sus recomendaciones. El objetivo es adaptarlas a los resultados de los nuevos estudios que continuamente se publican.

Los edulcorantes

Hay dos novedades importantes en esta actualización de Nutri-Score para las bebidas. Una de ellas hace referencia a los edulcorantes, ausentes en la versión en vigor, que era una de las principales objeciones a Nutri-Score.

Como consecuencia de este olvido, los refrescos "cero" reciben ahora mismo una buena valoración. Estas bebidas solo contienen agua, edulcorantes y algunos aditivos, sin aporte de ningún nutriente, ni kilocalorías. Al no tener en cuenta los edulcorantes, la versión actual de Nutri-Score sitúa estas bebidas en el verde claro (B).

A fecha de hoy aún no hay consenso entre las instituciones en cuanto al uso de los edulcorantes. Algunas, como la Organización Panamericana de la Salud, no los recomiendan desde hace ya algunos años. Otras aún no se han decidido.

El uso de los edulcorantes va en aumento en los últimos años como sustitutos del azúcar en los productos. Entre las razones principales destacan las medidas adoptadas en muchos países para reducir el consumo de azúcar por parte de la población.

En su revisión de las bebidas, el comité científico de Nutri-Score manifiesta su preocupación por esta tendencia. En consecuencia, los incluye en el nuevo algoritmo para no potenciar su consumo.

Esta decisión coincide con el último informe de la Organización Mundial de la Salud publicado hace apenas unos días. En él desaconseja el uso de edulcorantes para el control del peso o para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, responsables del 74% de la mortalidad mundial.

Los efectos de los edulcorantes sobre la pérdida o el mantenimiento del peso corporal son dispares. El resultado depende del diseño y del tiempo de duración del estudio. Además, hay algunas investigaciones que relacionan su uso prolongado con un aumento del riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad.

Por lo tanto, incluir los edulcorantes en Nutri-Score era ya una necesidad. De esta forma, con el nuevo algoritmo, las bebidas que los contienen ya no se sitúan en el verde claro (B) sino, como mínimo, en el amarillo (C).

Cambios en la clasificación de algunas bebidas tras la actualización de Nutrición-Score. Author provided

Cambios en bebidas lácteas y vegetales

El otro cambio importante concierne a las bebidas lácteas (leche, batidos, yogures líquidos) y las vegetales (soja, avena, arroz, espelta, coco, almendra). De manera general, se trata de modificar la forma de valorar estas bebidas.

En consecuencia, la mayoría de las bebidas lácteas azucaradas o con edulcorantes empeorarán su valoración. Ahora se sitúan en el verde (A o B), pero tras la actualización se ubicarán más bien en el amarillo o los naranjas (C, D o E). Esto también afecta a los yogures líquidos y a las bebidas vegetales.

El nuevo algoritmo también incluye otros cambios con consecuencias diversas para el resto de las bebidas. Los zumos y las bebidas refrescantes azucaradas apenas sufrirán variaciones. Sin embargo, muchas bebidas de zumo y néctares mejorarán su valoración, especialmente aquellas con cantidades bajas de azúcar y sin edulcorantes.

Incluir los edulcorantes es un acierto

La actualización del algoritmo propuesta por el comité científico de Nutri-Score supone una mejora. Incluir los edulcorantes refleja una precaución necesaria por sus posibles efectos adversos. Sin embargo, el amarillo puede considerarse una ubicación aún demasiado benévola para las bebidas que los contienen.

La clasificación del resto de bebidas tampoco se corresponde con la realidad del riesgo que suponen para la salud. Generalmente, las bebidas contienen azúcares libres. La única excepción es la leche y los yogures sin azucarar.

Debemos recordar que los azúcares libres aumentan el riesgo de padecer obesidad y de contraer enfermedades no transmisibles. Por esta razón, las bebidas con azúcares libres, incluyendo néctares y zumos, deberían situarse, principalmente, en los colores naranjas.

Esto nos lleva al principal problema de Nutri-Score. Oficialmente es un sistema para comparar productos similares. Pero en la práctica, los consumidores entienden que clasifica los alimentos en saludables (verdes) y no saludables (naranjas).

Por ejemplo, los néctares y otras bebidas de fruta no son saludables. Los hay mejores y peores, pero convendría que su presencia en nuestra alimentación fuera anecdótica.

Parece indiscutible que, aunque ha mejorado, Nutri-Score aún necesita cambios de gran calado para que realmente cumpla su objetivo de ayudarnos a mejorar nuestra alimentación.

Ana Belén Ropero Lara, Profesora Titular de Nutrición y Bromatología - Directora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

The Conversation

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