El sistema inmune es una compleja red de células, tejidos y órganos, pero explicado de manera sencilla, todo eso unido ayuda a nuestro organismo a combatir infecciones y otras enfermedades. Cuando los gérmenes, como las bacterias o los virus invaden nuestro cuerpo, ellos atacan y se multiplican. ¿Cómo influye la práctica del deporte en el desarrollo de un buen sistema inmune?
Practicar deporte o hacer actividades al aire libre resulta beneficioso para el sistema inmune, ya que una de las fuentes más valiosas de vitamina D es el sol. “La vitamina D juega un importante papel en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Además de que la actividad física ayuda a eliminar bacterias de los pulmones y de las vías respiratorias, también provoca cambios en los anticuerpos y los glóbulos blancos del sistema inmunitario, ayudando a combatir enfermedades”, nos explica el doctor Guillermo José Sada Castillo, especialista en Endocrinología y Nutrición y portavoz de Lanier Pharma.
¿Qué deportes son los más eficaces para un sistema inmune más fuerte? Existen numerosas opciones para ejercitarse, siempre según tus gustos y la condición física con la que contemos. “Algunos ejercicios como la natación, el aquagym, pilates, yoga o tai chi son solo algunos ejemplos. Lo más importante es minimizar el sedentarismo a través de una actividad física ligera como trotar, y con tan solo dedicarle 30 minutos al día con una intensidad moderada durante cinco días a la semana puedes conseguir fortalecer el sistema inmune”, aconseja el doctor Sada Castillo.
Además, según la Organización Mundial de la Salud, la actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes; mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio, asegura el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes y mejora el bienestar general.
Claves para reforzar el sistema inmune
El médico nos explica que podemos seguir algunos tips básicos para fortalecer el sistema inmunológico, aparte de los esenciales como comer bien, realizar ejercicio, dormir o evitar el consumo de alcohol o vicios nocivos para la salud:
-Huye de milagros ante infecciones respiratorias. Próximos al cambio de estación, es normal que los casos de gripe y catarros aumenten. Si bien son procesos virales que pasan con el paso de los días, no debemos optar por “remedios milagrosos”, como la cebolla, humificadores, el mentol o eucalipto sobre la piel provoque alivio entre los síntomas.
-¡Arriba el ánimo! Ríe para producir anticuerpos naturales: Varios estudios afirman que la risa estimula mecanismos protectores como las células T, localizadas en ganglios linfáticos, las amígdalas o el apéndice, estas incrementan la producción de anticuerpos.
-Reduce tu consumo de azúcar. Numerosos estudios han demostrado que tan solo 30 minutos después de consumir azúcar, la función inmune de una persona puede caer hasta en un 50 por ciento. Comer demasiado azúcar también se asocia a enfermedades cardiovasculares, respiratorias y digestivas, lo que trae consigo el declive de nuestras defensas.
-Higiene y prevención, ante todo. El lavado de manos recurrente y el uso de gel hidroalcohólico debe ser un hábito por considerar, no solo cuando aparezca una ola de contagios o tengas COVID, sino en todo momento. Y es que un virus puede sobrevivir de horas a días en diferentes tipos de superficies, ya sea, en el transporte público o en tu propio hogar.
Sistema inmune en primavera
¿Con la llegada de la primavera, tenemos que seguir cuidando del sistema inmune? Para muchos, la primavera es una estación esperada, llena de renovación y más calor; sin embargo, “esta transición puede implicar desafíos en el proceso de adaptación de nuestro sistema inmune. Este cambio estacional puede ocasionar enfermedades en las vías respiratorias como gripes, resfriados o catarros. Adicional a ello, estas enfermedades víricas pueden confundirse con la alergia, reacción del sistema inmunitario ante determinadas sustancias, como los pólenes de diferentes especies”, nos dice el experto de Lanier Pharma.
Podemos elevar la eficacia de reacción de nuestras defensas implementando hábitos saludables, relacionados a la alimentación, deporte y poner en raya el estrés. ¿Cómo podemos hacerlo con la alimentación? “Definitivamente. El sistema inmune es una red compleja de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para proteger al cuerpo contra patógenos como virus, bacterias y otros agentes dañinos. Está diseñado para identificar y eliminar sustancias extrañas que puedan causar enfermedades, manteniendo así el equilibrio interno del cuerpo. Por lo tanto, este complejo sistema defensivo se beneficia directamente de una alimentación equilibrada”, afirma el doctor.
Debemos elegir alimentos ricos en nutrientes, con muchas vitaminas, minerales y fibra; por ejemplo, frutas, verduras, granos o cereales integrales, legumbres y frutos secos. Estos actúan como la primera línea de defensa contra patógenos, ayudando a prevenir la entrada de microorganismos. Otro particular alimento que debe ser mencionado es el ajo, un eficaz antibacteriano y antiviral, sus propiedades pueden reducir los efectos del resfriado y combatir la fiebre. En definitiva, “lo más importante es mantener una dieta equilibrada para conseguir un sistema inmune fuerte y protegerte ante el ataque de virus. Una dieta equilibrada podría verse reforzada con la ayuda de suplementos naturales, como vitaminas, minerales y nutrientes”, añade.
Por muy bien que nos alimentemos a veces no es suficiente para mantener nuestro sistema inmunitario a pleno rendimiento. “Las causas pueden ser muy variadas, desde una mala calidad en los alimentos hasta deficiencias en la digestión o la presencia de contaminantes atmosféricos. En esos casos, podemos ayudar a nuestras defensas con una suplementación adecuada, siempre responsable y pautada por un profesional de la salud”, recomienda.
También es de vital importancia elegir un método de preparación seguro para no contraer una enfermedad transmitida por alimentos. Para eso, es un requerimiento que las personas con un sistema inmunocomprometido sigan una rutina de higiene a la hora de preparar sus comidas:
- Asegurarse de limpiar las manos, los utensilios o las superficies para eliminar bacterias y gérmenes.
- Separar los diferentes alimentos como son las carnes, ya que estas pueden propagar bacterias.
- Cocinar los alimentos en su correspondiente temperatura para matar los gérmenes que puedan causar enfermedades.
- Refrigerar rápidamente todos los alimentos que no van a ser consumidos. Las bacterias pueden causar intoxicación alimentaria si no se enfrían de inmediato.
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