Los mayores cada vez llegan más activos y con más ganas de hacer cosas a la tercera edad. Son muchos los que siguen practicando ejercicio a diario pero adaptan sus rutinas a su estado físico y de salud en general. La llegada del verano y las altas temperaturas suelen provocar la disminución de la actividad física ya que puede suponer un esfuerzo extra hacer cualquier tipo de deporte y la fatiga es mucho más común (esto pasa a todas las edades).
El cambio de rutina, el calor o las vacaciones puede que dificulten que los mayores sigan manteniendo una rutina de ejercicios como la que llevan en invierno, pero es fundamental que el sedentarismo no se apodere de nosotros incluso cuando la pereza puede hacer aparición. Mantenerse activo en verano también es posible y muy beneficioso para mejorar su calidad de vida y no perder la costumbre durante este periodo.
Está científicamente demostrado que el deporte fomenta el bienestar y ayuda a prevenir enfermedades de todo tipo. Según las recomendaciones para la salud que proporciona el Ministerio de Sanidad español, las personas mayores que practican actividad física fortalecen sus músculos mejorando la capacidad funcional y disminuyendo el riesgo de sufrir caídas. Además, reduce el riesgo de desarrollar algunas enfermedades crónicas como la diabetes o de mejorar su evolución ya que ayuda a controlar los niveles de azúcar. Asimismo, controla la hipertensión, la hipercolesterolemia, las enfermedades cardiovasculares y la obesidad, entre otros.
“Además de los múltiples beneficios para la salud que supone para los mayores realizar actividad física, cabe destacar cómo el deporte mejora el bienestar social y emocional de quienes lo practican. Así, la autoestima se verá reconfortada al sentirse más ágiles y autónomos en la realización de sus actividades diarias”, explica David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
Según la última Encuesta de Hábitos Deportivos elaborada por el Consejo Superior de Deportes, el 36,6 por ciento de los españoles mayores de 65 años practican deporte una vez a la semana, un porcentaje que en 2010 era del 19 por ciento. La Organización Mundial de la Salud recomienda a los mayores de 65 que hagan ejercicio moderado o vigoroso unos 150 minutos a la semana.
Para ellos además, los ejercicios de fuerza, flexibilidad y equilibrio son de gran importancia para el fortalecimiento musculoesquelético, ya que ayudan a evitar caídas o roturas musculares o de huesos tan habituales.
“El deporte es una de las actividades que mayores beneficios aporta. Por ello, es importante no dejar de practicarlo en verano, pero sí ser conscientes del entorno y no sobrepasarnos en ningún momento. Hay que aprovechar los momentos en que el sol tiene menos fuerza y llevar siempre con nosotros agua y fruta para estar bien hidratados y nutridos en todo momento, sobre todo en el caso de las personas mayores”, concluye Curto.
Deportes perfectos para mayores
Como siempre se recomienda, no hay que ‘forzar la máquina’. Si nos sentimos más cansados algunos días, sobre todo por el calor, podemos descansar o dar un pequeño paseo cuando caiga el sol, pero no debemos estresar en exceso a nuestro cuerpo y mucho menos cuando hablamos de los mayores. Pero sí hay actividades que se pueden seguir practicando ya sea en la ciudad o en el lugar en el que se esté de vacaciones.
Caminar. No por ser una actividad aparentemente sencilla es menos idónea y efectiva. Dar un buen paseo a diario nos permite de manera fácil mantener la circulación activa. Si durante el año se ha tomado la dinámica de andar para activar la circulación y fortalecer la musculatura de las piernas, ahora se aconseja continuar con la dinámica, pero durante las primeras o últimas horas del día. Podemos salir a pasear por el barrio y si estamos en la playa, nada más apetecible que un paseo al amanecer o al atardecer. Si lo necesitas, puedes llevar bastones de trekking que te harán ganar estabilidad, mover bien los brazos también y evitar posibles caídas o accidentes.
Hay que evitar siempre las horas centrales del día, en las que hace más calor, y llevar siempre con nosotros una botellita de agua para estar siempre bien hidratados. De este modo, se reducirá el riesgo de sufrir golpes de calor, muy peligrosos a cualquier edad pero más en los más vulnerables.
Estira bien. Mantenernos flexibles es muy importante para que nuestra musculatura esté fuerte y resista el paso de los años sin lesiones o problemas musculares y óseos. Existen ejercicios que, si bien no suponen un gran esfuerzo, a la larga aportan enormes beneficios para la salud.
Es el caso de los gimnasios al aire libre donde hay disponibles máquinas para estirar diferentes partes del cuerpo, caminar a mayor o menor intensidad o entrenar partes localizadas del cuerpo. Igual que a la hora de pasear, se recomienda acudir a determinadas horas del día donde el calor no sea intenso y algún día hay ola de calor extrema, mejor quedarse en casa y hacer algún ejercicio de estiramiento en casa.
Bailes y actividades en gimnasios. Otra opción es acudir a un gimnasio que cuente con la climatización y clases adaptadas a la práctica de ejercicio en la edad madura. Cada vez son más los que cuentan con clases divertidas y sencillas perfectas para los mayores que quieran mantenerse activos y es una forma estupenda también de relacionarse con otras personas. Es común que estos gimnasios estén dotados de máquinas específicas para personas mayores y cuenten con actividades como el baile, el yoga o pilates.
Deportes de agua. Nada mejor que los deportes en el agua para hacer ejercicio y combatir el calor intenso de los meses estivales. La natación o el aquaerobic son muy beneficiosos ya que se ejercita todo el cuerpo y tienen la ventaja de que al practicarlo en el agua se evita la sudoración en momentos de calor. No tienen gran impacto sobre los huesos y los músculos por lo que además se evitan lesiones o dolores posteriores en las articulaciones.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación